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Meditación - 2021 junio 14

(Lectura de la Biblia en tres años: Proverbios 14:19–35, 2 Corintios 7:9–16)

Mi bandera

Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.”

Colosenses 3:15

Ser agradecidos debería manifestarse de manera natural por parte de los creyentes en respuesta a todo lo que Dios ha hecho por ellos. Pero debido a la dureza de nuestros corazones, no somos suficientemente agradecidos, Dios insta los cristianos a dar gracias con mandatos (Filipenses 4:6). Es por ello, que cualquier manifestación de ingratitud es pecaminosa.

No podemos considerarnos seguidores de Cristo si no logramos ser agradecidos, puesto que eso demanda de nosotros mucha fuerza de voluntad, ya que en ocasión ese “viejo Adán” nos quiere inducir al mal y hacernos creer que no necesitamos de nadie o que ser agradecido nos resta valor. Un viejo refrán expresa “una mano lava a la otra mano”, considerando que si tú me ayudas yo te debo corresponder, lo que puede denotar una doble intención, se ayuda con el fin de recibir algo. Pero resulta que Cristo vino para lavar nuestros pecados, y dejarnos limpios y puros, libre de pecados, pero aún más, no solo se limitó a nuestras manos, sino a todo nuestro cuerpo, nuestra alma. Cristo lavó todo nuestro cuerpo de impurezas y maldad sin recibir nada a cambio solo recibió el odio y sufrimiento, pero aún así se mantuvo firme y no perdió la fe, más bien solo oraba y pedía el perdón para aquellos que inmolaban su cuerpo.

Si estamos vivos y conocemos del mensaje salvador de Cristo Jesús, pues hay que ser agradecidos, su cuerpo y sangre nos une y nos enseña que el amor de Dios no tiene límite. El límite lo pone el pecado, la envidia que destruye corazones, el egoísmo que arrebata la paz, la maldad que daña el cuerpo, en fin, todo lo malo que nunca será capaz de edificar en nosotros como lo hace Dios a través de Cristo Jesús y el Espíritu Santo.

Seamos consecuentes con Jesús, seamos mejores cristianos, siendo agradecidos y repartiendo el evangelio de manera natural y agradecida, porque solo el amor de Dios Hijo nos salvará de la muerte y de esa oscuridad eterna que intenta llevar por el camino fácil y ancho a la humanidad hacia ese infierno de dolor y sufrimiento. Cristo es el camino, que por muy difícil que parezca siempre traerá mayor recompensa: La Vida y la Salvación.

Oración:

Padre celestial, ¡que Cristo sea nuestro guía, que tu paz nos acompañe siempre, que el Consolador nos llene de fortaleza y que sea el agradecimiento una de mis banderas! Amén

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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