
El vigésimo primer domingo después de pentecostés
(Verde)
Tema del día: El Señor nos invita a su banquete celestial, y entonces qué nada nos impida asistir.
La Colecta: Te imploramos, oh Dios, que ilumines nuestras mentes por el Espíritu Santo que procede de ti, que conforme a la promesa de tu hijo, seamos conducidos en toda verdad; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 25:6-9 Todos los pueblos están invitados al banquete eterno del Señor omnipotente en donde sólo lo mejor se sirve, en donde no hay muerte ni lágrima. Por lo tanto los invitados alaban al patrón divino: En [el Señor] confiamos, y él nos salvó...regocijémonos y alegrémonos en su salvación.
6Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. 7Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. 8Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.
9Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.
El Salmo del Día: Salmo 23
Salmo de David.
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
La Segunda Lectura: Filipenses 4:4-13 San Pablo anima a los filipenses y también a nosotros a alegrarnos en el Señor y en la paz que nos da, que es “la paz que sobrepasa todo entendimiento.” Esta paz llena nuestras mentes y nuestros corazones con “todo lo que sea excelente o merezca elogio,” y nos ayuda a estar contentos en cualquier situación.
4Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
10En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Este es el Señor a quien hemos esperado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación. ¡Aleluya!
El Evangelio: Mateo 22:1-14 El reino del cielo es como un banquete de lujo, lleno de la gracia de nuestro Dios y al cual todos están invitados. Pero aunque la entrada es gratis y todos están invitados, pocos asisten. ¿Por qué? Porque la naturaleza depravada del hombre quiere dar excusas, prefiere seguir sus propios deseos, y aún intenta entrar vestida en su propia rebelión. “Muchos son los invitados, pero pocos los escogidos.”
1Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: 2El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; 3y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. 4Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. 5Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 6y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. 7Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. 8Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. 9Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 10Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. 12Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. 13Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 14Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
HERMANOS VIVAMOS ESTE MATRIMONIO CON DIOS
Todos nosotros nos gusta asociarnos para causas comunes, al leer la historia de nuestros países o ciudades aprendemos como se unieron personas para hacer de nuestra región algo diferente como por ejemplo en los tiempos que fueron expulsados los españoles de Latinoamérica. Leemos en la historia que no lo hizo una persona sola, sino que, existió una unión entre personas que buscaban un bien común, la independencia de nuestra raza, de nuestra sociedad y de nuestra historia. Las asociaciones a veces son buenas y en otras oportunidades traen problemas porque se olvida por qué se unen las personas y en esta parábola de la fiesta de las bodas encontramos que se hablan de dos asociaciones en las que estamos las personas hoy en día y son para nuestro beneficio. Vamos a hablar de la primera asociación, que es el matrimonio, recordemos el momento en el cual pedimos la mano de nuestra novia y como se dieron las cosas para poder casarnos, pero tal vez no tuvimos la mayor fiesta, pero si recordamos ese día que nos casamos como una fecha muy especial. Un matrimonio es una fiesta, se está celebrando que se unieron dos personas bajo la bendición de Dios para estar juntos hasta que la muerte los separe. Y es lo que estamos viendo en esta parábola, la alegría de la fiesta de bodas, esto lo vemos en las palabras de Jesús: 4He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Aunque este es el matrimonio de una persona rica y poderosa como este rey, podemos ver su dedicación en la planeación de esta fiesta porque su hijo se va a casar. Pero es triste lo que sucedió en esta fiesta y recordamos tal vez nuestra fiesta o reunión en el matrimonio ¿cómo nos sentimos cuando ciertas personas que invitamos no fueron? Nos sentimos frustrados, decepcionados y hasta creo que llegamos a pensar que no valió la pena invitar a tantas personas porque al final no llegaron las personas que más estabamos esperando, hoy nosotros podemos entender el sentimiento de este rey y padre de familia.
Vemos en la actitud de este rey, la misma de Dios, su amor y su justicia. Tres veces mando a sus siervos para que fueran las tarjetas de invitación para los convidados a la boda de su hijo, amor y persistencia vemos en esta parábola, pero sabemos lo que sucedió cuando le rechazaron la invitación, hoy por la misma Palabra sabemos que estos que fueron invitados y rechazaron son los Israelitas, el pueblo visible de Dios. Pero esta parábola tiene otro sabor, que es el sentido de usar el matrimonio como punto central de la misma y es donde hablamos de otra asociación donde nosotros estamos vinculados, la iglesia. Tanto el matrimonio como la iglesia fueron creados por Dios para el bien nuestro, en el matrimonio encontramos tres bendiciones como la compañía, tener una vida sexual y los hijos, los casados adoptamos esta condición libre y conscientemente y estas bendiciones del matrimonio no podemos cambiarlas y si lo hacemos estamos pecando en contra del Dios y su Palabra. Pero encontramos lo mismo en la iglesia, todos nosotros estamos aquí, no por voluntad propia, sino por la voluntad de Dios para nuestro beneficio, desde el día de nuestro bautismo nosotros fuimos traídos a la iglesia. Estos que rechazaron la invitación del rey a la fiesta de bodas también nos representan a nosotros y hace que confesemos nuestro pecado porque en oportunidades tenemos la actitud de ver la iglesia como nuestra enemiga y tomamos la actitud de estos hombres que rechazaron la invitación a esta boda, verso 3mas éstos no quisieron venir. En estos dos versos se nos dice: 5Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 6y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Podemos ver un último versículo de esta parábola 11Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Nosotros hemos rechazado la invitación a nuestra boda con Cristo, porque esta es la enseñanza principal de esta parábola, y es nuestro pecado quien hace que rechacemos el estar fieles con Él. Recordemos las palabras del Profeta Oseas: 1Pon a tu boca trompeta. Como águila viene contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley. 2A mí clamará Israel: Dios mío, te hemos conocido. 3Israel desechó el bien; Oseas 8:1-3. Ahora pensemos en las veces que hemos traspasado la ley de Dios en esta semana, ¿hemos sido infieles en nuestro matrimonio? ¿nos burlamos de la persona que amamos al mentirle? ¿Cómo hijos nos comportamos como si perteneciéramos a una banda delincuencial? ¿Hemos escuchado y compartido falsa enseñanza bíblica? ¿Sólo pensamos en como quitarle al prójimo lo que no nos pertenece? Todas estas actitudes pecaminosas que les menciono, es la manera que cada uno de nosotros hemos ofendido a nuestro Dios dañando nuestro matrimonio espiritual con Él y por esto merecemos que Él nos asesine, queme nuestras ciudades, envíe nuestros enemigos como águilas para destruirnos por ser desobedientes a su Palabra e ir en contra de su esencia como Dios, reconozcamos que hemos sido orgullosos y no hemos tratado bien todos los mandamientos de Dios.
Pero nos falta hablar de otro ejemplo que nos presenta esta parábola: 11Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. 12Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. ¿A quién representa este hombre que no estaba vestido de boda? Aquellos que se asocian a un congregación cristiana pero no tienen fe, en estos domingos hemos visto lo importante de estar conectados con la piedra angular, Cristo, pero muchos hoy en día no creen en Jesús como su Señor y Salvador, muchos creen que el ropaje de sus obras les salvará, pero tristemente cuando se encuentren con Jesús les dirá: 22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 8:22-23. Este hombre fue echado al infierno por no tener el ropaje de la fe, la justicia de Cristo y ahora nosotros examinemos en quien está nuestra confianza, como estamos llevando nuestra vida, porque no podemos desconectar la justificación de la santificación, no podemos decir que creemos en una cosa y mostramos en nuestra vida que somos otros porque es una prueba que no tenemos el ropaje de la fe.
¿Pero saben mis hermanos? Hoy es un día de fiesta, los que somos casados recordamos nuestra boda y fiesta de bodas y ahora estamos aquí dando gracias a nuestro Dios por tratar nuestra relación con Él como un matrimonio donde hay amor, respeto, paciencia y verdad, nosotros también somos los invitados que estabamos en el camino y sin ser dignos fuimos llamados a esta fiesta. Nuestro Dios envió al novio y podemos decir que este matrimonio es con cada uno de nosotros, el cual empezó en nuestro bautismo y es por esto que la Palabra nos dice en Romanos 6:3-4 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, ¡Así es hermanos! No nos acordamos del día de nuestro bautismo pero hoy si sabemos el resultado del mismo, en este se nos dio la fe en la obra de Cristo, quien vino a este mundo por amor a cada uno de nosotros y llevó una vida de sacrificio, nunca alimentó su carne, nunca pecó, nunca dio un paso atrás con su carne, Pablo habla de esto cuando enseña el papel del hombre y la mujer dentro del matrimonio, Jesús tuvo un amor sacrificial por la iglesia, su novia y fue por su manera de vivir que cada uno de nosotros somos perdonados de haber pecado contra todos los mandamientos de la tabla de la Ley, pero también el sello de su sangre en la cruz nos limpió de toda vestidura impura de nuestra carne pecaminosa y ahora nosotros estamos revestidos de Jesús. El mismo Espíritu Santo nos ha puesto el ropaje del nuevo hombre y San Pablo nos explica esto en Efesios 4. Jesús casado con nosotros hace cosas maravillosas en nuestra vida y lo primero es dar gracias a Dios porque somos parte de los pocos llamados, miremos cuantas personas hay en el mundo y nuestro Señor se fijó en nosotros porque muchos han rechazado el mensaje del evangelio y muchos aman su vida pecaminosa en la cual viven, pero nosotros por la obra del Espíritu Santo vivimos este matrimonio con Jesús al cien por ciento porque en Efesios aprendemos que al estar vestidos del nuevo hombre, tener este ropaje de la fe, no solo nos lleva al cielo para tener esta fiesta de bodas eternas como lo leemos en Apocalipsis 19:7-8 7Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Hoy nosotros tenemos el nuevo hombre creado en justicia y santidad de la verdad, la Palabra de Dios nos ha transformados y por esto hablamos la verdad, por esto cuando por nuestro pecado nos airamos vamos a guardar silencio para no ofender a nadie en medio de la ira, en nuestros matrimonios cuando pecamos, estamos llamados a arreglar las cosas antes de que se ponga el sol y como hijos vamos a dar gracia a Dios por nuestros padres que nos educaron moral y cristianamente y nuestro comportamiento en nuestra casa va ser de respeto y obediencia, recordemos que el cuarto mandamiento es el único mandamiento con promesa, pero también no estemos amargados en la iglesia, nuestra fe nos hace siempre estar felices porque todos aquí estamos casados con Cristo y tenemos un bien común, la vida eterna y cada vez que estemos reunidos con los hermanos eternos vamos a abrazarnos, saludarnos y esta muestra de compañerismo nos recuerda que estaremos en el cielo con nuestro Dios y con cada uno de ustedes hermanos míos. Amén
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
63 A Dios demos gloria
75 Jubilosos, te adoramos
78 Señor mi Dios
101 Yo sólo espero ese día
108 Esta es la fiesta
Culto Cristiano:
155 A Ti, que por tu muerte
156 Ven Tú, ¡oh Rey eterno!
202 Oí la voz del Salvador
205 Venid pecadores
230 ¡Oh Jesús, Señor divino!
337 Mi Jesús, mi Salvador
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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