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El décimo domingo después de pentecostés

(Verde)

 

Tema del día: Por medio de la Santa Palabra de Dios, nosotros recibimos un tesoro que vale mucho más que todo el oro y plata que en el mundo hay. Recibimos el cielo.

 

La Colecta: Oh Dios, protector de todos los que en ti confían, no hay ni fuerte ni santo sin ti: aumenta y multiplica tu misericordia para con nosotros, para que gobernados y guiados por ti, supremos lo temporal y alcancemos lo eterno; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: I Reyes 3:5-12 Dios ofreció concederle al Rey Salomón lo que él quisiera, pero Salomón en vez de pedir los "tesoros" de este mundo como el dinero, el poder, o el honor, reconoció la gran responsabilidad que Dios le había dado y entonces, pidió sabiduría para poder servir a Dios y a su pueblo con justicia. Dios por su parte concedió a Salomón no solamente lo que le pidió, sino también riquezas y honor.

 

5Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. 6Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. 7Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.

 

El Salmo del Día: Salmo 119 II

 

Bet

9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?

Con guardar tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado;

No me dejes desviarme de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado tus dichos,

Para no pecar contra ti.

12 Bendito tú, oh Jehová;

Enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios he contado

Todos los juicios de tu boca.

14 Me he gozado en el camino de tus testimonios

Más que de toda riqueza.

15 En tus mandamientos meditaré;

Consideraré tus caminos.

16 Me regocijaré en tus estatutos;

No me olvidaré de tus palabras.

 

 

La Segunda Lectura: Romanos 8:28-30 Para el creyente que tiembla ante las tribulaciones de este mundo, no hay consuelo más dulce que esto: Antes de que nos hubiera creado, Dios nos conoció y nos escogió para ser sus hijos queridos. Por lo tanto, Dios también nos llamó a la fe y nos ha justificado por medio de nuestro Señor Jesucristo. Al saber todo esto, tenemos la seguridad de que no hay accidentes en este mundo ni tampoco está nuestro futuro en las manos del destino, porque sabemos que Dios dispone todo para nuestro bien.

 

28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Mateo 13:44-52 Jesús sigue instruyendo a sus discípulos y también a nosotros por medio de parábolas. En las parábolas del tesoro escondido y de la perla, nos enseña el gran valor de nuestra salvación. En la parábola de la red, nos enseña que en el fin del mundo Dios va a separar a los creyentes y a los incrédulos. A los que no creen, Dios los enviará a su condenación eterna en el infierno, pero a los que creen, los llevará a su tesoro eterno en el cielo.

 

El tesoro escondido

44Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

La perla de gran precio

45También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

La red

47Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Tesoros nuevos y viejos

51Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. 52El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

 

 

AMADOS DE DIOS LA PALABRA DE DIOS NOS MANTIENE UNIDOS EN ESTE CAMINAR

 

 

Albert Eisten fue un científico del siglo pasado y muy reconocido en la historia del mundo y de la ciencia, pero este hombre para evitar el servicio militar en Alemania, porque este era su país, renuncia a ser alemán y se convirtió en una persona apátrida entre los años 1896 a 1901, ser apátrida es una persona que no tiene nacionalidad de ningún país y según los datos hoy en día hay más de diez millones de personas que viven esta realidad. Hace poco nos enteramos por las noticias de Nicaragua como su presidente declaro apátridas a muchos que están en contra de su forma de gobierno. Pero usted ¿por qué se convertiría en apátrida? y creo que por muy difícil que sea nuestro país de residencia, lo amamos y así seamos migrantes siempre diremos de que nación somos. Jesús en el capítulo 13 de Mateo nos enseñó 7 parábolas que hablan de la semilla y el reino de los cielos, nosotros necesitamos entender y agradecer que espiritualmente no somos apátridas porque pertenecemos al reino de los cielos, pero estas parábolas que estamos meditando hoy nos harán meditar de cuál es nuestro comportamiento en este mundo perteneciendo al reino de los cielos.

 

Las dos primeras parábolas del hombre que encontró un tesoro y fue a vender todo lo que tenía y compro todo el campo y el hombre vendedor de perlas encontró una perla preciosa y también vendió todo lo que tenía para comprarla nos muestra que este tesoro y la perla en estas parábolas son Jesucristo, Él es nuestro mayor tesoro y perla. Pero para conocer de este tesoro necesitamos de la semilla que es la Palabra de Dios y es solamente por esta que nosotros hoy tenemos esta gran riqueza que nos hace pertenecer al reino de los cielos, solamente se pertenece a este reino por Jesús y como dijo Pablo en Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo, hoy tenemos mucho que agradecer porque no somos apátridas espiritualmente, pertenecemos a un reino y tenemos donde seguir viviendo eternamente. Pero ¿Qué tanto cuidamos este tesoro? En la parábola de los pescadores encontramos ayuda para saber cómo estamos cuidando este tesoro, ellos al pescar seleccionan los peces buenos de los malos y esto en la parábola representa la iglesia de Dios, en el sermón del trigo y la cizaña aprendimos de la paciencia que necesitamos tener al vivir con los incrédulos en este mundo y lo mismo pasa con esta parábola de los peces que se aplica en la iglesia. La consecuencia de no estar conectados con Cristo, nuestro tesoro y perla de gran precio, por no estar conectados realmente con la Palabra de Dios olvidamos fácilmente porque pertenecer a esta congregación y perdemos la verdadera perspectiva y empezamos a criticar nuestra congregación porque no pasan las cosas que queremos o porque creemos que nosotros podemos hacer las cosas mejores que los que la lideran, muchos de nosotros hemos pecado de esta manera dejándonos llevar del diablo que quiere dividir y acabar las congregaciones cristianas y reconocemos que con estas actitudes pecamos contra del primer mandamiento, y también pecamos contra el tercer mandamiento porque cuando criticamos algo que no nos gusta de nuestra congregación generalmente lo hacemos desde nuestra carne pecaminosa y no desde lo espiritual, cada uno de nosotros hoy reconozcamos que en oportunidades hemos actuado como si fuéramos peces malos dañando la obra de Dios, y con nuestros actos hacemos que muchos hoy en día sean apátridas espirituales, se han alejado de la iglesia porque vemos la paja del ojo del hermano y somos incapaces de ver nuestra viga, Mateo 7:5. Merecemos por ir en contra de la semilla, en contra del tesoro en el día final ser apartados por los ángeles y ser echados al horno de fuego donde es el lloro y crujir de dientes.

 

Jesús termina esta sección de parábolas con un padre que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas, las cosas viejas son todo lo que nos enseña el Antiguo Testamento, como este señala al Mesías que habría de venir y los apóstoles y cada uno de nosotros necesitamos ver las cosas nuevas que no son otra cosa que la obra de Jesús y nuestra salvación. El Espíritu Santo hace que nosotros nos arrepintamos de actuar como peces malos y solo pensemos en ser peces buenos y esto quiere decir que vamos a amar esta congregación, así como Cristo amó a nosotros la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, 26para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Efesios 5:25-27, no solamente dio su vida por la iglesia, sino que Él mismo fundó la iglesia cristiana con hombres pecadores como sus apóstoles y seguidores de su época y ahora estamos nosotros también pecadores confiando en la vida perfecta de Jesús quien confió perfectamente en el Padre y en la Palabra de Dios enseñando estas parábolas y por este acto de Jesús nosotros somos perdonados. Jesús hizo algo grande por esta humanidad y nosotros por su gracia disfrutamos de este gran regalo que es darnos la ciudadanía de la vida eterna.

 

Nuestra congregación como todas las que están en el mundo cristiano son imperfectas, nosotros no esperemos que la iglesia visible sea perfecta, porque si esa es nuestra esperanza estamos equivocados, por esto necesitamos amar este lugar o el lugar donde nos enseñan sobre este tesoro que es Cristo y como Él cambio nuestras vidas, cuando veamos cosas que no nos gustan en nuestra congregación oremos para que lo veamos de manera espiritual y cuando hablemos la situación lo hagamos espiritualmente, esto lo enseña Pablo en los Gálatas 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Y por esto necesitamos estar conectados con la fuente de sabiduría que es la Escritura, pidamos lo mismo que Salomón que necesitamos sabiduría para pertenecer, amar y cuidar el cuerpo de Cristo que somos todos nosotros, recordemos las palabras del salmista de hoy que nos dijo: ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Esta misma Palabra usada por el Espíritu Santo en nuestras vidas hace que todos nosotros cuidemos esta ciudadanía que tenemos en el cielo, hace que disfrutemos cada momento que pasamos con los hermanos en la fe en este mundo porque en la eternidad estaremos adorando al cordero perfectamente y la mejor manera de cuidarnos es no traicionarnos, no siendo ásperos, no siendo arrogantes, cuando prestemos dinero dentro de la congregación o tengamos una compañía de negocios seamos honestos, fieles a la amistad y hermandad pagando nuestras deudas, también si por algún motivo alguien de la congregación no nos simpatiza recordemos que hay algo más grande que esta simpatía y es la obra del Espíritu Santo hecha en cada uno de nosotros para que podemos amarnos unos a otros porque todos los que estamos aquí somos predestinados por nuestro Padre para ir al cielo y esto no lo podemos cambiar. Amén.

 

 

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

27 ¡Cristo es mi alegría!

38 Tu Palabra es mi cántico

47 A nadie amaré como a Cristo

48 Busca primero el reino de Dios

63 A Dios demos gloria

88 Sublime gracia

105 Acuérdate de Jesucristo

 

Culto Cristiano:

27 ¡Cuán dulce el nombre de Jesús!

47 Cristo, vida del viviente

128 Un solo fundamento

157 No me aparto, no de Ti

165 Hay una fuente

185 Naciones todas, alabad

192 Tesoro incomparable

193 De boca y corazón

240 En Jesucristo se halla la paz

243 Jesús, mi tesoro

264 Grato es contar la historia

 

 


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