Skip to content

El séptimo domingo de la pascua

(Blanco)

 

Tema del día: En este, el último domingo de la estación de la Pascua, la familia de Dios recibe la aseguranza de que Dios siempre estará con ellos, protegiéndolos en cada momento. Aún en medio de los sufrimientos, el amor de Dios sostendrá a su pueblo.

 

La Colecta: Oh Rey de gloria, Señor de los ejércitos, exaltado y triunfante encima de los cielos: Te suplicamos que no nos dejes huérfanos sin consuelo, sino que nos envíes el Espíritu de Verdad, prometido del Padre; porque tú vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Hechos 1:1-14 San Lucas empieza su historia de la iglesia antigua con la historia de la ascensión de Cristo y los nombres de los apóstoles.

 

1En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 3a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. 4Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

6Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 9Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

12Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.* 13Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. 14Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

 

 

 

 

 

 

El Salmo del Día: Salmo 8

 

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

1 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Has puesto tu gloria sobre los cielos;

2 De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,

A causa de tus enemigos,

Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,

4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

5 Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

7 Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

8 Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

 

 

 

La Segunda Lectura: 1 Pedro 4:12-17; 5:6-11 El cristiano no debe de ser sorprendido por los sufrimientos y tentaciones de este mundo pecaminoso. San Pedro nos advierte que nuestro enemigo, el diablo, nos quiere devorar como un león hambriento. Pero el cristiano no se desesperará, sino se considerará bendito por haber sufrido por el nombre de Cristo y dará gracias a Dios porque sabe que al ser bautizado ha sido unido con Cristo en su resurrección. No hay que temer porque sabemos que el cielo es nuestro y que nuestro Señor resucitado nos protegerá mientras que andemos por este mundo de lágrimas.

 

12Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

 

6Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 11A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Cristo habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre él. ¡Aleluya! Nos os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Juan 17:1-11a Jesucristo termina su discurso a sus discípulos en la noche en que fue entregado pidiendo a Dios por ellos. Primero pide a su Padre celestial que le glorifique a él de tal forma que el Padre también sea glorificado. Luego pide por sus discípulos que los guarde Dios en este mundo pecaminoso. Esta oración de Cristo sigue consolándonos a nosotros hoy en día porque muestra que tan preciosos e importantes los suyos son para Cristo.

 

1Estas cosas habló Jesús, y [levantando los ojos al cielo], dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 4Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 8porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, [10y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. ]11Y ya no estoy en el mundo

 

 

 

 

 

 

LA PASCUA NOS HA HECHO FAMILIA DE DIOS

 

Hoy terminamos el tiempo de pascua y con una gran conclusión: Somos la familia espiritual de Dios por los méritos de Cristo. Nosotros entendemos el concepto de familia y sólo Dios sabia cuando nosotros íbamos a existir y en cual familia nos iba a incluir por los tanto ¡oremos y demos gracias a Dios en este momento por nuestra familia de sangre! Esta acción de gracias por nuestra familia de sangre es porque nosotros hemos vivido el éxito y fracaso dentro ella y cuando llega la muerte, las discusiones o peleas por tener nuestras diferencias, los problemas económicos y todo lo que afecta a cada uno de nosotros y nuestra familia puesto que muchas familias han sido destruidas por el éxito o por los problemas, encontramos con estos ejemplos lo vulnerable que son nuestras familias. Pero también tenemos el privilegio de pertenecer a otra familia, la de Dios, esta es una relación personal y espiritual pero también somos muy vulnerables, somos atacados frecuentemente como lo enseña Pedro en su primera carta: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8. Sabemos que el arma que usa este león rugiente para atacar a la familia de Dios es el pecado, él sabe usar bien nuestra carne pecaminosa para dividir y destruir la familia de Dios, por esto terminamos la pascua con esta oración que es la joya de la corona para la familia de Dios, porque Jesús cumpliendo el segundo mandamiento como guía oró dando gracias y pidiendo a Dios por los suyos, sus discípulos que en ese momento era su familia espiritual, pero ahora la familia de Jesús a crecido y Apocalipsis menciona que somos de todas partes del mundo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. 4Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. Este es un número simbólico que nos muestra lo incontable que es la familia de Dios, así como lo mencionó a Abraham como la arena o las estrellas, son incontables, pertenecemos a una familia infinita porque no sabemos cuántos somos.

 

En las lecturas para este día encontramos dos partes importantes que vivió la familia de Dios en ese momento, una parte del evangelio de hoy antes de la muerte de Jesús y la otra parte mencionada por Lucas en Hechos como estaba la familia de Dios después de la resurrección de Jesús. Realmente la familia espiritual en ese momento estaba muy confundida, con esta pregunta: ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Hechos 1:6, muestra que todavía los apóstoles estaban creyendo en un reinado físico de Jesús con un imperio terrenal, esto muestra como el diablo atacaba frecuentemente a la familia cercana de Jesús con muchas dudas que tenia que ver con la enseñanza del Cristo. Hoy en día encontramos como hay personas que creen pertenecer a la familia de Dios y dicen: Dios es el mismo pero lo podemos vivir en diferentes religiones, otros dicen la doctrina divide pero el amor de Dios nos unen y escuchamos esto porque el diablo quiere confundir y devorar la familia de Dios usando el ecumenismo confundiendo al cristiano uniéndose, no importando, que creen otros y olvidamos lo que dice la Escritura en Romanos 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Nuestra confusión del amor de Dios nos lleva a pecar no solamente en contra del primer mandamiento sino en contra del tercero porque desconfiamos de la justicia de Dios y creemos que siendo ecumenistas mostramos amor pero en realidad estamos actuando como enemigos de Dios no obedeciendo a Romanos 16:17 y por no temer a Dios y su Palabra merecemos la muerte eterna como lo leemos en Lucas 12:5 Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

 

Por esto estamos terminando la pascua con esta oración de Jesús, porque Él sabia lo que iba a pasar con su familia espiritual en este mundo, encontramos en su oración en el verso 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. Nosotros por la obra del Espíritu Santo que usó el evangelio para hacernos hijos de Dios tenemos el privilegio de estar bajo la oración de Jesús, porque no está orando por los incrédulos sino por los que pertenecemos a la Familia de Dios y encontramos en esta oración que Jesús esta temiendo al Padre, es decir, mostró reverencia hacia Él cuando oró: [levantando los ojos al cielo], dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti, Jesús estaba orando por el resultado exitoso de su obra de salvación por nosotros. La gloria que llegó con la victoria de Jesús en la cruz sobre el pecado y sobre Satanás que se manifestó en su resurrección y en su ascensión y será completa en el cielo. Después de pasar la oscuridad en la cruz, inmediatamente se manifestó la gloriosa luz de la victoria. Y todo esto nos hizo parte de la Familia de Dios y por lo tanto el Espíritu Santo no solamente nos beneficia dándonos el perdón de los pecados, sino que nos hizo familia de Dios porque el Padre Glorificó al Hijo. Pero en esta mañana encontramos una bendición única con la doctrina de la Conversión porque Jesús en esta oración esta confirmando que no estamos aquí por voluntad propia, 6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado proceden de ti; 8porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Notemos lo que dice Jesús, que fuimos dados a Él por el Padre, fuimos un regalo y por esto nosotros necesitamos considerar seriamente lo que Jesús dice en esta oración porque estamos también apreciando la Palabra que hemos escuchado y por esto vamos a oír lo que dice esta misma, primero creemos que Jesús es el Hijo de Dios enviado por el Padre y quiere que seamos guardados en el nombre del Padre, para que sean uno, así como nosotros.

 

¿Qué significa ser uno entre nosotros? El ejemplo lo vemos en la Trinidad, las tres personas están unidas para nuestra Salvación, El Padre nos Santifica, nos ha apartado del mundo incrédulo y nos ha hecho parte de su familia, el Espíritu Santo tiene el trabajo de ser nuestro Paracleto que nos guía a toda verdad como lo leemos en Juan 16:13 y finalmente el Hijo hizo el trabajo de ser nuestro doble sustituto para hacernos parte de la Familia de Dios, este trabajo sincronizado es evidente y practicado por la iglesia de hoy, por cada uno de nosotros y para ser uno necesitamos reconocer y saber con quien podemos unirnos a adorar, estudiar la Biblia y hacer evangelismo y todo esto solo lo podemos hacer con la familia de Dios que cree lo que dice la Escritura y lo que enseña el Padre. Pablo escribió a los Corintios 10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:10, hablar una misma cosa es tener la misma doctrina, no podemos unirnos con aquellos que no creen en el bautismo de infantes porque ellos ven el pecado de manera distinta, hacen la distinción entre los que pueden llegar a ser santos, es decir que terminan su proceso de santificación en este mundo y por esto predican a Jesús no como su sustituto sino como aquel que vino a ser un ejemplo de vida, ellos creen que pueden alcanzar ser iguales a Jesús y esto no lo dice la Biblia y por esto no podemos unirnos con ellos porque no hablamos una misma cosa. No podemos unirnos con los que no tienen una misma mente y parecer con la conversión, hoy recordamos que fue el Padre quien nos escogió desde la eternidad y muchos afirman haber aceptado o recibido a Cristo y esto no es lo que enseña la Biblia, por esto no podemos ser uno con ellos, no nos dejemos engañar, podemos ser amigos de un testigo de Jehová, de un mormón, de un Islámico, de un judío, de un pentecostal o un católico romano pero no podemos ser hermanos en la fe y unirnos en una misma fe porque nos somos familia espiritual, ellos han marcado su propia manera de ser familia de Dios pero no bíblica y nosotros por la misericordia de Dios hoy confesamos que somos uno con el Dios Trino y su Palabra nos hace uno entre nosotros y cuidemos ser familia de Dios hoy y siempre unidos en la Doctrina que nos lleva a la vida eterna. Amén

 

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

26 El buen Jesús

27 ¡Cristo es mi alegría!

31 Manos cariñosas

80 A las montañas mis ojos con fe

81 Con Dios no temeremos

82 Bien sé en quien creo

83 Con qué paternal cariño

84 Cristo, buen pastor, orienta

85 No me abandones, Dios

86 Oh Cristo, nuestro gozo y bien

87 Oh, Dios eterno

88 Sublime gracia

 

Culto Cristiano:

78-81 Himnos para la Ascensión

159 Cristo Salvador

202 Oí la voz del Salvador

239 El rey de amor

240 En Jesucristo se halla paz

242 Jesús es mi pastor

245 Lejos de mi Padre Dios

246 Mi fe descansa en Ti

251 ¡Oh, que amigo nos es Cristo!

254 Firmes y adelante

257 Mirad y ved a nuestro Dios

272 Me guía Cristo con su amor

303 Dios os guarde siempre en santo amor

403 Estad por Cristo firmes

406 Luchad, luchad por Cristo

 


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos