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Meditación - 2021 junio 12

(Lectura de la Biblia en tres años: Proverbios 13, 2 Corintios 6:14–7:1)

Zapatos

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos

Marcos 12:30-31

El poema “Los zapaticos de rosa” de un autor cubano llamado José Martí y que cuenta como Pilar, una niña, regala a otra sus zapaticos, nos enseña y anima a desprendernos de lo que tenemos y dalo al necesitado. ¿Sería difícil para Pilar regalar sus zapatos? Ella lo hizo de corazón y con amor. Amó tanto a su prójimo como a ella misma. Y en realidad Jesús nos enseñó, todo el tiempo, a amar. Jesús nos anima a desprendernos de lo material, de quitarnos el velo del orgullo, alejarnos de la palabra que condena (recordemos cuando dijo que tirara la primera piedra el que no tuviera pecado) y que fuéramos mejores cristianos amando a nuestro prójimo.

Hoy es muy común amar por interés y obtener dinero, una buena casa, un documento necesario, un carro, un reloj...en fin, algo material que, sin duda, nunca vamos a llevar con nosotros cuando dejemos de respirar. Eso es muy parecido a situaciones como las que hemos vivido cuando recordamos nuestros días de estudiantes que sabemos que no volverán pero queda un recuerdo que nos alegra y ahí el detalle recordamos y nos llevamos cosas, sentimientos que no podemos tocar.

Es por ello que hoy en día es muy complejo amar al prójimo, pero nuestra mirada siempre es nuestro Salvador Jesús que murió por nosotros en un madero y resucitó de entre los muertos pese a los que intentaron apagar la luz de su proyecto de salvación. El mejor amigo, el mejor hermano, el mejor automóvil, el mejor calzado, el mejor reloj, no compara con nuestro Jesús. Nunca nos desprecia, siempre está abierto al diálogo y al amor, Él nos enseñó a amar al prójimo, miremos hacia su trono celestial y constantemente tratemos de amar como él.

Pilar regaló sus zapatos, es lo que tenía, nosotros, los cristianos podemos regalar más: el mensaje de salvación de Cristo Jesús. Eso es, regalemos los zapatos de Jesús. Los zapatos de la Salvación.

Oración:

Padre celestial, gracias por enviarnos a Jesús y ser salvos. Te pedimos que podamos amar como tu deseas y que nunca el egoísmo y el velo del orgullo nos quieran desviar del camino que Jesús nos enseñó. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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