
El segundo domingo de los últimos tiempos
El juicio final
(Rojo)
Tema del día: En el juicio final, todo el mundo va a tener que presentarse ante Dios el juez justo el cual va a juzgar a todos en su justicia. Para el incrédulo, va a ser un día horrible en que verá la consecuencia eterna de su pecado, pero para el creyente va a ser un día glorioso, el día de su salvación. El creyente puede tener tal confianza porque Jesucristo vino a este mundo como nuestro Sumo Sacerdote para ganar por nosotros una vez para siempre el veredicto inocente.
La Colecta: Todopoderoso y sempiterno Dios, que has dado a los que creen muy grandes y preciosas promesas: Concédenos que sin ninguna duda, mas con perfecta confianza, creamos en tu Hijo Jesucristo de manera que nuestra fe nunca sea reprobada ante tus ojos; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Malaquías 4:1,2 Qué contraste va a ser el juicio final. Para el incrédulo va a ser un día horrible en que siega juicio y condenación, pero para el creyente será el día de su salvación.
1Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. 2Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
El Salmo del Día: Salmo 90
Oración de Moisés, varón de Dios.
1 Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.
2 Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
4 Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.
5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Como la hierba que crece en la mañana.
6 En la mañana florece y crece;
A la tarde es cortada, y se seca.
7 Porque con tu furor somos consumidos,
Y con tu ira somos turbados.
8 Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro.
9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.
10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?
12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.
13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.
14 De mañana sácianos de tu misericordia,
Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste,
Y los años en que vimos el mal.
16 Aparezca en tus siervos tu obra,
Y tu gloria sobre sus hijos.
17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros,
Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.
La Segunda Lectura: Hebreos 9:24-28 ¿De dónde viene la confianza del cristiano? Viene de la Palabra de Dios que nos asegura que nuestro gran Sumo Sacerdote Jesucristo vino a este mundo y se sacrificó en la cruz una vez para siempre pagando nuestros pecados. Por lo tanto, los que creen en él no tienen que temer su segunda venida.
24Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Por tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor. ¡Aleluya!
El Evangelio: Juan 5:19-24 Jesucristo nos asegura de la harmonía que existe entre él y el Padre. Entonces, los que creen en Cristo, pueden confiar que ante Dios el Padre son justificados y que tienen la vida eterna.
19Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. 20Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. 21Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. 22Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
24De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
HERMANOS HOY ES UN DÍA PARA VER EL ÚLTIMO DÍA
Recuerdo un comentario que muchos hacen de manera jocosa “moriré el último día” y este comentario lo hacen en forma de chiste para mostrar que no sienten importancia por lo que pase con sus almas el día que mueran. Y esto es una posición muy triste y lamentable que muchos no le presten atención para prepararse el día en que mueran porque ese día ya no habrá segundas oportunidades, en el último suspiro de este mundo cada ser humano va al cielo o va al infierno. Cuando entró la muerte al mundo en el jardín del Edén la Biblia explica muy bien que la muerte espiritual, el ser incrédulo ya hacia parte del ser humano, la prueba de esto es que Adán y Eva se escondieron de Dios, 8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Génesis 3:8. Pero también vemos que entró la muerte física y en el capítulo cinco de Génesis encontramos una palabra muy común y murió. Hoy en día muchos hacen chistes sobre la muerte, pero en realidad cuando pasen por la muerte física como lo enseña Eclesiastés 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Ese encuentro que el alma tendrá con el creador definirá donde pasará eternamente, infierno o el cielo.
El Espíritu Santo quiere darnos hoy la seguridad de nuestra resurrección, el texto para hoy nos dice: 21Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Encontramos en este versículo dos formas que la Biblia habla de la resurrección, la que sucederá el último día donde el cuerpo y alma se juntarán nuevamente cuando venga Jesús por segunda vez, y la resurrección espiritual cuando pasamos de ser incrédulos a creyentes, Jesús da vida y esta vida la tienen todos aquellos que creemos que Él es Dios y por esto San Juan nos ratifica nuestra fe 19Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Es muy claro que este versículo nos enseña que el Padre y el Hijo son Dios, son dos personas distintas que han trabajado para que cada uno de nosotros el día que estemos en su presencia podamos estar en el cielo eternamente con ellos. El confesar que Creemos en el Dios Trino influye mucho en nuestra Salvación y también en nuestra resurrección, porque este Dios exige que cada uno de nosotros seamos perfectos, castiga el pecado y al pecador. Nosotros cuando leemos en las Escrituras que Dios nos exige perfección encontramos que no lo somos, que no podemos cumplir su voluntad y por tanto merecemos ser condenados en el infierno eterno porque nuestra carne solo hace obras como Isaías nos dice: Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Isaías 64:6.
Pero este Dios Trino en verdad nos ama a cada uno de nosotros y esto lo demostró con su Hijo Jesucristo 20Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Las obras que hizo el Hijo lo vemos en su vida, primero que todo confesamos que Él es Dios y por lo tanto no hay pecado en Él y es donde nosotros vivimos ahora en tiempo de refrigerio porque nuestro Señor Jesucristo vivió perfectamente por nosotros, recordemos que nuestras obras son trapos de inmundicia, pero las obras de Jesús son sin pecado y por esto las Escrituras nos afirman como vivió Jesús porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Juan 5:30. El Espíritu Santo nos da la seguridad que Jesús hizo esta voluntad del Padre perfectamente y en su amor perfecto hizo esta voluntad como nuestro sustituto, es decir, su vida perfecta fue atribuida a nosotros y es por lo que el Padre en los cielos en este momento nos ve santos y sin pecado por la obra de Jesús. Pero también el mostró su amor para nosotros y el escritor de hebreos nos dice: 24Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Hebreos 9:24-26, Su sacrificio en la cruz tuvo un propósito claro, sufrir el castigo que nosotros merecemos, pagar por cada uno de nuestros pecados y es por lo que hoy nosotros el Espíritu Santo nos hace estar vivos espiritualmente porque confesamos que iremos al cielo por la obra perfecta de Cristo.
El encuentro esperado que tendremos con nuestro Dios como lo leemos en Eclesiastés 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Será un encuentro placentero porque por Jesús entraremos a su tabernáculo eterno y además de esto estaremos allá esperando que Jesús venga por segunda vez, hoy estamos esperando que Él venga por segunda vez, pero cuando Él venga nuestro encuentro con Jesús será también muy placentero porque San Juan nos dice: 22Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. Jesús es quien va a juzgar y nosotros ese día solo escucharemos la ratificación que estaremos en el Tabernáculo con Dios en cuerpo y alma eternamente porque hoy honramos al Hijo al igual que al Padre es decir confesamos que es Dios y esta confesión nos lleva a escuchar Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Mateo 25:34. Pero lamentablemente los que no honran a Jesús, los que no creen el Él como el Salvador escucharan de parte de Jesús un juicio severo y eterno como lo escuchamos de Malaquías 4:1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Serán echados en el infierno eterno en cuerpo y alma.
Hoy nosotros damos gracias a Dios porque por medio del Espíritu Santo nos ha dado la confianza en la Palabra de Dios nos dice el versículo final de la meditación de este día 24De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Solo daremos una respuesta, Amén, porque esta es una verdad absoluta que no cambia, hoy estamos aquí por el poder de esta Palabra que nos da la fe en Jesús, esta Palabra que nos acompaña en esta vida dándonos la seguridad que estaremos en el cielo al lado de nuestro Dios eternamente, esta Palabra que nos dice que resucitaremos para estar en cuerpo y alma adorando a nuestro Dios por siempre y esta Palabra que nos guía hoy en este mundo, que nos lleva a Confiar en este Dios Trino y por esto nuestra vida muestra el reflejo de lo que impacta la Palabra de Dios nuestras vidas. Hoy estamos adorando a nuestro Dios, pero Él quiere que le adoremos con nuestras vidas y quiere que le contemos a otros que el día de nuestra resurrección será destruido totalmente el diablo y nosotros estaremos en las bodas del cordero. Amén
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
99 Cuando suene la trompeta
100 Pronto vuelve Jesucristo
101 Y sólo espero ese día
Culto Cristiano:
338-341 Los himnos para la segunda venida del Señor
2 Alzaos, oh puertas
4 ¡Despertad! A todos llama
78 De mil arpas
156 Ven Tú, ¡oh Rey eterno!
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