El primer domingo después de pentecostés

(El domingo de la santísima Trinidad)

(Blanco)

 

Tema del día: La Biblia enseña claramente que hay un solo Dios, pero que este Dios es tres personas distintas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu los cuales todos son Dios completamente. En el misterio de la Trinidad, Dios se revela como nuestro Creador, Redentor, y Santificador.

 

La Colecta: Todopoderoso y eterno Dios, que has dado gracia a tus siervos para confesar la verdadera fe, ensalzar la gloria de la eterna Trinidad y en el poder de la majestad divina adorar a la Unidad: Te suplicamos que nos conserves en esta fe y nos defiendas siempre en toda adversidad; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Génesis 1:1-2:3 Con su palabra poderosa Dios creó en seis días normales todo lo que en el mundo hay. Al ver su santa creación dijo que era buena, es decir, completamente perfecta. Por lo tanto, el día séptimo Dios descansó de su obra creadora. Aunque por lo general la creación se atribuye a Dios el Padre, sabemos que "el Verbo" (Juan 1:3) y "el Espíritu de Dios" (Génesis 1:2) también participaron en ella. También vemos aún en el primer capítulo de la Biblia que Dios se revela a sí mismo como un Dios trino al decir, "Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza."

 

¹En el principio creó Dios los cielos y la tierra. ²Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

³Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. ⁴Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. ⁵Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

⁶Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. ⁷E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. ⁸Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.

⁹Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. ¹⁰Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. ¹¹Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. ¹²Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. ¹³Y fue la tarde y la mañana el día tercero.

¹⁴Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, ¹⁵y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. ¹⁶E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. ¹⁷Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, ¹⁸y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. ¹⁹Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. ²⁰Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. ²¹Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. ²²Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. ²³Y fue la tarde y la mañana el día quinto.

²⁴Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. ²⁵E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

²⁶Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. ²⁷Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. ²⁸Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

²⁹Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. ³⁰Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. ³¹Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

2

¹Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. ²Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. ³Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

 

 

El Salmo del Día: Salmo 150

 

Aleluya.

¹ Alabad a Dios en su santuario;

Alabadle en la magnificencia de su firmamento.

² Alabadle por sus proezas;

Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

³ Alabadle a son de bocina;

Alabadle con salterio y arpa.

⁴ Alabadle con pandero y danza;

Alabadle con cuerdas y flautas.

⁵ Alabadle con címbalos resonantes;

Alabadle con címbalos de júbilo.

⁶ Todo lo que respira alabe a JAH.

Aleluya.

 

 

La Segunda Lectura: 2 Corintios 13:11-14 San Pablo termina su carta a los corintios exhortándolos a vivir en harmonía los unos con los otros en la unidad de la fe. Este compañerismo que existe entre cristianos solamente es posible por medio de Dios Padre que nos amó tanto que envió a su Hijo Jesucristo para redimirnos y por su Espíritu Santo el cual nos une en la única fe verdadera.

 

¹¹Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros. ¹²Saludaos unos a otros con ósculo santo. ¹³Todos los santos os saludan. ¹⁴La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Santo, Santo, Santo, es el Señor de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Mateo 28:16-20 Antes de ascender al cielo, Jesucristo manda a todos los que creemos en él que vayamos a proclamar las buenas nuevas de la salvación. Nosotros podemos proclamar este mensaje sin temor, porque el Dios Trino nos da los medios poderosos para hacerlo (Palabra y Sacramentos) y nos promete que estará con nosotros todos los días de nuestra vida.

 

¹⁶Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. ¹⁷Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. ¹⁸Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. ¹⁹Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ²⁰enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

 

NO ESTAMOS SOLOS, EL DIOS TRINO ESTA CON NOSOTROS

 

El Credo Niceno es nombrado por una ciudad en la parte noreste de Asia Menor. Un Concilio de la iglesia se reunió en ese lugar en el año 325. El Emperador Constantino I (306-337), emperador romano y ya convertido a la Cristiandad, convocó el concilio. En este concilio el emperador reunió a los Obispos de la iglesia para dar fin al problema serio causado por las enseñanzas de cierto Arrio, problema que amenazaba dividir a la iglesia en el área oriental del Mediterráneo. Arrio era presbítero en la iglesia de Alejandría de Egipto.

Arrio enseñaba que Jesús era Dios, pero Dios menor, que llegó a existir más tarde (antes de la creación del mundo, de la nada), El cual era como el Padre, pero no de igual sustancia (Era una criatura perfecta. Dijo cosas como: “Había un tiempo cuando no era”. “El Hijo tiene principio pero Dios es sin principio”). Otro hombre, cierto Atanasio (296-373) diácono en la iglesia de Alejandría y consejero del Obispo de Alejandría, Atanasio, fue líder de los que se oponían a esa enseñanza falsa. Atanasio y sus seguidores enseñaban que Jesús es verdadero Dios, igual al Dios Padre y al Espíritu Santo. El Credo Niceno defiende esta posición en base de las Sagradas Escrituras y condena las enseñanzas falsas de Arrio. La mayor parte del Credo Niceno, como lo conocemos fue aprobado en este concilio de Nicea.

Pero encontramos otra controversia que sucedió dentro de la iglesia en los primeros siglos. La iglesia oriental había sido anfitriona de los siete primeros concilios ecuménicos y contribuyó en gran medida al desarrollo del Credo Niceno y al acuerdo en las tempranas controversias sobre la Trinidad y la persona de Cristo. Pero hubo dos asuntos que finalmente separaron a oriente de occidente; pero solo hoy hablaremos de uno que fue la controversia sobre si el Espíritu Santo proviene solo del Padre (como afirmaba el oriente), o del Padre y del Hijo (como afirmaba el occidente); se la llamó la controversia de filioque. Nosotros creemos lo que la Biblia nos enseña que el Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo.

 

Cuento esta historia de las controversias dentro de la iglesia cristiana que realmente ha sido confesional y ha tenido problemas con la doctrina de la Trinidad, pero esto sucede porque el diablo ataca esta doctrina fundamental para Salvación y ha usado lastimosamente personas dentro del cristianismo para que enseñen que el Hijo no es Dios y el Espíritu Santo solo está en algunos cristianos dentro de la iglesia o como lo afirman ciertas sectas, el Espíritu Santo es una fuerza. Si estudiamos detenidamente el Antiguo Testamento nos damos cuenta de que nunca hubo problemas con la Doctrina de quien es Dios y cuantas personas son, en la creación del hombre, Moisés fue muy claro al escribir: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, el profeta Isaías en una majestuosa visión dijo Santo, Santo, Santo y esto por citar dos ejemplos, pero podemos citar muchos más. Y nosotros tengamos cuidado de no usar ejemplos para hablar de la Trinidad como el del huevo, donde se dice que Dios contra de tres partes clara, yema y cascara o usar los tres estados del agua que son el líquido, gaseoso y sólido. Si caemos en ejemplificar a la Trinidad de estas maneras estamos pecando contra la esencia del mismo Dios, en contra de toda la primer tabla de la Ley porque el primer mandamiento nos habla de la Gloria de Dios que no lo podemos entender y comprender en toda su esencia, el segundo mandamiento nos enseña que el nombre de Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, muestra esto nuestro pecado al querer razonar el nombre de Dios y pecamos contra el tercer mandamiento porque cambiamos el significado de la enseñanza de la Escritura y por esto merecemos ser castigados en las llamas del infierno porque querer ser más que Dios.

 

Este primer domingo de pentecostés al hablar de la Trinidad no podemos pasar por alto su amor hacia nosotros pecadores, en estas palabras de Mateo que estamos meditando en este día podemos ver la despedida de Jesús antes de subir a los cielos. Podemos notar que estas palabras fueron dadas a los once apóstoles porque la biblia nos ha mostrado el destino final de Judas por su incredulidad. Cuando estemos en el cielo podemos preguntarles a estos hermanos en la fe como vieron la ida de Jesús en cuerpo y alma al cielo, pero mientras llega ese momento podemos ver el amor de Jesús hacia sus apóstoles y hacia nosotros, Él, se les acercó y les hablo unas palabras contundentes: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Jesús está hablando en su estado de exaltación y está recordando como venció al diablo, el pecado y la muerte mientras estuvo en este mundo. Vemos en estos versículos la divinidad de Jesús quien nunca peco y Él mismo mantuvo la esencia del Dios Trino, aquellos que no creen que Él es Dios, sufrirán en su venida o cuando mueran el juicio severo, para que acompañen a Judas en el infierno, por mucho que el hombre niegue que Jesús es Dios, estos hombres morirán pero la Palabra de Dios es para siempre y la potestad de Jesús es para siempre, solo al leer este versículo nosotros tenemos tranquilidad porque el perdón de los pecados que Cristo ganó por nosotros en su vida perfecta, sufrimiento, muerte y resurrección es un hecho total porque es Dios y no miente, porque es Dios y su fidelidad es palpable en el Evangelio que hoy nos dice que somos perdonados de nuestro pecado en contra de la primer tabla de la Ley y librados de la muerte eterna en el infierno.

 

Pero también por mucho que cualquier secta u hombre niegue la Trinidad, su obra, su amor y misericordia de nuestro Dios Trino no se puede negar porque en la Escritura nos ha dado la manera de hacer discípulos para Él, esto es lo que llamamos la gran comisión, como ir a otros y hacerlos discípulos cristianos. En estas palabras encontramos dos maneras de hacer cristianos, el primero es el bautismo, usar el agua unida al nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es muy clara la Palabra dada por el Dios Trino que manda bautizar infantes porque todos llegamos a este mundo siendo enemigos de Dios a causa del pecado original, si los niños no tuvieran pecado, no morirían, pero mueren, por ejemplo, en el año 2021, unos 2.3 millones de niños murieron antes de cumplir un mes, es decir, 6.400 bebés murieron cada día en el mundo. Las aguas del bautismo hacen nacer de nuevo a los niños y nos hizo nacer de nuevo a cada uno de nosotros, en el bautismo vemos la obra de la Trinidad porque venimos a este mundo siendo enemigos del Padre y en el bautismo hemos recibido al Espíritu Santo y perdón de pecados como leemos en Hechos 2:38 bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Bautizarse en el nombre de Jesús es el mismo bautismo del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero también en el bautismo recibimos la fe en Cristo Jesús y los beneficios de su muerte, San Pablo nos enseña: ³¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? ⁴Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Romanos 6:3-4. No podemos dudar como el mismo Dios Trino usa su justicia exigiéndonos perfección y en muchos momentos podemos dudar como lo hicieron los apóstoles en ese día, pero tenemos la Ley y el Evangelio, esta es la otra manera de hacer discípulos ²⁰enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Usamos los medios de Gracia, el bautismo y el evangelio porque estos medios tienen el poder de crear fe, el Espíritu Santo nos lleva a Jesús y nuestro Señor Jesucristo gano la verdadera Paz para con el Padre.

 

Hoy día de la Trinidad, tenemos una gran promesa, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Nosotros comparados con otras denominaciones somos muy pocos, por ejemplo en Latinoamérica llegamos a ser el 1% entre todos los cristianos que hay en esta región, muchos de estos cristianos que pertenecen a mega iglesias tienen problemas con la doctrina del Dios Trino y con el Bautismo, muchos de estas mega congregaciones le quitan la gloria al Dios Trino y se dan toda la gloria en la conversión y creen que Dios escucha su oración porque cumplen la ley de Dios, pero el 1% estamos aquí para hacer discípulos a los que pertenecen a estas mega iglesias y a todos los que en este momento no tienen fe, porque no nos sentimos solos, ni tampoco nos sentimos que somos pocos porque nuestro Señor, nuestro Dios Trino está con nosotros y lo estará hasta que lleguemos al cielo o que venga por segunda vez. Amén

 

 

 

 

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

25 A Dios supremo creador

63 A Dios demos gloria

66 ¡Al Dios de Abraham, loor!

71 Dad al Padre toda gloria

75 Jubilosos te adoramos

78 Señor, mi Dios

 

Culto Cristiano:

96-103 Himnos para la Santísima Trinidad

104-108 Doxologías

2 Alzaos, ¡Oh Puertas!

185 Naciones todas alabad

190 Sólo a Ti, Dios y Señor

193 De boca y corazón

303 Dios os guarde siempre en santo amor