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El tercer domingo después de epifanía

(Verde)

 

Tema del día: Jesús cumple con la profecía de Isaías al predicar las buenas nuevas del evangelio en Galilea, y en esa forma se manifiesta como el Salvador, la luz prometida en el Antiguo Testamento.

 

La Colecta: Oh Señor, Dios todopoderoso, que siempre has abastecido tus siervos con los varios dones que proceden únicamente de tu Espíritu Santo: Te rogamos que no nos dejes desprovistos de tus múltiples dones ni de la gracia para poderlos usar siempre para gloria tuya y el bienestar de nuestros prójimos; por Jesucristo, tu Hijos, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Isaías 9:1-4 Dios por medio de su profeta Isaías profetiza que una luz resplandecerá sobre los gentiles para consolar a los que por causa del pecado están cargados y desesperados espiritualmente.

 

1Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.2El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. 3Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. 4Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.

 

El Salmo del Día: Salmo 27

 

Salmo de David.

1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?

Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,

Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

3 Aunque un ejército acampe contra mí,

No temerá mi corazón;

Aunque contra mí se levante guerra,

Yo estaré confiado.

4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;

Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;

Me ocultará en lo reservado de su morada;

Sobre una roca me pondrá en alto.

6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,

Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;

Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;

Ten misericordia de mí, y respóndeme.

8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.

Tu rostro buscaré, oh Jehová;

9 No escondas tu rostro de mí.

No apartes con ira a tu siervo;

Mi ayuda has sido.

No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,

Con todo, Jehová me recogerá.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,

Y guíame por senda de rectitud

A causa de mis enemigos.

12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;

Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová

En la tierra de los vivientes.

14 Aguarda a Jehová;

Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;

Sí, espera a Jehová.

 

 

La Segunda Lectura: 1 Corintios 1:10-17 San Pablo exhorta a la congregación de Corinto a ser unidos en una sola fe, “en una misma mente y un mismo parecer.” Debemos evitar divisiones en la iglesia, especialmente en cuanto a quién es el pastor o líder favorito.

Somos uno bajo el Señor y uno en nuestra predicación.

 

10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Mateo 4:12-20 Pronto después de que fue encarcelado Juan el Bautista, Cristo empezó su ministerio en Galilea, predicando un mensaje de arrepentimiento y fe, y cumpliendo con las palabras de la primera lectura para el día de hoy. Cristo verdaderamente fue una luz resplandeciendo en la oscuridad.

 

12Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; 13y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, 14para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:

15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,

Camino del mar, al otro lado del Jordán,

Galilea de los gentiles;

16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;

Y a los asentados en región de sombra de muerte,

Luz les resplandeció.

17Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

 

 

LA EPIFANÍA NOS ASEGURA QUE LA LUZ DEL MUNDO ESTA EN NUESTRO CORAZÓN

 

El desierto de Judea que esta ubicado al noreste del Mar Muerto y al norte de Jericó fue testigo de la obra de Dios con Juan el Bautista y nuestro Señor Jesucristo, en este lugar es donde desembocaba el rio Jordán al Mar muerto y fue donde Juan el Bautista predicaba y bautizaba a los que llegaban a él y donde fue bautizado nuestro Salvador Jesús, pero también en algún lugar de este desierto de Judea nuestro Señor Jesucristo se enfrento cara a cara con el diablo por cuarenta días y cuarenta noches al ser tentado por el acusador, pero la Escritura nos muestra la vergüenza que vivió el acusador porque creyó que iba a engañar a Jesús como lo hizo en el jardín del Edén. Pero volviendo a Juan el Bautista nos enteramos como Jesús se enteró que estaba preso y esto por predicar la Ley a Herodes, por lo tanto leemos el registro de Lucas 3:19-20 19Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, 20sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel. La aguja de la Ley siempre ofende la carne pecaminosa del hombre, porque ama estar en oscuridad espiritual, todos nosotros podemos entender lo que hizo Herodes el tetrarca porque disfrutamos del pecado, la mentira, el chisme, la infidelidad en todos los sentidos, el amar y confiar en las cosas materiales y el desobedecer a Dios pecando contra su esencia, su nombre y su Palabra hace que nuestra carne nos haga vivir en oscuridad, la aguja de la Ley pincha nuestra carne y así como nos fruncimos con el dolor y también le rechazamos, rechazamos escuchar la Ley porque esta nos humilla y hace que rechacemos la gracia de Dios tal como lo hizo Herodes y es por lo que huimos de aquel que muestra nuestro pecado y por esto merecemos la muerte en la oscuridad del infierno.

 

Pero cuando apareció Jesús en la tierra de Zabulón y Neftalí, que es Galilea de los gentiles, Isaías y Mateo muestran como los líderes religiosos menospreciaban a esta región de Galilea porque tenían mucho contacto con gentiles, pero este pueblo menospreciado fue escogido para que resplandeciera la Luz. Nuestro corazón invadido por el pecado y la aguja que ha pinchado nuestro pecado, la Ley, ha escuchado la predicación de Jesús: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. El arrepentimiento es producido por el aguijón de la Ley puesto que el Espíritu Santo ha contristado nuestro corazón y hoy damos gracias a Dios que fuimos librados de la oscuridad del infierno y alumbrados por la Luz del Evangelio que va tejiendo nuestra fe, cada vez que leemos la Escritura nos sorprendemos del amor y misericordia de Dios con cada uno de nosotros que al contrario de Herodes quien rechazo la Gracia nosotros por la obra del Espíritu Santo abrazamos a Cristo y su obra Salvadora y es por esto que nosotros al igual que el pueblo de Galilea fuimos librados de la sombra de muerte y la Luz nos resplandeció porque el reino de los cielos está en nuestro corazón por el poder del Evangelio quien nos da la confianza de quien es Jesús: 12Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida, Juan 8:12. Él es la Luz porque nunca pecó, fue quien complació al Padre en todo perfectamente y este poder del Evangelio ha hecho que le sigamos y por esto al tener la luz de la vida nos dice que somos perdonados de nuestros pecados de la mentira, el chisme, la infidelidad en todos los sentidos, el amar y confiar en las cosas materiales y el desobedecer a Dios pecando contra su esencia, su nombre y su Palabra porque también esta Luz fue a la Cruz para vencer la oscuridad del pecado, al diablo y la muerte, Pablo nos dice: 23pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 1 corintios 1:23-24. Hoy nosotros confesamos que Cristo es el poder y la sabiduria de Dios porque es nuestra Luz, puesto que al resucitar mostró como la muerte no tuvo poder sobre Él y guía al mundo con la Luz del Evangelio que está en nuestros corazones.

 

Si pensamos en cual lugar sucedieron muchos de los acontecimientos de la vida de nuestro Salvador fue en la región de Galilea y esto nos muestra una idea de donde contar lo que la Luz ha hecho en nuestras vidas, hoy en día muchos dicen querer ser misioneros en África o en lugares extremadamente olvidados por el mundo, aunque es un buen deseo olvidan que en su propia casa se necesita predicar y vivir en esta Luz. Antes de pensar de ir a predicar en otros lugares empecemos en nuestra casa, en nuestro vecindario, en nuestra ciudad, en nuestro país que tiene la misma necesidad espiritual que cualquier lugar del mundo. Jesús aplicó esto, predicando y llamando a sus primeros apóstoles 18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. Encontramos dos verdades que podemos aplicar en nuestras vidas guiadas por la Luz, la primera es el llamado de Dios para los hombres, Pedro y su hermano Andrés eran personas del común como lo somos nosotros, también tenían la necesidad del Salvador y los evangelios relatan esto claramente porque eran pecadores, pero la Luz les llamó a ser testigos de la Luz y este llamado se extiende a nosotros cuando este mismo Pedro quien aparece en el texto para hoy nos dice: 9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. 1 Pedro 2:9-10, y aquí vemos la segunda verdad para nosotros hoy en día que tenemos este llamado de ser pescadores de hombres y todo empieza en nuestras vidas, en nuestras casas, trabajo y la iglesia no haremos divisiones entre las personas usando nuestra boca o acciones que ofenden al prójimo, cuando ven que nuestras vidas que el pedir perdón y el perdonar hace parte de nuestro diario vivir es porque la Luz nos está guiando en nuestras vidas, al orar constantemente dando gracias a Dios por ser nuestro proveedor y Salvador pidiéndole también que tenga misericordia del mundo no dejando que mueran en oscuridad muchos y que nos use para que usemos la Ley y el Evangelio para que muchos pertenezcan a esa Luz para que el Espíritu Santo haga la obra en ellos y puedan también junto con nosotros adorar y glorificar en nombre de nuestro Dios y hoy es un día para que confesemos nuestra fe junto con el Salmista David: 1Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Salmo 27:1. Amén

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

107 El Señor es mi luz

26 El buen Jesús es mi pastor

29 Fruto del amor divino

30 Jesús es la roca

32 Oh, Verbo humanado

33 Soy el camino

34 Salvador, Jesús amado

 

Culto Cristiano:

34 Levántate con gozo

35 ¡Gloria a Dios en las alturas!

38 ¡Jesús divino!

111 ¡Oh Dios! Tu Verbo santo

165 Hay una fuente

242 Jesús es mi pastor

404 Hosanna al Hijo de David


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