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El primer domingo de cuaresma

 

Tema del día: Por el pecado del Adán y Eva, la muerte entró en el mundo, y ahora toda la humanidad por naturaleza está bajo la condenación. Pero por un solo hombre, Jesucristo, recibimos “la justicia de Dios” para nuestra salvación.

 

La Colecta: Oh todopoderoso y eterno Dios, te rogamos que nos dirijas, santifiques y gobiernes nuestras almas y corazones en los caminos de tus leyes y las obras de tus mandamientos, a fin de que mediante tu protección poderosa seamos defendidos en cuerpo y alma, ahora y siempre; por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Génesis 2:7-9,15-17;3:1-7 En el paraíso que Dios había creado por ellos, Adán y Eva escucharon al diablo y se rebelaron contra Dios. El pecado y la muerte entraron en el mundo por medio de esta rebelión, y ahora todos por causa de su pecado tienen la necesidad de un Salvador de su pecado.

 

7Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

8Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 9Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

15Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

3

1Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

 

 

 

 

 

 

El Salmo del Día: Salmo 130

 

Cántico gradual.

1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

2 Señor, oye mi voz;

Estén atentos tus oídos

A la voz de mi súplica.

3 JAH, si mirares a los pecados,

¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

4 Pero en ti hay perdón,

Para que seas reverenciado.

5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;

En su palabra he esperado.

6 Mi alma espera a Jehová

Más que los centinelas a la mañana,

Más que los vigilantes a la mañana.

7 Espere Israel a Jehová,

Porque en Jehová hay misericordia,

Y abundante redención con él;

8 Y él redimirá a Israel

De todos sus pecados.

 

 

La Segunda Lectura: Romanos 5:12-19 San Pablo hace una comparación entre Adán y Jesucristo. Así como el pecado y la muerte entraron en el mundo por un solo hombre: Adán, la justicia y la salvación vienen también por medio un hombre: Jesucristo.

 

12Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.

15Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 17Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

18Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

 

El Versículo: Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo

 

El Evangelio: Mateo 4:1-11 Aun tentado en la misma forma que Adán y Eva (y todos los seres humanos), Jesucristo nunca pecó, sino llevó una vida perfecta como nuestro substituto para ganar por nosotros la justicia.

 

1Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.2Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:

A sus ángeles mandará acerca de ti,

y,

En sus manos te sostendrán,

Para que no tropieces con tu pie en piedra.

7Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

 

 

Jesús venció al diablo

 

La gracia y la paz de parte de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo esté con cada uno de ustedes. Pueden ponerse de pie para el evangelio de este día.

 

Vamos al jardín de Edén para imaginar lo que pudiera haber pasado en la historia de Génesis. Era casi la hora de comer y Adán y Eva, estaban caminando en el jardín charlando y pasando el tiempo felizmente, como de costumbre, ellos caminaban a través del centro del jardín pasando por el árbol del conocimiento del bien y mal. Cuando estaban pasando por este árbol, Eva paró y miró al árbol, pensando en el único mandamiento que Dios les había dado: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Este mandamiento era sencillo. Era una manera en que Adán y Eva podían servir a su Dios cada día mientras cuidaban el jardín. De repente apareció una serpiente, pero esta serpiente no hizo un siseo, sino que hablaba en palabras entendibles diciendo: ¿Conque Dios os ha dicho: no comáis de todo árbol del huerto? Y con esta frase, Satanás, el ángel caído, estableció su reputación como el padre de las mentiras. Y enfrentados con esta tentación, esta mentira sobre la bondad de Dios, Adán y Eva cayeron también. Ellos creyeron las mentiras del diablo y comieron el fruto prohibido. Hoy vemos otra historia de tentación. Vemos la historia del segundo Adán - Jesús - como se enfrenta a la tentación y las mentiras del diablo. Veremos que Jesús venció al diablo, y lo que significa para nosotros.

En nuestras lecciones para hoy, tenemos dos historias de tentación, pero con finales diferentes. Vamos al evangelio de San Mateo donde cuenta la historia de la tentación de Jesús. A diferencia de la escena de Adán y Eva en el jardín perfecto de Edén, en nuestra escena, nos encontramos en el desierto. Justo antes de irse al desierto, Jesús había sido bautizado por Juan. En la escena del bautismo, vimos a Jesús indudablemente mostrándose como el Hijo de Dios, todopoderoso. Pero a diferencia del bautismo, vemos a Jesús después de ayunar 40 días, débil físicamente. Y allí está el diablo en el desierto con Jesús, tentándolo. Seguramente durante los 40 días, el diablo estaba tentando a Jesús constantemente, pero Mateo nos habla solo de tres tentaciones. Pero la historia de estas tres tentaciones nos mostrará nuestro pecado, y nuestro salvador.

La primera tentación. Recuerden ustedes que Jesús había ayunado por 40 días antes de esta tentación por el diablo. Jesús es completamente Dios, y completamente humano. Por esto, Jesús sintió los sentimientos físicos después de ayunar por 40 días. Seguramente fue una atenuación decir que tenía hambre. Pero durante esos 40 días, Jesús confió que su Padre le guardaba y preservaba. Sin embargo, todavía tuvo hambre. Y aquí vemos la tentación. El diablo vino y dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. ¿Pero dónde está el problema? Jesús es Dios y puede convertir cualquier cosa en otra cosa sin problema. Pero Jesús estaba confiando en el Padre. Con esta tentación, el diablo trató de crear desconfianza en el Padre y empujar a Jesús aliviar su hambre por sí mismo en vez de confiar en Dios.

La segunda tentación. El diablo llevó a Jesús al pináculo del templo. Según un historiador, ese punto tenía una altura de 140 metros, suficiente para matar a cualquier persona que cayera del pináculo. Y dijo el diablo, Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Aquí usó el diablo la palabra de Dios para tentar a Jesús. Sí es verdad que Dios nos protege, entonces ¿Cuál es la tentación? El diablo fracasó de tentar a Jesús con desconfianza, entonces él trató de usar falsa confianza como tentación. Jesús sabía que las promesas de Dios siempre son verdad, pero la tentación era hacer una prueba para ver si Dios haría lo que prometió. Lo vimos con Adán y Eva. Ellos supieron la promesa de Dios, pero tenían dudas creadas por el diablo y quisieron ver si la promesa era verdad.

La tercera tentación. El diablo llevó a Jesús a un monte y allí ofreció a Jesús todos los reinos del mundo a cambio de adorar a él. Aquí el diablo pretendió tener la autoridad de Dios Padre en cuyas manos queda el mundo. Por solo hacer una cosa en secreto, el diablo ofreció el mundo. Jesús no necesitaría morir por el mundo. Habría sido tan fácil. Solo habría sido una adoración al diablo, nada más.

Tal vez el diablo no viene a nosotros en el desierto así para tentarnos, pero seguramente viene. Más peligrosamente, él viene escondido y nos miente de maneras muy agradables tal como leemos en 2 Corintios 11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. ¿Cuáles mentiras del diablo hemos escuchado y seguido? La primera y segunda tentación: desconfiar o dudar de Dios. Tal vez hemos orado y pedido muchas cosas de Dios. Hemos confiado que Dios nos va a proveer todo lo que necesitamos, pero cuando viene el día de la carencia: una falta de amor, una falta de respuestas para nuestras oraciones, ¿Qué hemos pensado? Tal vez hemos sentido desconfianza de Dios, Tal vez hemos pensado que Dios no puede ayudarnos o apoyarnos, O también hemos querido una señal para probar de que Dios realmente está escuchándonos. Esto es pecado contra el primer mandamiento.

La tercera tentación. Tristemente, existe gente que adora al diablo. El mundo se ha hundido tanto que la gente quiere el opuesto del Dios de amor. Ellos quieren el padre de mentiras. Pero creo que esta tentación aparece más escondida en nuestras vidas, el catecismo de Lutero lo llama idolatría secreta. Parece como nuestro pecado favorito. El pecado que nadie sabe o conoce. El pecado que nos gusta hacer una y otra vez. O el pecado que hacemos porque no hace daño a nadie sino a nosotros. Pero este pecado puede ser lo más peligroso. Este pecado puede volver nuestro dios. Este pecado nos pone en peligro de las llamas del infierno y la muerte eterna.

Pero ¿Qué hizo Jesús cuando se enfrentó a las tentaciones? ¡Él venció! Cuando el diablo lo tentó para que desconfiara de Dios, Jesús dijo: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Cuando el diablo lo tentó para crear una falsa confianza y dudar a Dios, Jesús dijo: No tentarás al Señor tu Dios. Cuando el diablo lo tentó para que le adorara, Jesús dijo: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Este no es un manual para combatir la tentación, sino una demostración del amor de nuestro salvador Jesús por nosotros. Jesús venció todas las tentaciones por nosotros. Por cada vez que hemos caído en tentación, Jesús resistió perfectamente. Por cada vez que hemos desconfiado y dudado de Dios, Jesús confió perfectamente por nosotros. Y por cada vez que hemos adorado cualquier otra cosa hasta nuestro pecado mismo, Jesús adoró perfectamente a Dios todo el tiempo por nosotros.

Y ahora, cuando estamos enfrentados con tentación, tenemos un compañero en la batalla. Si luchamos contra el diablo por nosotros mismos, no tendríamos ninguna chance. Pero con Jesús, tenemos un aliado que ya venció la tentación y el diablo. El diablo no tiene ningún poder sobre nosotros. El pecado no tiene ningún poder sobre nosotros. Tenemos el poder de Dios para combatir a los enemigos en esta vida y todo esto gracias al Espíritu Santo.

Pero también tenemos una esperanza después de esta vida. Como leímos en Romanos 5:20-21 - Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. Por medio de la fe, Dios nos ve como justos. Y por esta justicia dada a nosotros por Jesús, tenemos una vida eterna en los cielos con Dios. Tenemos esa confianza que nuestra salvación es segura. ¿Por qué? Porque Jesús ya venció al diablo por nosotros y por esto cada vez que llegue la tentación en nuestras vidas dejemos que el Espíritu Santo nos lleve a la Escritura para leer el consejo de Dios, vamos a orar para pedir a Dios que nos ayude porque Él nos ha prometido: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.1 Corintios 10:13. Amén.

 

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Amén.

 

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

17 De tal manera Dios amó

18 Te saludo, Cristo santo

32 Oh, Verbo humanado

88 Sublime gracia

 

Culto Cristiano:

129 Castillo fuerte

47 Cristo vida del viviente

54 ¿Vives triste y angustiado?

67 Santo Cordero

202 Oí la voz del Salvador

207-217 Himnos de Arrepentimiento y Confesión

219 Roca de la eternidad

223 Confío yo en Cristo

225 Por gracia sola yo soy salvo

229 Tal como soy


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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