(Lectura de la Biblia en tres años: Levítico 4, Mateo 26:36–46)

DIOS NOS DA EL ESPÍRITU SANTO

Derramaré mi espíritu sobre todo ser humano

Joel 2:28

En el día de Pentecostés, el Espíritu Santo ya se había derramado sobre los apóstoles de Jesús congregados en la ciudad de Jerusalén. Pentecostés ocurrió 50 días después que Jesús resucitó de entre los muertos y tuvo lugar 10 días después que Jesús ascendió al cielo. En el día de Pentecostés la Biblia nos dice que "De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba… y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos" (Hechos 2:2,3). La gente de Jerusalén pudo apreciar que el Espíritu Santo había sido derramado sobre los discípulos y que Dios en verdad estaba obrando entre sus discípulos.

El apóstol Pedro explicó: "A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos… habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros VEIS y OÍS" (Hechos 2:32,33).

Todavía hoy Dios nos envía el Espíritu Santo en los Medios de Gracia: el evangelio que se encuentra en la palabra de Dios y en los sacramentos del Santo Bautismo y de la Santa Cena. El evangelio es el mensaje de la cruz que nos muestra el poder de Dios para salvarnos; el Bautismo es el lavamiento del nuevo nacimiento, por lo cual el Espíritu Santo nos hace hijos de Dios; y en la Santa Cena recibimos el cuerpo y la sangre de Cristo, para el perdón de nuestros pecados. El Espíritu Santo viene a nosotros en la palabra y en los sacramentos.

Si usted busca al Espíritu Santo, no lo busque en una forma visible como sucedió en el primer día de Pentecostés porque sabemos que "la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). Vaya a la palabra de Dios y allí encontrará regalos del Espíritu Santo.

Oración:

Espíritu Santo, sigue enseñándonos a usar la palabra y los sacramentos. Como lo prometiste, sigue fortaleciendo la fe en nuestro corazón, cuando leamos y oigamos la palabra de Dios, y cuando recibamos los sacramentos. Amén.

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