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El cuarto domingo después de pentecostés

(Verde)

 

Tema del día: Por medio de la semilla pequeña que es el evangelio, Dios obra un milagro en nosotros. Da vida y salvación al pecador. El mensaje sencillo de Cristo nos da la salvación y produce fruto en la forma de buenas obras. Además, esa semilla pequeña hace crecer a toda la iglesia. Al llegar al cielo veremos completamente como esa semilla sencilla ha producido frutos gloriosos.

 

La Colecta: Todopoderoso y eterno Dios, concédenos un aumento de fe, esperanza y amor, para que amemos lo que tú has mandado y obtengamos el cumplimiento de todas tus promesas; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Ezequiel 17:22-24 El Señor del cielo ha sembrado su iglesia y la hace crecer y producir fruto. La verdadera iglesia es la que tiene sus raíces firmemente plantadas en él, su Dios, y en su Palabra.

 

22Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime. 23En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán. 24Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré.

 

El Salmo del Día: Salmo 92

 

Salmo. Cántico para el día de reposo.*

1 Bueno es alabarte, oh Jehová,

Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;

2 Anunciar por la mañana tu misericordia,

Y tu fidelidad cada noche,

3 En el decacordio y en el salterio,

En tono suave con el arpa.

4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;

En las obras de tus manos me gozo.

5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!

Muy profundos son tus pensamientos.

6 El hombre necio no sabe,

Y el insensato no entiende esto.

7 Cuando brotan los impíos como la hierba,

Y florecen todos los que hacen iniquidad,

Es para ser destruidos eternamente.

8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,

Porque he aquí, perecerán tus enemigos;

Serán esparcidos todos los que hacen maldad.

10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;

Seré ungido con aceite fresco.

11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;

Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12 El justo florecerá como la palmera;

Crecerá como cedro en el Líbano.

13 Plantados en la casa de Jehová,

En los atrios de nuestro Dios florecerán.

14 Aun en la vejez fructificarán;

Estarán vigorosos y verdes,

15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,

Y que en él no hay injusticia.

 

La Segunda Lectura: 2 Corintios 5:1-10 En este mundo pecaminoso, nuestros cuerpos se envejecen, se enferman y eventualmente se mueren. No obstante, por la fe sabemos que Dios nos ha dado la vida eterna, y entonces, vivimos confiados mientras esperemos el día en que seremos librados de este mundo de pecado. (Nota con cuidado los verbos griegos en el versículo 10)

 

1Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.

6Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7(porque por fe andamos, no por vista); 8pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Vístanse de justicia tus sacerdotes, y canten con gozo tus santos. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Marcos 4:26-34 Así como la pequeña semilla de mostaza produce una planta grande y gloriosa, el mensaje sencillo del evangelio produce resultados increíbles. Ese mensaje que es locura y debilidad para el mundo, hace vivir a los que están muertos en el pecado y hace crecer a la iglesia de Dios. Veremos completamente los resultados gloriosos de esa semilla al llegar en el cielo.

 

26Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; 27y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.

30Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? 31Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; 32pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.

33Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. 34Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.

 

HERMANOS EN PENTECOSTÉS VEMOS EL CRECIMIENTO DE CRISTIANO Y LA IGLESIA

 

Es interesante entender la manera de enseñar de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Su pedagogía nos enseña muchas cosas, pero creo que es imposible llegar a ser un maestro del talante que fue Él mientras estuvo en este mundo. Los versículos 33 y 34 de nuestro pasaje del evangelio de hoy muestra esa manera de enseñanza de nuestro Salvador 33Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. 34Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo. Estos versículos muestran dos verdades indiscutibles, la primera en cuanto a los líderes religiosos de esa época, los cuales deberían entender la manera de hablar de Jesús en parábolas porque en el Antiguo Testamento aparecen muchas enseñanzas en esta forma y ellos deberían de estar familiarizados, pero según el relato de Marcos y los otros evangelistas ellos no entendían las parábolas de Jesús porque habian rechazado al Espíritu Santo. Y la otra verdad que aprendemos con estos versículos es como Jesús no solamente les enseñaba a sus discípulos en forma de parábolas, sino que también tomaba el tiempo de explicarles el significado de estas.

 

Una parábola es tomar algo conocido para dar una enseñanza espiritual, en este domingo podemos degustarnos tanto con el Antiguo Testamento, el texto de Ezequiel, como con el Nuevo Testamento, el pasaje del evangelio de hoy, escuchando dos parábolas que tienen la misma enseñanza, el crecimiento del reino de los cielos, este crecimiento lo podemos ver en dos sentidos, el primero en cada cristiano y el segundo el de la iglesia. Pero ¿Qué es lo que hace crecer la iglesia? En nuestros estudios por medio de Academia Cristo encontramos un curso llamado el legalismo, este tiene el propósito de mostrar como muchos predicadores usan la ley para que las personas puedan producir frutos, pero no exigen lo que los mandamientos nos exigen, sus propias conciencias los lleva a crear nuevos mandamientos y así forzar al creyente a llevar vidas llenas miedo hacia Dios creyendo que todo lo malo que hagan Dios inmediatamente les castigará. Muchos predicadores usan la ley para hacer crecer la iglesia porque creen que al producir este miedo entre los creyentes ellos crecerán en santidad, creen que al poner nuevas reglas los creyentes evitarán pecar y lo más triste es que fuerzan las personas a hacer lo que ellos creen que tiene que hacer. A nuestro viejo hombre le gusta escuchar que tiene que hacer o dejar de hacer para sentir que ha contribuido en algo para la salvación y en cierto sentido cada uno de nosotros somos legalistas. Hemos usado este legalismo para forzar que nuestros hijos vengan a la iglesia, hemos cautivado conciencias queriendo mostrar en personas que si no están en esta iglesia con nosotros serán condenados, hemos puesto como ejemplo nuestras vidas para que otros vean que somos los indicados para que se guíen por lo que somos. Pero que equivocados estamos cuando pensamos que nosotros somos los que hacemos mantener la iglesia o hacemos crecer la iglesia, así como enseñamos que Pedro no es la piedra angular de la iglesia como lo enseña la iglesia de Roma en Mateo 16:18, ninguno de nosotros podemos reemplazar esta piedra angular porque solo respiramos pecado, si en algún momento alguien nos dice que quiere ser igual que nosotros, necesitamos decirles que no somos a quien tienen que seguir porque solo encontraran en nosotros mentiras, malos pensamientos, malas acciones. Nosotros no podemos hacer crecer la iglesia con lo que somos o con el famoso testimonio que muchos usan porque solo podemos testificar como San Pablo en Romanos 7:20 el pecado que mora en mí.

 

¿Qué hace crecer al cristiano y a la iglesia? Recordemos que estamos en tiempo de Pentecostés, la obra del Espíritu Santo no se limitó solo en lo que sucedió el día en que los apóstoles recibieron al Paracleto en lenguas de fuego, este mismo Espíritu Santo sigue trabajando arduamente y la parábola que encontramos con el evangelista Marcos nos enseña cómo trabaja el mismo Dios en cada uno de nosotros. 26Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; 27y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado, indiscutiblemente la semilla es el Evangelio, lo que nos da realmente vida a cada uno de nosotros, porque este mensaje poderoso cambió nuestras vidas ya que en Él encontramos lo que Jesús hizo por cada uno de nosotros, así como nos unimos con Pablo a mostrar el pecado que hay dentro de nosotros también nos unimos a él con esta acción de gracias 24¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Romanos 7:24-25. Fuimos librados de ser castigados en el infierno eterno por la obra de nuestro Señor Jesucristo, quien vino a este mundo con un claro propósito el de ser la Piedra del Angulo en la cual está fundamentada nuestra fe y esto lo hizo al ser Dios hecho hombre, es muy importante nosotros confesar esto de Jesús porque al creer que es Dios no hay pecado en Él puesto que en Mateo 1:21 leemos Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. La esencia de su nombre muestra que no hay pecado en Él porque para poder salvarnos necesitó ser perfecto y así cumplir toda la exigencia de la Ley de Dios por amor a cada uno de nosotros. Pero también encontramos regocijo en Jesús en su sufrimiento y muerte, el escritor de hebreos nos dice: En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Hebreos 10:10. Nosotros no podemos ni tenemos que hacer nada para salvarnos, ningún sacrificio nuestro lo puede lograr solo el sacrificio de Jesús, su sufrimiento y muerte fue lo único necesario y suficiente para salvarnos a cada uno de nosotros y es por lo que hoy pertenecemos a la iglesia del Señor. El Espíritu Santo nos lleva a creer en Jesús y produce en nosotros agradecimiento que influye nuestra vida de una manera que no podemos entender, pero que si la vivimos produciendo frutos de la fe. El Evangelio hace que crezcamos espiritualmente, la ley cumple solo el propósito de mostrar la necesidad del Salvador y el Evangelio nos suple esta necesidad y es por lo que esta parábola muestra nuestro crecimiento: 28Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado, la semilla llega a la tierra, el corazón del hombre, el campesino solo pone la semilla en la tierra y ella empieza a dar su fruto, eso mismo hace el Evangelio en nuestras vidas, empieza a cambiar nuestra manera de hablar, empieza a dominar nuestra manera de pensar y sin darnos cuenta nuestras vidas muestras como vivimos para Dios usando los mandamientos como guía en nuestras vidas y es por esto que nos congregamos con frecuencia, meditamos en la Palabra de Dios cada día porque el Espíritu Santo hace que seamos como las vírgenes sensatas que estamos preparados para el día de la siega, la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, haz un viaje en el tiempo en este momento y mira lo que éramos y hoy lo que el Evangelio ha hecho en nosotros, en nuestras familias en todas las personas con las cuales compartimos la fe.

 

Pero este crecimiento no es solamente personal de cada cristiano, también vemos como crece la iglesia 30Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? 31Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; 32pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra. Ahora Jesús muestra un grano de mostaza que es pequeño, diminuto que hasta es difícil de poder verlo y compara en lo que se convierte este pequeño grano en un árbol que da sombra, ofrece protección. El reino de los cielos crece sin tampoco darnos cuenta, en este momento el Espíritu Santo está usando el Bautismo o el Evangelio para traer personas a la fe, para hacerlos pertenecer a la iglesia del Señor. En este momento hay muchos que están siendo convertidos y también hay muchos creyentes que están partiendo al cielo haciendo parte de la iglesia triunfante, muchas veces creemos que somos pocos al ver las sillas que están siendo ocupadas pero en realidad aquellos que somos santificados estamos en todo el mundo, cuando leemos en apocalipsis 7 de la multitud de las ropas blancas y el número que representa a los creyentes 144000 nos llenamos de alegría porque el poder del Evangelio ha llegado a personas de diferentes naciones, lenguas, estratos sociales y nos deleitamos hoy al saber que encontraremos a muchos de los que les hemos predicado en el cielo porque tenemos nuestra confianza en el poder de esta semilla como lo enseña Isaías 55:10-11 10Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

 

Hoy es un día para dar gracias al Espíritu Santo porque cada día nos hace crecer en la fe, cada día nos da madurez en nuestra vida de creyentes al usar la Palabra de Dios en cada momento que vivimos en este mundo y también dar gracias porque muchos se están adhiriendo a la fe salvadora, y lo más sorprendente es que nos está usando a cada uno de nosotros, tenemos el privilegio de llevar esta semilla y expandirla confiando que sólo el poder de Dios la hace crecer, es solo el Evangelio quien nos hace crecer a nosotros y a la iglesia del Señor, por este motivo sigamos nuestro trabajo arduo de llevar esta Palabra y orar para que otros puedan confesar la única fe que nos lleva a la vida eterna el Creer que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

 

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

35 Desciende, oh Santo Dios

37 Ven, Espíritu Santo

38 Tu Palabra es mi cántico

45 Fortalece a tu Iglesia

46 La iglesia es Cristo en el mundo

49 Con el buen Jesús andemos

54 Santo Espíritu llena mi vida

 

Culto Cristiano:

109 Sosténnos firmes, ¡oh, Señor!

110 Luz brillante, dulce y pura

111 ¡Oh Dios, tu Verbo santo!

112 Padre, tu Palabra

113 Preciosa herencia

115 Tu Palabra, ¡oh santo Dios!

116 Tu Palabra, ¡oh Padre santo!

131 Firme en la roca eterna

135 De la iglesia el fundamento

165 Hay una fuente

253 A los pies de Jesucristo

301 La Palabra hoy sembrada

 


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