Meditación - 2021 enero 21

(Lectura de la Biblia en tres años: Job 36, Hechos 27:1–5)

LA CREACIÓN ES HERMOSA

“Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.”

Eclesiastés 3, 11

Me gusta ir a los museos. En mi ciudad hay uno donde cada cierto tiempo exponen obras de arte muy interesantes. Han expuesto obras sumamente hermosas. Esas obras me hacen pensar que alguien muy inteligente y con mucho talento las pudo llevar a cabo y que, por tanto, es digno de que sean apreciadas y respetadas por el resto de las personas.

Después, saliendo del museo, hay jardínes con árboles de jacarandas y robles que dan una sombra muy refrescante. En ellos siempre hay pajaritos cantando y haciendo sus nidos. Tuve esa misma sensación que al ver aquellas obras tan impresionantes ¡y sólo salí al jardín! Eso me hizo pensar en la hermosa creación que Dios ha hecho.

Dios ha creado un mundo maravilloso y hermoso. Toda las obras que han salido de Dios son bellísimas y dignas de admiración y respeto. La naturaleza creada por Dios refleja la naturaleza del Creador. Todo lo que Dios hace es bueno y bello.

Lamentablemente, la creación, al momento en que nuestros primeros padres pecaron, cayó en maldición y sufre a causa del pecado. Las bellas plantas producen espinos, los animalitos llegan a sufrir enfermedades. Y el hombre, la más bella creación de Dios, se ha corrompido en maldad y muere.

Pero Dios no se quedó de brazos cruzados. Hizo una promesa a Adán y Eva que enviará a un Salvador que les rescatara del pecado y la muerte, promesa que pasaría a todas las generaciones siguientes hasta su cumplimiento en la llegada de Jesús.

Dios, por causa del sacrificio de Jesús, un día restaurará toda la creación para que vuelva a su estado original: bueno y bello en gran manera. Eso nos incluye a nosotros. Volveremos a tener esa bondad y belleza originales que habían caído. Y lo mejor de todo, es que estaremos cara a cara con el Creador para alabarle por siempre.

Oración:

¡Qué bella es tu creación Señor! Proclama tu gloria en cada cantar de las aves y el sonido de los árboles cuando les golpea el viento. Regresa pronto para que volvamos a nuestro estado original. Amén.

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