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Servicio - 25 agosto 2019

El undécimo domingo después de pentecostés

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(Verde)

Tema del día:  El dinero y las demás bendiciones materiales que Dios nos concede en este mundo son regalos de nuestro Padre celestial y por lo tanto, deben de ser apreciados y usados para su gloria. Pero en el momento que uno empieza de confiar en las cosas de este mundo y aferrarse a ellas, esas bendiciones llegan a ser “vanidades”, sin valor ninguno.

La Colecta: Haz que tu perpetua misericordia, oh Señor, limpie y defienda tu iglesia, y puesto que sin tu ayuda no podemos seguir con seguridad, protege y gobiérnala en tu bondad; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La Primera Lectura: Eclesiastés 1:2,2:18-26 Buscando la felicidad en las “cosas” de este mundo resultará en el lamento del Rey Salomón: “Todo es vanidad.” Uno solamente puede estar contento al reconocer que todo viene de “la mano de Dios.”

1 2Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad

218Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. 19Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. 20Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. 21¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. 22Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? 23Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.

24No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. 25Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? 26Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

El Salmo del Día: 34

Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.

 

1Bendeciré a Jehová en todo tiempo;

Su alabanza estará de continuo en mi boca.

2En Jehová se gloriará mi alma;

Lo oirán los mansos, y se alegrarán.

3Engrandeced a Jehová conmigo,

Y exaltemos a una su nombre.

 

4Busqué a Jehová, y él me oyó,

Y me libró de todos mis temores.

5Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.

6Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.

7El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

Y los defiende.

8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;

Dichoso el hombre que confía en él.

9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,

Pues nada falta a los que le temen.

10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;

Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.

 

11Venid, hijos, oídme;

El temor de Jehová os enseñaré.

12¿Quién es el hombre que desea vida,

Que desea muchos días para ver el bien?

13Guarda tu lengua del mal,

Y tus labios de hablar engaño.

14Apártate del mal, y haz el bien;

Busca la paz, y síguela.

 

15Los ojos de Jehová están sobre los justos,

Y atentos sus oídos al clamor de ellos.

16La ira de Jehová contra los que hacen mal,

Para cortar de la tierra la memoria de ellos.

17Claman los justos, y Jehová oye,

Y los libra de todas sus angustias.

18Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;

Y salva a los contritos de espíritu.

 

19Muchas son las aflicciones del justo,

Pero de todas ellas le librará Jehová.

20El guarda todos sus huesos;

Ni uno de ellos será quebrantado.

21Matará al malo la maldad,

Y los que aborrecen al justo serán condenados.

22Jehová redime el alma de sus siervos,

Y no serán condenados cuantos en él confían.

 

La Segunda Lectura: Colosenses 3:1-11 Al creer en Cristo, un creyente va a luchar para fijar la mirada en las cosas de Dios y para dejar los pecados de la carne.

1Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. ¡Aleluya!

El Evangelio: Lucas 12:13-21 Cristo, por medio de la parábola del rico insensato, nos enseña que nuestra seguridad eterna no se encuentra en los bienes de este mundo, sino solamente en él.

13Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

 

HERMANOS EL ESPIRITU SANTO NOS ENSEÑA QUE CRISTO ES EL TODO

No es malo hacer planes para el futuro siempre y cuando tengamos en nuestro corazón la confianza de que todo está en las manos de Dios y en su santa voluntad, la biblia nos enseña a que seamos organizados teniendo una buena mayordomía y es por esto que pone un buen ejemplo en la creación de Dios como lo vemos en Proverbios 6:6-8 6Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; 7La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, 8Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. La hormiga es un buen ejemplo que Dios nos da para que entendamos que en este mundo es muy importante que trabajemos para tener el sustento diario y que ahorremos un poco para el futuro, pero cuando estamos hablando de ahorrar o de tener o de conseguir también la Biblia nos hace un llamado que no podemos olvidar y en este sermón vamos a tener en cuenta esta enseñanza donde aprendemos que Jesús es nuestro todo, hoy y también mañana. Estamos acostumbrados a medir las bendiciones de Dios con la cosas materiales que tenemos, muchas veces nos equivocamos al creer que nuestra relación con Él esta buena porque recibimos muchas cosas materiales en este mundo; también nos equivocamos al mirar nuestro futuro y solo pensar en las cosas materiales que necesitamos tener y esto es porque creemos que entre más cosas materiales tengamos vamos a estar más asegurados en este mundo, y es donde caemos en la trampa del diablo que quiere que solo pensemos en cómo nos aseguramos materialmente en este mundo y olvidemos que la verdadera seguridad está en Jesús que es nuestro Todo.

Es normal que veamos cuando alguien convoca muchas personas a su alrededor como alguien de confianza, eso mismo era el sentimiento que Jesús generaba en muchas personas y dentro de sus congregados vemos que llegó un hombre que creía tener una petición justa 13Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Jesús inmediatamente vio que es lo que había en el corazón de esta persona, así como ve nuestro corazón en este momento, a Él no le podemos ocultar nada; la petición que tenía este hombre no estaba dirigida por una justa causa sino por el pecado de la Avaricia, que es un pecado en contra del quinto, noveno y décimo mandamiento. Este hombre quería su herencia porque creyó que tenía asegurado su futuro, hoy escuchamos a muchos cristianos solo pensar en su futuro económico en cuanto tener y como tenerlo, solo escuchamos a muchos cristianos queriendo mostrar una idea falsa que solo Dios muestra su amor por nosotros dando bendiciones materiales, hoy podemos ver como la iglesia, que somos todos los cristianos, ha caído también en el pecado de la Avaricia porque sólo pone su confianza en lo que hay en los bolsillos y olvida que la seguridad solo está en Jesús que es nuestro Todo. Cada vez que nosotros solo veamos un futuro feliz solo en tener, acumular bienes materiales nos muestra que la Avaricia esta en nuestro corazón y esta necesita ser tratada con la Ley de Dios que castiga este pecado en el infierno eterno, que es el lugar que cada uno de nosotros merecemos estar por nuestra naturaleza avara, la cual no nos hace ricos para con Dios.

El Espíritu Santo ha hecho un grandioso trabajo en la iglesia, en todos los que tenemos la fe en Cristo Jesús, porque ha hecho un cambio en nosotros como lo enseña la lectura de Colosenses 1:1-2 1Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Este cambio nace de la obra de Cristo quien fue enviado a este mundo no para ser usado como partidor o negociador de herencias o cosas materiales como lo enseña este versículo 14Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Sino que vino a este mundo a vencer el pecado de la avaricia que es un obstáculo para tener una buena relación con Dios y es por esto que la Biblia nos enseña que nunca Él perdió su objetivo de estar en este mundo como lo enseño Mateo 8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Esta manera de vivir de Jesús nos muestra que nunca su preocupación fueron tener cosas materiales porque Él solo vino a destruir las obras de la carne en nuestro lugar, fue perfecto, sin pecado, su vida solo fue guiada por el amor a cada uno de nosotros donde también ofreció todo lo que tenía por nosotros, su vida y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:8–9. Por esto recordemos en que hemos sido transformados cada uno de nosotros, la vida perfecta de Cristo, su muerte y su resurrección nos ha dado una nueva manera de vivir la cual se resume en esta frase: Jesús es nuestro Todo y es por este motivo que nuestra prioridad hoy y mañana mientras estemos en este mundo es seguir este consejo de Jesús que a la vez es un mandato para nuestra vida de santificación 15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Así es, como Jesús es nuestro Todo solo vamos a buscar mejor las cosas del cielo y no seguir el ejemplo de este hombre de la parábola que Jesús dio 16También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

Este hombre buscaba tener muchas cosas materiales porque confiaba en ellas para su futuro, en cambio el Espíritu Santo nos enseña en cuanto a las cosas materiales 24No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Eclesiastés 2:24 las cosas materiales que recibimos en este mundo es por la misericordia de Dios y la usamos para sobrevivir aquí en este mundo no preocupándonos por el futuro porque si Dios nos provee hoy también lo hará mañana.

El hombre de esta parábola dijo a su alma movido por sus riquezas materiales ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? El Espíritu Santo hace que nos preocupemos por nuestras riquezas espirituales las cuales no nos llevan a guardar frutos, sino al contrario nos hace que repartamos las bendiciones espirituales que Dios nos ha dado 5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría, Colosenses 1:5. Cuando nuestra carne es controlada por el Espíritu Santo sabemos que nuestra riqueza esta en Cristo porque es nuestro Todo y mostramos esta riqueza en el amor hacia el prójimo no solamente compartiendo con ellos las cosas materiales que Dios nos ha dado sino compartiendo lo más importante que es a Cristo quien quiere ganar cada corazón que hay en este mundo.

Este hombre creyó que los bienes materiales que tenía daban seguridad en este mundo pero nosotros por medio del Espíritu Santo creemos que la seguridad en este mundo la tenemos solo en Cristo, quien ha ganado por nosotros la paz con el Padre, y es por esto que la seguridad no la da un banco o una aseguradora, la verdadera seguridad viene del cielo porque tenemos un buen pastor que nos cuida y gobierna Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4.

Este hombre no pensó en lo más importante para su vida, la eternidad, se dejó engañar de los bienes materiales queriendo tener bienestar en este mundo y es por esto que al infierno van aquellos que Jesús no es su todo, en cambio damos gracias al Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo que son un solo Dios verdadero que nos ha dado la verdadera riqueza, esta que es cuidada y alimentada por Él mismo Dios la cual nadie nos puede quitar y vamos a disfrutar eternamente ya que las cosas materiales solo son para este mundo pero la riqueza espiritual que se nos ha dado nos hace ricos para con Dios quien hoy nos dice: 1No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Juan 14.1–3. Amén

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

33 Soy el camino

47 A nadie amaré como a Cristo

48 Busca primero el reino de Dios

51 Dios de gracia, Dios de gloria

52 Hermanos cantad

53 Seguidme a mí, dice el Señor

 

Culto Cristiano:

161 Dejo el mundo

167 Nada puede ya faltarme

193 De boca y corazón

240 En Jesucristo se halla la paz

243 Jesús es mi tesoro

245 Lejos de mi Padre Dios

246 Mi fe descansa en ti

253 A los pies de Jesucristo

326 Por tus piedades mil

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