Los Diez Mandamientos

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

Debemos temer y amar a Dios

y confiar en él sobre todas las cosas.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no usemos su nombre para maldecir,

jurar, hechizar, mentir, engañar,

sino que lo invoquemos en todas las necesidades,

lo adoremos, alabemos, y le demos gracias.

Acuérdate del día de reposo para santificarlo.

Acuérdate del día de reposo para santificarlo.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no despreciemos

su palabra ni la prédica de ella;

sino que la consideremos santa,

y la oigamos y aprendamos

de buena voluntad.

Honra a tu padre y a tu madre,

para que te vaya bien

y seas de larga vida sobre la tierra.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no despreciemos ni irritemos

a nuestros padres y superiores,

sino que les honremos,

sirvamos y obedezcamos,

amándoles y estimándoles en gran manera.

No matarás. No matarás. El quinto mandamiento.

No matarás. No matarás. El quinto mandamiento.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no hagamos mal ni causemos daño

a nuestro prójimo en su cuerpo;

sino que le ayudemos y le seamos útiles

en toda necesidad corporal.

No cometerás adulterio. El sexto mandamiento.

No cometerás adulterio. El sexto mandamiento.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que vivamos casta y decente

en palabras y obras;

y que el esposo y la esposa se amen

y honren mutuamente.

No hurtarás. No hurtarás. El séptimo mandamiento.

No hurtarás. No hurtarás. El séptimo mandamiento.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no le quitemos a nuestro prójimo

su dinero o sus bienes,

ni los obtengamos mediante negocios deshonestos;

sino que le ayudemos a mejorar

y conservar sus bienes y medios de vida.

No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

No hablaras contra tu prójimo falso testimonio.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no mintamos contra nuestro prójimo,

ni lo traicionemos, ni lo difamemos;

sino que lo defendamos, hablemos bien de él

y tomemos sus palabras y sus hechos

en el mejor sentido.

No codiciarás la casa de tu prójimo.

No codiciarás la casa de tu prójimo.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no tratemos de adquirir

con astucia la herencia o la casa

de nuestro prójimo,

ni la obtengamos con falsas pretensiones;

sino que lo ayudemos y cooperemos con él

en la conservación de lo que le pertenece.

No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni sus criados,

ni sus animales, ni cosa alguna de tu prójimo.

Debemos temer y amar a Dios,

de modo que no quitemos, ni apartemos,

ni alejemos de nuestro prójimo

su mujer, sus criados o sus animales;

sino que los instemos a que permanezcan con él

y cumplan con sus deberes.

¿Qué dice Dios acerca de todos estos mandamientos?

¿Qué dice Dios acerca de todos estos mandamientos?

“Yo soy Jehová tu Dios,

un Dios celoso, que visito la maldad

de los padres sobre los hijos

hasta la tercera y cuarta generación

de los que me aborrecen, y hago misericordia por millares

a los que me aman y guardan mis mandamientos.”