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Meditación - 2022 mayo 22

(Lectura de la Biblia en tres años: Génesis 37:1–15, Mateo 12:22–28)

 

Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios 2:8-9

Nosotros los cristianos somos salvos. Somos rescatados de la condenación y nos es dada la salvación, la plenitud de la cual pronto gozaremos. Pero somos salvos por la gracia, sí, por la gracia, por medio de la fe, por la fe en Cristo. Y esto no es de nosotros; no había nada en nosotros, tampoco hicimos nada a causa de lo cual Dios fuera motivado a salvarnos. Es total y solamente el don de misericordia de Dios, un regalo de parte de, Dios. No fuimos salvos a causa de nuestras obras. Ninguno de nosotros podemos jactarnos de ninguna obra que haya motivado a Dios a salvarnos. Así, tampoco es nuestra fe una obra de la cual podríamos jactamos. Al contrario, la fe no es otra cosa que la mano espiritual dada y hasta abierta por Dios, en la cual él ha puesto la justicia y la salvación que él tan misericordiosamente da por los méritos de Cristo para que la podamos tener y gozar. Es cierto que en el mismo momento en el cual la fe recibe esos dones gratuitos de gracia y es consciente de poseerlos, se hace una madre fructífera de todas las buenas obras, porque el amor, que es el cumplimiento de la ley, nace junto con la fe. Aunque llegamos a ser justos ante Dios y somos salvos por la fe, sin embargo no es de modo alguno una obra que podría haber motivado a Dios a darnos la justicia y la salvación.

Nadie debe decir: Creo, y por eso Dios me justifica y me salva. Lo que todos deben decir es: Dios me da la justicia y la salvación solamente por la gracia, y por eso creo. "Porqué por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."

Oración:

Oh Señor, Dios mío, estoy seguro de tu gracia, y dependo de ella para salvarme. Dependo de tu gracia en Cristo Jesús, mi Señor, la cual me das en tu palabra. No dependo de nada en mí. Aun mi fe es débil y miserable. No permitas que la chispa de fe se extinga de mi corazón, oh Señor, sino preserva y fortalece mi fe. Hazla un recipiente para tu gracia. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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