
El último domingo de los últimos tiempos
Cristo el Rey
(Blanco)
Tema del día: El año eclesiástico termina con una gran confesión e himno de alabanza a Cristo nuestro Rey. Cada una de las lecturas para esta mañana enfocan en un aspecto diferente de su reinado y majestad. Nunca ha existido y nunca existirá otro rey como nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y es por eso que nosotros le adoramos con gozo mientras que esperemos su venida gloriosa cuando nos llevará en victoria a su reino eterno.
La Colecta: Señor Jesucristo, que por tu victoria has destruido el poder del maligno: Llena nuestros corazones con gozo y paz mientras que esperemos el día en que toda criatura en el cielo y en la tierra te alabará como el Rey de reyes y Señor de señores para tu eterna gloria y honor; porque tú vives y reinas con el Padre y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Daniel 7:13-14 El reino y la gloria de Cristo nuestro Rey no tienen igual. Cristo tiene poder y autoridad sobre toda la creación y su reino no tendrá fin. Por lo tanto, qué siempre sirvamos a Cristo nuestro Rey dándole todo el honor y gloria que merece.
13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
El Salmo del Día: Salmo 130
Cántico gradual.
1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.
2 Señor, oye mi voz;
Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.
3 JAH, si mirares a los pecados,
¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
4 Pero en ti hay perdón,
Para que seas reverenciado.
5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.
6 Mi alma espera a Jehová
Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana.
7 Espere Israel a Jehová,
Porque en Jehová hay misericordia,
Y abundante redención con él;
8 Y él redimirá a Israel
De todos sus pecados.
La Segunda Lectura: Apocalipsis 1:4b-8 Nuestro eterno y todopoderoso Rey en su gracia murió para purificarnos de nuestros pecados y para hacer a nosotros reyes y sacerdotes. ¡A él sea todo honor y gloria para siempre!
4Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. 7He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
8Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Yo soy el Alfa y el Omega, el primero y el último, el principio y el fin. ¡Aleluya!
El Evangelio: Juan 18:33-37 Jesucristo, en su juicio ante Poncio Pilatos, confiesa su verdadera identidad como el Rey de los reyes. Imagínense la reacción de Poncio Pilatos. ¿Cómo podía este hombre humilde y sangrando ser un rey? Pero Cristo no vino a este mundo para ser servido, sino para testificar a la verdad, y la verdad es que Cristo nuestro Rey vino para dar su vida en rescate por todo el mundo.
33Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? 34Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? 35Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? 36Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. 37Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
JESÚS ES NUESTRO REY POR SIEMPRE, ESTA ES NUESTRA FE
4Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, 5y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. 1 Samuel 8:4-5. La situación que la Biblia nos acaba de plantear nos recuerda nuestro problema actual porque en los días de Samuel había un problema igual, sus hijos, los sucesores para seguir guiando un gobierno teocrático estaban alejados de la fe bíblica, el pecado de ellos lleno de mucha zozobra al pueblo de Israel. Esta zozobra la entendemos nosotros porque estamos viviendo lo mismo con los líderes del mundo, no importa como se llama la clase de gobierno que tenga un diligente solo vemos que el pecado abunda en todas partes, la respuesta que tenemos los ciudadanos a tantas cosas que vemos en los gobiernos son las protestas, las cuales sabemos que cada vez son más difíciles y violentas de lado y lado. La respuesta de parte de los ancianos de Israel para solucionar el problema de los hijos de Samuel fue pedir un rey para que les juzgara como todas las naciones. ¿Realmente todo lo que hacemos actualmente es la solución al problema? ¿Realmente llamar a un rey en Israel les solucionó el problema? Tenemos un dicho en mi país “en el desayuno se sabe que es el almuerzo” este dicho nos enseña: cómo se hace algo por primera vez y sale bien, la segunda vez puede salir mucho mejor. Pero encontramos que el primer rey de Israel pedido por el pueblo y puesto por Dios no fue lo que se esperaba. Saúl era un rey que confiaba en sí mismo, él creía que estaba por encima de Dios, por encima del pueblo y esto lo demostró en su reinado que era más hostil demostrando su impenitencia. Estos versículos muestran no solamente el problema de Israel sino el de cada uno de nosotros que somos como Raquel cuando huyo con Jacob de su padre Labán, la Biblia nos dice: Raquel hurtó los ídolos de su padre. Génesis 31:19. Israel confió en un rey para solucionar los problemas, nosotros confiamos en un político o sistema político para solucionar los problemas, pero no solamente lo vemos con estos ejemplos porque somos como Raquel teniendo una colección de ídolos en nuestras vidas para solucionar nuestros problemas y esto nos muestra nuestro pecado en contra del primer mandamiento, confiamos en cualquier que hemos hecho rey y menos en el REY VERDADERO, por esto merecemos ser echados en el fuego del infierno eterno.
La naturaleza pecaminosa del hombre nunca pide que venga el verdadero Rey a su vida, Adán y Eva cuando pecaron se escondieron de Dios mostrando que ya eran sus enemigos, el pecado hace que seamos enemigos de Dios y por lo tanto no lo buscamos porque nuestra conciencia solo nos dice que Él nos castigará. Pero encontramos que este Rey verdadero es muy diferente a todos los reyes del mundo porque estos buscan que les sirvan y este rey vino con un propósito muy claro: el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20:28. Este evangelio para el día de hoy nos enseña todo lo que hizo este Rey para entrar a nuestras vidas y reemplazar todos esos pequeños ídolos que había en nuestro corazón. Jesús estaba parado frente a un hombre poderoso como Poncio Pilato, él era encargado del imperio romano para poder gobernar y mantener la tranquilidad en lugares como Jerusalén, tal vez Pilato creyó que esta Pascua iba ser común y corriente donde los judíos estarían celebrando su fiesta y luego muchos de ellos regresar tranquilamente a sus hogares. Pero realmente el plan de Dios en esa pascua era otro, porque Dios hizo que Pilato se parará frente a un Rey que estaba en este mundo y un Rey que siempre ha existido porque la Biblia nos dice en Colosenses 1:15-16 15El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Pilato estaba parado frente a su creador, cada vez que nosotros leemos estos versículos estamos parados no solamente frente a nuestro creador sino a nuestro Salvador porque Él estando frente a Pilato no tuvo miedo de mostrar porque estaba siendo acusado por los líderes religiosos de su pueblo.
33Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? 34Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? 35Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Pilato estaba haciendo un juicio a un Rey, él no sabia que se estaba cumpliendo en ese momento las palabras del Salmo 2:1-3 1¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 2Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo: 3Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas. Este juicio se estaba haciendo porque los lideres religiosos habían rechazado a Jesús, ellos rompieron toda relación con Dios al estar en contra de su Ungido. Pero este Juicio para nosotros es perdón porque nuestro Rey nunca pecó en contra del primer mandamiento, nunca confió, ni tuvo pequeños ídolos en este mundo, solo vino a complacer a su Padre que está en los cielos y por esto 36Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. El reino que Jesús es el Rey es el de los cielos, donde vive el Padre y también en nuestros corazones. Este Reino no tiene limites y el evangelio es la forma de mostrar amor a quienes pertenecemos a este reino porque este evangelio nos dice que Dios nos buscó, Él vino a este mundo para expandir su reinado y el Espíritu Santo hace que por medio del bautismo y la evangelio pertenezcamos a Él, dice Romanos 1:16 que este evangelio es la dinamita de Dios aquella que nos muestra a Jesús quién cumplió el primer mandamiento por cada uno de nosotros al confiar en el Padre y no en un ejército de ángeles que hubiera podido venir para vencer a todos sus enemigos. También, este Rey no dejó que nosotros peleáramos la batalla más importante de nuestras vidas, ganar el perdón de parte de Dios porque sabe que somos incapaces de hacerlo y por esto vino a recibir el castigo que cada uno de nosotros merecemos, 1Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. 2Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura; 3y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le daban de bofetadas. 4Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él. 5Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre! 6Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Juan 19:1-6. Toda esta humillación, la sangre que derramó con la corona de espinas en su cabeza, las bofetadas que recibió y su crucifixión fue lo que nuestro Rey sufrió para hacernos parte del Reino de los cielos. El Padre en los cielos lo castigó y humilló fuertemente por cada uno de nosotros y este Rey vino a nosotros sin buscarle, sin merecerlo y nos hizo parte de su Reino donde confesamos la respuesta que Él le dio a Pilato 37Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Confesamos que Jesús es nuestro Rey y esta es nuestra fe.
El Espíritu Santo ha hecho salir todos los pequeños reyes, ídolos que teníamos en nuestro corazón y ha instalado al verdadero Rey, Jesús. Es el significado de la Gracia, es algo que no hemos buscado, el perdón, pero es un regalo que viene desde el cielo, es un regalo que no merecemos porque el Padre en los cielos a través de Jesús hoy nos ve santos, sin pecado. Pero este Rey es quien motiva nuestra vida, Él hace que confiemos solo en Él. Este mundo no lo cambiará ningún político, ningún sistema de gobierno, ningún hombre, solo lo Cambia Él con el poder del Evangelio, cada vez que tenemos problemas en nuestro hogar escuchemos lo que nos dice nuestro Rey Jesús y vivamos en su perdón perdonándonos unos a otros, cada vez que nos sintamos solos y creemos que nadie nos entiende encontramos en las Escrituras que este Rey Verdadero conoce nuestros corazones, nos conoce bien y Él nos ha dado la seguridad que esta con nosotros en los momentos más difíciles de nuestra vida y cuando muramos Él estará a nuestro lado cuidando nuestra alma. Este Rey nos ha dado la promesa de la vida eterna y cuando venga por segunda vez nos llevará en cuerpo y alma al cielo, Daniel en su visión vio: 13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. Daniel 7:13-14. Poderosas promesas leemos en estos versículos, tiene el dominio, gloria y reino sobre todo y su reino nunca será destruido. Ahora podemos terminar no solamente este año eclesiástico sino también un glorioso día de adoración no por nosotros sino porque el Espíritu Santo nos ha llevado a confiar en nuestro Rey, en nuestro Señor hoy y por siempre, esta es nuestra fe. Amén.
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
72 Gloria al nombre de Cristo
75 Jubilosos, te adoramos
78 Señor, mi Dios
79 Te exaltaré, mi Dios, mi rey
98 (Muerte! )dónde está tu horror?
99 Cuando suene la trompeta
100 Pronto vuelve Jesucristo
101 Y sólo espero ese día
108 Esta es la fiesta
Culto Cristiano:
78 De mil arpas y mil voces
79 Loores dad a Cristo el Rey
80 Ved al Cristo, rey de gloria
82 A Cristo proclamad
85 Venid con cánticos, venid
86 Venid, nuestras voces alegres unamos
156 Ven Tú, oh Rey eterno
185 Naciones todas, alabad
257 Mirad y ved a nuestro Dios
341 Tú ya vienes, (oh Dios mío!
398 Del trono santo en derredor
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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