
Servicio - 2 abril 2021
El viernes santo
(Negro)
El Tema del Día: Dios es justo. Dios es amor. Parece una paradoja ¿verdad? Dios en su justicia tiene que castigar el pecado, pero en su amor no quiere que nadie se pierda. En la cruz se encuentran ambas características de Dios, es decir, su amor y su justicia. En su justicia Dios castigó el pecado, pero castigó a sí mismo, a su Hijo Jesucristo, en vez de castigar a nosotros mostrando su amor inmenso. La cruz es una proclamación fuerte de ley y evangelio, de pecado y de gracia.
La Colecta: Te suplicamos, bondadoso Dios, que mires con gracia y misericordia a nosotros tus hijos, por quienes nuestro Señor Jesucristo tuvo a bien ser traicionado y entregado en las manos de hombres pecadores y sufrir la muerte en la cruz; por el mismo Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 52:13-53:12 Dios por medio del profeta Isaías describe en gran detalle unos setecientos años antes de Cristo, la agonía que Jesús iba a sufrir en la cruz. Isaías nos dice también el resultado de su sufrimiento y muerte inocente, “por su llaga fuimos nosotros curados.”
52
13He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.
53
1¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
El Salmo del Día: Salmo 22
Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
5 Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.
12 Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.
14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
17 Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
20 Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.
25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
28 Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.
29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
La Segunda Lectura: Hebreos 4:14-16; 5:7-9 El escritor a los hebreos se nos revela a Jesucristo como nuestro gran Sumo Sacerdote, el cual compartía en la humanidad, sufriendo las mismas tentaciones como nosotros sin pecar. Por su obediencia y muerte tenemos uno que a la vez entiende nuestra necesidad y que nos da el remedio.
4
14Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
5
7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen
El Versículo: Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
El Evangelio: Juan 19:17-30 Jesucristo, el Rey de reyes, se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Aún sufriendo dolores físicos y la carga de los pecados del mundo, Cristo mostró su amor para con su madre María y cumplió con todas las profecías del Antiguo Testamento. Al morir, podía verdaderamente decir, “Consumado es.” La deuda del pecado fue cancelada. La salvación es un hecho para todos los que creen en él.
17Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; 18y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 19Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. 20Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. 21Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
23Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. 24Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice:
Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
Y así lo hicieron los soldados. 25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
28Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
LA MUERTE DE JESÚS ÉL ÚNICO SACRIFICIO ACEPTABLE A DIOS
Hoy es un día donde podemos ver que la palabra “Sacrificio” es entendida por unos y mal usada por otros. Esta palabra se define como una ofrenda u ofrecimiento a una divinidad o deidad en señal de homenaje, honor, expiación u oblación. Es por lo que en un día como hoy muchos hacen sacrificios para agradar o buscar el favor de Dios. Cargar imágenes, ponerse artefactos en el cuerpo que produzca dolor, latigarse, hacer ayunos largos, peregrinaciones a lugares supersticiosos o cualquier tipo de obra que incluya un sacrificio de parte del hombre para con Dios es aceptado por muchos y muchas religiones porque es la manera de ganar el perdón de parte de Dios, en otras palabras, es la manera de salvarse. Los pueblos paganos que la biblia nos habla también tenían definidos sus sacrificios, pero eran hechos a un dios pagano y es por lo que el común denominador de esos sacrificios como muchos hoy en día van en contra de los mandamientos de Dios. Sacrificar personas, sacrificar cualquier tipo de animal no teniendo en cuenta si son inmundos según la ley ceremonial de Dios, cocinar los animales en la leche de sus madres, hacerse heridas en sus cuerpos y hasta tener sexo en altares es la forma de hacer sacrificio los pueblos paganos que la biblia menciona. Pero todo esto solo muestra el pecado en contra del primer mandamiento, donde el mismo hombre siempre confía en si mismo para salvarse, como el hombre inventa cada vez un sistema de adoración sacrificial que solamente lo lleva a adorarse así mismo.
Cuando pensamos en el único sacrificio que Dios acepta solo tenemos que ir a la cruz de Cristo, no solamente en el viernes santo se habla de la muerte de Jesús porque en cada sermón, en cada meditación de la Palabra solo damos gracias a Dios por su vida perfecta y su muerte que es el único sacrificio que Dios ha aceptado. Hoy es un día no para ver que podemos hacer nosotros o como nos podemos sacrificar para ganar el favor de Dios, hoy es un día para dar gracias al Padre por sacrificar a su Hijo por nosotros, hoy es un día donde entendemos lo que nos enseña Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Y Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Y el Espíritu Santo nos lleva a dar gracias por todo lo que sucedió en esa cruz. Muchos creen que el ser cristiano es disfrutar la muerte de alguien, pero en realidad el ser cristiano es entender que esa muerte era necesaria porque nuestros primeros padres, Adán y Eva, al pecar entro la muerte al mundo como consecuencia de su pecado. Es importante tener en cuenta que la muerte física, eterna y espiritual es lo que el diablo ganó cuando ellos pecaron al desobedecer a Dios y este pecado nos contaminó a todos nosotros, desde el ser recién concebido hasta el anciano que esta a punto de morir, Romanos 5:12 nos afirma, Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Esta muerte es la que necesitaba ser arreglada por Dios, no por nosotros porque por naturaleza no somos capaces de evitar la muerte o cambiar la muerte, pero Jesús si fue el único capaz de cambiar el sentido de esta.
La condena de Jesús a muerte sabemos que fue injusta y llena de mentiras, Mateo señala lo sucedido 59Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, 60y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos. Mateo 26:59-60. Pero Dios uso la maldad de estos hombres para cumplir la promesa de Redimirnos por la obra de su Hijo Jesús. Leímos en la lectura de Isaías para hoy que, Jesús fue llevado como cordero al matadero y, no abrió su boca. Pero también leímos en el salmo 22 que es totalmente mesiánico en cuanto al sufrimiento y muerte de Jesús en la cruz y Juan nos demuestra que las palabras del profeta Isaías y del salmista David se cumplieron al pie de la letra 17Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; 18y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 23Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. 24Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Todo esto sucedió no solamente para que se cumpliese la Escritura sino para que usted y yo no fuéramos a la muerte eterna por culpa de nuestro pecado que nos lleva hacer sacrificios paganos para salvarnos por nosotros mismos, sino que en la muerte de Jesús encontramos perdón, redención porque el autor de Hebreos nos explica el sentido de esta muerte 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen Hebreos 5:8-9. La muerte de Jesús nos da Salvación, vida eterna.
Los enemigos de Jesús hicieron muchas cosas usando la oscuridad, usando la mentira. Pero el Padre en los cielos hizo que la muerte de Jesús saliera a la luz pública. Por esto permitió que Pilato hiciera esto: 19Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. 20Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. 21Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito. Dios hizo que en los tres idiomas principales de esa época se conociera la obra de Jesús. Los incrédulos quisieron ocultar esta verdad movidos por el diablo, pero Dios que es Todo Poderoso no lo permitió usando al pagano Pilato para que dijera Lo que he escrito, he escrito. Y lo escrito es una verdad absoluta que no se puede cambiar, una verdad que nos da vida eterna, una verdad que nos libro de la muerte eterna. El Espíritu Santo nos lleva a creer y confesar esta verdad absoluta, cuando usamos el segundo artículo del creo apostólico lo reafirmamos que Jesús es nuestro Rey, Él es nuestro Señor quien vino a morir para pagar por cada pecado que hemos cometido, Él vino a morir para darnos la verdadera Paz con el Padre y el Espíritu Santo por los medios de Gracia mantiene viva nuestra fe.
Pero el Espíritu Santo no solamente mantiene nuestra mirada y confianza en la muerte de Jesús en la cruz, también nos lleva a ver su vida perfecta, la cual llevó aún estando en la cruz. Podemos ver su capacidad de siempre cumplir la voluntad de Dios 25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. En estos versículos vemos como Jesús cumplió el cuarto mandamiento perfectamente, preocupándose por la vida espiritual de su madre porque sus hermanos no creían en Él, Jesús sabia que su madre necesitaba de alguien que orara con y por ella, necesitaba de alguien que le guiara por la Palabra de Dios y necesitaba de alguien que le recordara que su hijo era su Señor y Salvador. Pero Jesús también en su naturaleza humana estaba sufriendo el martirio de la muerte, Juan nos dice: 28Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Jesús realmente murió, Él no se desmayó como muchos lo quieren hacer creer o afirman que nunca pudo ser crucificado porque su martirio le hizo morir antes de esto. Pero el Espíritu Santo nos afirma que Jesús sí murió para pagar por cada uno de nuestros pecados, para que podamos cada día estar esperando nuestra muerte la cual nos llevará al cielo por la fe en Jesús o tal vez no conozcamos la muerte porque Jesús puede venir en cualquier instante y llevarnos en cuerpo y alma al cielo.
Hoy es un día para que podamos depender del único sacrificio valido y aceptado por Dios, la muerte de Jesús para nuestra salvación. Dejemos a un lado nuestras tradiciones que siempre estén conectadas a sacrificios para ganar el favor de Dios, dejemos a un lado todo lo que nos aparta del verdadero sacrificio, es decir dejemos a un lado el pecado, puesto que la muerte de nuestro Señor Jesucristo nos libró y nos limpio de todos nuestros pecados como leemos en 1 Juan 1:7 la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Y por esto valoremos la obra de Cristo, amándola y enseñándola a otros puesto que hoy terminamos dando gracias a Dios por este sacrifico eterno para beneficio nuestro:
1. Afligido y castigado,
Ved quien muere en una cruz:
Es el Cristo rechazado,
Es el Dios de mi salud,
Es aquel veraz profeta,
De David hijo de Señor;
Por su muerte da la prueba:
Es el verbo del amor.
2. Digan los que así lo miran:
¿Quién sufrió castigo igual?
Sus amigos le abandonan,
Y enemigos le hacen mal.
Muchos son los que le hieren,
Nadie a su socorro va;
Pero el golpe que más duele
La justicia se lo da.
3. Si te burlas del pecado,
No sabiendo su poder,
Dios aquí ten lo ha quitado
Con la culpa infame, cruel.
El que así fue afligido,
El que lleva carga tal,
Del señor es el ungido:
Dios como hombre es al igual.
4. De la fe es el fundamento,
Salvación de pecador,
Nuestra roca de sustento
Es el nombre del Señor.
Por nosotros afligido,
Nuestra culpa así borro,
Y jamás es confundido
Corazón que Él confió. Amén
Culto Cristiano 58
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
17 De tal manera Dios amó
18 Te saludo, Cristo santo
28 El profundo amor de Cristo
31 Manos cariñosas
33 Soy el camino
88 Sublime gracia
90 ¡Oh Cristo de infinito amor!
105 Acuérdate de Jesucristo
107 El Señor es mi luz
Culto Cristiano:
46 Al contemplar la excelsa cruz
47 Cristo vida del viviente
50 Hay una fuente sin igual
54 ¿Vives triste y angustiado?
58 Afligido y castigado
60 En la cruz mirad
62-68 Los himnos para el Viernes Santo
165 Hay una fuente
202 Oí la voz del Salvador
219 Roca de la eternidad
225 Por gracia sola yo soy salvo
229 Tal como soy
246 Mi fe descansa en ti
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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