Skip to content

Meditación - 2021 febrero 23

Meditación - 2021 febrero 23

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 37:1–16, Romanos 7:12–17)

RECONCILIADOS CON DIOS

Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.

—Romanos 5:10–11

Desde el pecado de Adán la relación del hombre ha quedado rota. Con el paso del tiempo los seres humanos han inventado diversas prácticas a fin de lograr la reconciliación con Dios. Todas han fracasado porque eran obras nacidas en un corazón pecaminoso. Según la Biblia somos pecadores de nacimiento, por herencia (Salmo 51:5; Juan 3:6; Romanos 5:12; 1 Corintios 15:49) Nuestros corazones son pecadores y de un corazón pecador solo sale lo malo (Mateo 12:34) Aun nuestras buenas obras son detestables delante de Dios ¿Cómo así?

Según la Biblia: Delante de Dios «Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia» (Isaías 64:6), y nada va a lograr cambiar la situación excepto que Dios mismo intervenga. La buena noticia es que sí, Dios intervino e hizo todo lo necesario para nuestra salvación en Cristo. Él obedeció perfectamente, en lugar de nosotros, cada exigencia de ley y en la cruz sufrió el castigo que merecemos por cada pecado que hemos cometido. Así su perfecta obediencia es atribuida gratuitamente a cada pecador arrepentido de manera que a los ojos de Dios es visto como justo, es justificado. También su padecimiento es atribuido a nosotros de tal manera que nuestro pecado queda expiado. Esos méritos de Cristo nos abren la entrada a la presencia de Dios restaurando nuestra relación con él. Como Pablo lo dijo: «Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación.» (2 Corintios 5:17-19). En gratitud vamos a querer vivir consagrados a Cristo y a predicar la reconciliación obrada gracias a los méritos de Cristo.

Oración:

Oración: Señor, confieso que por mi propia razón o elección no puedo creer en Jesucristo, mi Señor, ni acercarme a él, ni estar reconciliado contigo. Sino que es el Espíritu Santo quien me ha llamado mediante el evangelio, me ha iluminado con sus dones, me ha santificado y guardado en la fe verdadera. De la misma manera llama, congrega, ilumina y santifica a toda la iglesia cristiana en la tierra, y en Jesucristo la conserva en la verdadera fe. Gracias te doy por ello, pues mi salvación no depende de mí sino de ti. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 17

Ver Recursos