
El decimoséptimo domingo después de pentecostés
(Verde)
Tema del día: La misericordia y paciencia de Dios sobrepasan nuestro entendimiento. Vemos esta misericordia y paciencia en todas las lecturas para esta mañana. Perdonó a su pueblo rebelde; hizo que el gran perseguidor de la iglesia llegara a ser apóstol; y siempre se goza cuando un pecador se arrepiente.
La Colecta: Oh Dios, ya que sin tu ayuda no podemos agradarte: Concede misericordiosamente que tu Espíritu Santo ilumine y dirija nuestros corazones en todo; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Éxodo 32:7-14 Basando su petición en las promesas fieles de Dios, Moisés pide a Dios paciencia y misericordia por parte del pueblo rebelde de Israel. Por consecuencia, Dios en su paciencia y misericordia no destruyó al pueblo.
7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 9Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. 10Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.
11Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. 14Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.
El Salmo del Día: Salmo 51
Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta.
1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
5 He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.
6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.
9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.
15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.
16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
La Segunda Lectura: 1 Timoteo 1:12-17 La vida de San Pablo es un buen ejemplo de la misericordia y paciencia de Dios. Dios hizo que un “blasfemo, perseguidor e injuriador” llegara a ser predicador de la salvación en Jesucristo.
12Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 13habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 14Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 15Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 17Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. ¡Aleluya!
El Evangelio: Lucas 15:1-10 Con las parábolas de la oveja perdida y la moneda perdida, Jesús nos enseña su amor por los pecadores. “Hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.”
1Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
3Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Parábola de la moneda perdida
8¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? 9Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. 10Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
HERMANOS DISFRUTEMOS NUESTRA VIDA CON DIOS
¿Podemos imaginarnos en este momento una vida sin Dios? ¿Cómo estuvieramos viviendo hoy si no fueramos creyentes? Tal vez muchos de nosotros hubiéramos muerto y estuvieramos en el infierno por nuestra incredulidad, tal vez otros de nosotros tuviéramos padeciendo fuertes enfermedades a causa del pecado y sus consecuencias, tal vez nosotros estariamos disfrutando alimentar nuestra carne y sin darle importancia a la vida después de la muerte. Estas preguntas de la vida sin Dios en este momento juegan un papel importante en cada uno de nosotros porque nos hace pensar como hemos valorado nuestra vida de cristianos, porque si no damos valor a esta vida que se nos ha dado nos pasará lo mismo que les paso a los tres mil Israelitas que murieron como consecuencia de la adoración del becerro de oro cuando ellos al hacerlo dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Éxodo 32:8, si en verdad no damos valor a nuestra vida con Dios es este momento estaremos en el mismo problema que tenían los fariseos y escribas a quienes Jesús les compartió esta serie de parábolas porque ellos se consideraban justos así mismo, lo que quiero decir con esto, si nosotros no dejamos que el Espíritu Santo nos haga amar esta nuestra fe, es porque estamos adorando a otros dioses y en especial adorándonos nosotros mismos y por esto merecemos ser echados en el infierno eterno por nuestro pecado en contra del primer mandamiento que nos lleva a pecar también contra el tercer mandamiento que nos enseña que hace la Palabra de Dios en nuestras vidas y como nos lleva para tener comunión con Dios y hace que tengamos una relación íntima con Él.
Pero hoy es un día que damos gracias a Dios porque nuestra fe tiene valor en Jesucristo, como nuestro Dios se refiere a nosotros en términos claros, ovejas y moneda perdida, estas dos cosas que tienen la misma connotación de enseñanza nos recuerda por qué estamos aquí y por qué nuestra vida sin Dios sería totalmente terrible porque nosotros por naturaleza somos como las ovejas, tercos, ciegos, no podemos caminar solos y presas fáciles para el lobo, satanás, la moneda es un ser inerte, no tiene vida en sí misma, solo toma valor cuando se usa, de resto es un poco metales baratos. Pero Jesús le dio el valor a esta oveja y moneda de dracma que se perdió, nosotros, y esto lo hizo al venir a este mundo… cierra los ojos por un momento… piensa, el mismo Creador nuestro, vino a este mundo a rescatarnos a nosotros que estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados. Jesús mismo nos dio un valor en su vida perfecta, porque Él si vino a este mundo teniendo un valor único, la santidad, recordemos cuando los magos de oriente llegaron a visitarle, las ofrendas que le dieron: incienso, mirra y oro, muestran el valor de quien es verdaderamente Jesús porque con el valor de su vida santa nuestras oraciones suben al cielo como el incienso porque Él es nuestro mediador, Él recibió este oro porque realmente es un Rey que gano por nosotros la guerra al diablo y la mirra nos recuerda el valor de nuestra vida por su vida, San Pedro nos dice: 18sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 1 Pedro1:18-19. Y cuando pensamos en nuestra muerte, solo recordamos que resucitaremos para estar en cuerpo y alma adorando a nuestro Dios, esto es el valor de nuestra fe y por esto nosotros no nos imaginamos una vida sin Dios porque Él lo es todo para nosotros, Dios es nuestro nacimiento, Él es nuestra vida y también es nuestra muerte porque aquí es donde llegamos a sus pies cuando partamos de este mundo.
Los fariseos y escribas estaban convencidos que la vida con Dios estaba bien porque ellos en su mente y conciencia creian que cumplían los mandamientos dados en el Sinaí, tanto que ellos crearon otros mandamientos para demostrarle a Dios y al prójimo que pueden vivir bajo la exigencia de todos, el mejor ejemplo lo vemos en Pablo: 5circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Filipenses 3:5-6. Pero en la lectura de hoy vemos como él le da valor a su fe y fue convencido que su camino de fariseo era el infierno eterno, pero siendo hijo de Dios solo dijo: 15Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.1 Timoteo 1:15-16. Jesús en las dos parábolas en cuatro oportunidades mencionó la palabra gozo y esto relacionado con el arrepentimiento, Pablo se dio cuenta que siendo fariseo no necesitaba arrepentimiento y por esto no había gozo en el cielo, pero ahora siendo cristiano encontró el valor del arrepentimiento conectado como fruto de la fe. Hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente y esto tiene mucho sentido porque cuando nosotros llegamos por primera vez, Dios y los ángeles se gozaron por nosotros y por el valor de nuestras almas, hubo fiesta en el cielo y esta fiesta ocurre cada vez que nosotros en este mundo damos valor, por la obra del Espíritu Santo, a nuestra vida con Dios al arrepentirnos diariamente. Aún nuestra carne pecaminosa nos hace mentir, sentir ira, enojo, ser desleales e infieles, nos hace vanagloriarnos a nosotros mismos pero el propósito de escuchar la Ley frecuentemente es el de mostrar que aún pecamos, que aún nuestro viejo hombre nos hace pasar momentos difíciles y que cuando sentimos contrición, dolor por nuestro pecado es por el valor que le damos a nuestra fe, a nuestra relación con Dios porque le ofendemos con nuestro pecado. Por esto confesamos nuestro pecado a Dios y al prójimo cuando le hemos ofendido o cuando necesitamos de consejería, pero el valor del arrepentimiento lo vemos cuando el pastor puso en sus hombros a la oveja perdida, cuando la mujer encontró la moneda perdida porque con Confianza vamos a Jesús quien por amor a nosotros vino a este mundo para darnos plena y gratuitamente el perdón de nuestros pecados. Le damos valor a nuestra relación con Dios cuando dejamos que sea el Espíritu Santo quien haga el Cambio en nosotros, en el Salmo 51 escuchamos 10Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Cada vez que nos arrepentimos, se está renovando nuestro corazón porque por amor y agradecimiento a Jesús vivimos diferente, porque en amor y agradecimiento vamos a Compensar el daño que hicimos con nuestro pecado, ya dejamos que sea el Espíritu Santo quien nos haga hablar la verdad, esperamos a ser tardos para hablar y actuar para evitar la ira y el enojo, la fidelidad en nuestra personalidad es importante porque las personas van a confiar en nosotros y siempre vamos a dar la Gloria a nuestro Dios porque nos dio un lugar en su vida que no merecemos, un lugar lleno de perdón y Gracia que tiene poder de darnos vida después de la muerte y por esto disfrutemos y amemos nuestra vida con Dios hoy y siempre, amén.
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
26 El buen Jesús es mi pastor
27 ¡Cristo es mi alegría!
28 El profundo amor de Cristo
31 Manos cariñosas
34 Salvador Jesús amado
88 Sublime gracia
111 Cordero de Dios
Culto Cristiano:
202 Oí la voz del Salvador
207-217 Himnos de arrepentimiento y confesión
219 Roca de la eternidad
225 Por gracia sola yo soy salvo
229 Tal como soy de pecador
235 Como ovejas celebramos
239 El rey de amor es mi pastor
240 En Jesucristo se halla la paz
242 Jesús es mi pastor
245 Lejos de mi Padre Dios
246 Mi fe descansa en ti
250 ¡Oh Jesús, pastor divino!
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 01
Ver Recursos