Skip to content

Servicio - 21 febrero 2021

El primer domingo de cuaresma

(Púrpura)

 

Tema del día: Jesucristo vino a este mundo para vivir y morir como nuestro sustituto. Llevó la vida perfecta que por causa del pecado no podemos llevar y murió en nuestro lugar, sufriendo el castigo de todos nuestros pecados. Nadie puede quitar la salvación que tenemos en Cristo Jesús ni separarnos del amor de Dios que tenemos en él.

 

La Colecta: Oh todopoderoso y eterno Dios, te rogamos que nos dirijas, santifiques y gobiernes nuestras almas y corazones en los caminos de tus leyes y las obras de tus mandamientos, a fin de que mediante tu protección poderosa seamos defendidos en cuerpo y alma, ahora y siempre; por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Génesis 22:1-18 Dios manda a Abraham sacrificar a su único hijo Isaac, y Abraham muestra su fe al estar dispuesto a sacrificar a su hijo amado según el mandato de Dios.

1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. 5Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. 6Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. 7Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.

15Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

 

El Salmo del Día: Salmo 6

 

1 Jehová, no me reprendas en tu enojo,

Ni me castigues con tu ira.

2 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;

Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.

3 Mi alma también está muy turbada;

Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

4 Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;

Sálvame por tu misericordia.

5 Porque en la muerte no hay memoria de ti;

En el Seol, ¿quién te alabará?

6 Me he consumido a fuerza de gemir;

Todas las noches inundo de llanto mi lecho,

Riego mi cama con mis lágrimas.

7 Mis ojos están gastados de sufrir;

Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

8 Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;

Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.

9 Jehová ha oído mi ruego;

Ha recibido Jehová mi oración.

10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;

Se volverán y serán avergonzados de repente.

 

La Segunda Lectura: Romanos 8:31-39 En una de las secciones más consoladoras de la Biblia, San Pablo expresa en una forma muy lógica y clara la confianza que tenemos como cristianos en este mundo. Por la obra vicaria de Jesucristo, nada ahora nos puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Por la muerte de Jesucristo, Dios nos ha declarado inocentes y nos da el cielo. No hay nadie que nos puede condenar ante Dios. La victoria es nuestra.

 

31¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

 

El Versículo: Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo

 

El Evangelio: Marcos 1:12-15 Cristo como nuestro sustituto sufrió las mismas tentaciones que nosotros, pero sin pecar. La perfección de Jesucristo ya es nuestra por el amor de Dios, el cual nos declara inocentes por los méritos del mismo Jesucristo el cual derrotó al diablo con su vida perfecta y muerte inocente en la cruz.

 

12Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. 13Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

14Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

 

EL TEMOR A DIOS NOS GUIA EN ESTE MUNDO DESERTICO

 

Nunca he ido a un desierto y tal vez muchos de ustedes tampoco, pero cuando vemos o leemos que es un desierto y como es la vida en estos lugares pensamos en lo dificil que es pasar unas horas en este lugar. La falta de agua, no tener un lugar donde tener una buena sombra, las altas temperaturas del sol, la arena que nubla nuestros ojos son situaciones difíciles que viviríamos si estuviéramos en un desierto. Pero si hacemos una analogía de lo dificil que es vivir o pasar un tiempo en el desierto comparándola con nuestra vida en este mundo inmediatamente pensamos en el listado de circunstancias difíciles que podemos vivir guiados por San Pablo cuando escribió a los romanos: Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada. Todos nosotros hemos pasado por estas situaciones en esta vida, las tribulaciones que nos traen la enfermedad, la muerte de un ser querido o una relación tormentosa que tengamos en el matrimonio o con el prójimo. La angustia que nos sorprende cuando tenemos un futuro incierto y vemos un mañana oscuro, la persecución a causa de nuestra fe porque ya los grupos que son minorías nos ven y acusan de xenófobos, racistas y personas sin misericordia. La economía difícil que esta en el mundo por la situación actual o nuestra mala mayordomía que nos lleva a sufrir hambre y desnudez. El peligro en el que estamos cuando salimos a la calle por la delincuencia o el peligro espiritual que vivimos a diario con nuestro pecado que nos tienta abandonar la fe y la espada que representa la muerte que estamos esperando en nuestras vidas y que poco aceptamos. Todas estas circunstancias que son pruebas de fe o consecuencias de nuestros propios pecados nos llevan a pecar en contra del primer mandamiento, olvidando temer a Dios y confiando en nuestros propios medios o en lo que el mundo nos ofrece para soportar y salir de esta situación. La falta de temor a Dios nos hace poco sabios y es donde tomamos las decisiones equivocadas abandonando nuestra fe porque nos desanimamos y finalmente nuestra alma se pierde en las profundidades del infierno porque dejamos de confiar en el amor de Dios.

 

San Marcos nos presenta en pocas palabras lo que nuestro Señor Jesucristo vivió en el desierto antes de empezar su ministerio 12Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. 13Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. Pero también nos presenta la situación difícil de Juan el Bautista que estaba viviendo en ese momento 14Después que Juan fue encarcelado. Encontramos una diferencia entre estas dos situaciones difíciles, porque Jesús estando en el desierto siendo tentado por satanás ganando nuestra salvación y Juan el Bautista sufría persecución por vivir como salvo. Por esto detallemos lo que nos enseña Mateo 4 sobre la tentación de Jesús: 2Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Luego leemos 5Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Y por último el pasaje bíblico nos dice 8Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Podemos ver como con estas tres tentaciones el diablo buscaba que Jesús no tuviera temor de Dios queriendo que pecara en contra de los tres primeros mandamientos. El diablo quería que Jesús no viera el poder de la Palabra de Dios, quería que Jesús usara el nombre de Dios en vano y finalmente que dejara de adorar a Dios. Nosotros por nuestro pecado en medio de las circunstancias difíciles que mencionamos usando la carta de los romanos caemos fácil en las manos del maligno y dejamos de tener el Temor a Dios y vamos como fieras en contra de los tres primeros mandamientos, pero Jesús viendo nuestro estado espiritual tuvo misericordia de cada uno de nosotros y es por lo que nosotros como el mismo Juan Bautista que estaba preso por llevar el evangelio encontramos regocijo en la vida de Jesús. El autor de los hebreos nos explica claramente cual fue el resultado de la obra de Cristo en el desierto por nosotros Hebreos 4:15 sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Jesús soportó todas estas tentaciones por amor a cada uno de nosotros para que nosotros hoy fuésemos perdonados de nuestra falta de temor a Dios, es decir, ser perdonados de nuestro pecado en contra de los tres primeros mandamientos.

 

Una de las consecuencias que nosotros merecemos por nuestra falta de temor a Dios es morir, pero no estamos hablando solo de la muerte fisica, merecemos nosotros por ir en contra de la primera tabla de la ley estar muertos espiritualmente y ser llevados a la muerte eterna. Pero esta consecuencia ha sido quitada para cada uno de nosotros en la muerte de Cristo, Él soportó el castigo que nosotros merecemos y su pago fue suficiente para darnos la verdadera paz. Continuamos con la bendición que nos trae la carta a los hebreos cuando leemos Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, Hebreos 13:20. El poder de la sangre de Jesús no es para librarnos de las situaciones difíciles que vivimos en este mundo, este poder de la sangre de Jesús no es temporal, es eterno porque es un pacto eterno que nos lleva a ser perdonados de nuestros pecados. Su resurrección nos trajo paz y también nos arrebato de las garras de Satanás haciéndonos herederos de la Gracia eterna.

 

Por esto el Espíritu Santo hoy en este primer domingo de la cuaresma nos lleva a Jesús en medio de este mundo que es un desierto espiritual, nos lleva a confiar en su obra la cual es un pacto eterno y así lo entendió Abraham, el rey David, Juan el bautista y cada uno de nosotros. El Espíritu Santo dio a Abraham temor a Dios y es por lo que iba a sacrificar a su hijo en holocausto a Dios, recordemos que el sacrificio del holocausto tiene la idea de la expresión de una entrega total a Dios. No sabemos bien en que momento dificil el rey David escribió el salmo 6, si fue cuando su hijo Absalón le perseguía o cuando Adonías y algunos de los seguidores más leales de David conspiraron para impedir los planes que tenía el rey de pasarle el trono a Salomón, el sucesor escogido por Dios. Pero lo que sí vemos en este Salmo es la reverencia de David al presentarnos el triple tema que escribió inspirado por Dios al hablar de su debilidad personal, la conciencia del pecado y la oposición de los enemigos y todos nosotros sabemos como Juan el Bautista murió a causa de un rey pagano y adúltero que por cumplir los deseos de una mujer malvada mando a decapitarlo. Todo esto nos lleva a que dejemos que en nuestras vidas estemos siempre guiados por la ley y el evangelio. Marcos nos presenta lo que Jesús empezó hacer después de salir del desierto Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Esta combinación de la Ley y el Evangelio nos ayuda mucho en los momentos difíciles de nuestras vidas porque esta doctrina mantiene la reverencia a Dios. Esta misma reverencia nos lleva para que ofrezcamos nuestras vidas en holocausto a Dios, es decir que no importa cual es la situación que estamos pasando le sirvamos con todo nuestro ser a Dios apartándonos del pecado. Esta misma reverencia hace que el mismo Espíritu Santo nos haga ser penitentes cada día, reconociendo nuestros pecados y la necesidad del Salvador en nuestras vidas y la Reverencia a Dios hace que cada día de nuestras vidas confiemos en el Evangelio que es quien hace que vivíamos diferente sabiendo que este mundo no nos ofrece nada bueno pero la vida eterna si y mientras estamos en este desierto pasando momentos difíciles dejemos que el mismo Espíritu Santo produzca en nosotros lo que nos enseña Romanos 12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración. Amén

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

17 De tal manera Dios amó

18 Te saludo, Cristo santo

32 Oh, Verbo humanado

88 Sublime gracia

 

Culto Cristiano:

129 Castillo fuerte

47 Cristo vida del viviente

54 ¿Vives triste y angustiado?

67 Santo Cordero

202 Oí la voz del Salvador

207-217 Himnos de Arrepentimiento y Confesión

219 Roca de la eternidad

223 Confío yo en Cristo

225 Por gracia sola yo soy salvo

229 Tal como soy


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 17

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 18

Ver Recursos