
El tercer domingo de los últimos tiempos
Los santos triunfantes
(Blanco)
Tema del día: Cristo nos promete, “Ciertamente vengo en breve.” Entonces, ¡qué velemos y digamos con corazones confiados, “Amén. Ven Jesucristo”! porque viene para llevarnos a nuestro hogar celestial.
La Colecta: Señor Dios, Padre celestial: envía a tu hijo, te rogamos, para que él recoja a su esposa, la iglesia, y así nosotros, juntos con todos los redimidos, entremos en su reino eterno; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 52:1-6 Nuestro Dios, el Señor de todo, subyuga a las naciones según su voluntad y poder, y redime a su pueblo por su sola gracia.
1Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.
3Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. 4Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón. 5Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. 6Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
El Salmo del Día: Salmo 84
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.
1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán.
Selah
5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob.
Selah
9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.
La Segunda Lectura: 1 Tesalonicenses 4:13-18 La resurrección de Jesucristo comprueba que “los que durmieron en él” participarán en la resurrección del fin del mundo. Además todos los que están vivos en aquel día serán reunidos con ellos en una gran reunión de los santos triunfantes. ¡Qué nos animemos los unos a los otros con estas palabras!
13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. ¡Aleluya!
El Evangelio: Mateo 25:1-13 La parábola de los diez vírgenes nos llama a velar, o sea, a siempre estar listos para la venida de nuestro Señor Jesucristo, porque nadie sabe ni el día ni la hora en que va a regresar.
1Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 7Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
LOS SANTOS TRIUNFANTES VIVIMOS LA CONVERSIÓN Y LA PERSEVERANCIA
Cuando escuchamos la historia de un empresario famoso es increíble entender todo lo que sufrió para llegar a su meta final, tener su empresa, prestar un servicio y ayudar a muchas personas con su negocio. Pero una de las claves que muchos empresarios nos dicen en cuanto a llegar a la meta tiene que ver con la perseverancia. Lo mismo sucede con el matrimonio, mientras es la época del noviazgo se hacen cosas increíbles para conquistar y darle entender a la novia que somos el esposo que ella está necesitando, pero después de casados cuando llegan los problemas sencillamente es porque ya no hay perseverancia en cuidar la relación o cuidar a esa persona con la cual vivimos, todos nosotros sabemos lo flojos que hemos sido en no perseverar en cosas de nuestras vidas, por esto no somos empresarios o hemos dañado nuestros matrimonios y hoy vivimos frustrados y renegando de todo porque no llegamos a la meta que queríamos llegar.
Este sermón de los santos triunfantes hace referencia a dos hechos importantes en nuestra vida de cristianos, nuestra conversión y la perseverancia. Llegamos a la fe por los medios de Gracia como el bautismo y el Evangelio, todo esto es dado por Dios para nuestro perdón de pecados y para salvación, pero en la perseverancia es muy importante dejar trabajar al Espíritu Santo y ahora nos preguntamos ¿Qué tan perseverantes somos? Y en realidad esta pregunta muestra nuestra falta de perseverancia en el cuidado de nuestra fe y en el cuidado de nuestra vida espiritual. Dios nos ha dejado su Palabra que nos hace sabios y prudentes pero, realmente no la usamos, creemos que la Palabra solo es para escucharla el día que nos congregamos o cargamos la biblia para tener prestigio y las personas digan que somos importantes en la sociedad donde vivimos, cada día vemos como los cristianos le damos tan poco valor a la Palabra de Dios que solo ofrecemos nuestras opiniones personales y aun pasando por la voluntad de Dios, tenemos nuestras propias opiniones en cuanto al consumo de sustancias sicoactivas, que cantidad de alcohol podemos tomar para no pecar, y también podemos defender el amor de personas del mismo sexo solo porque son cercanas a nosotros y, quizás permitir la eutanasia porque muchos dicen que es un acto de amor, pero también tenemos grandes controversias porque necesitamos saber si es pecado las situaciones que vivimos de acuerdo a nuestra conciencia o creemos que Dios ha dado una libertad al hombre para que haga lo bueno o haga lo malo como muchos creen que es el libre albedrio. Realmente entre más cosas escuchamos de la palabra de los hombres en cuanto a la interpretación de la Biblia, nos sorprende como nos alejamos de la Palabra de Dios y como ponemos freno a la obra del Espíritu Santo no solamente pecando contra el tercer mandamiento, sino que mostramos que no tenemos el aceite de las lámparas, que habla esta parábola y hace referencia al Espíritu Santo que es Dios y por esto pecamos igualmente contra el primer mandamiento. Nosotros hoy reconocemos que somos cristianos imprudentes, porque esta parábola habla a cristianos y merecemos que se nos cierren las puertas del cielo y merecemos escuchar lo que dice Jesús en esta parábola: 12Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco y esto muestra que merecemos la muerte eterna.
Jesús después de predicar el sermón del monte hablo de otra parábola de un hombre que construyó su casa en la roca y el otro en la arena, pero antes de estas palabras dijo: ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Lucas 6:46, y realmente estas palabras nos muestran el problema que tenemos con la Palabra de Dios, pero también nos muestra el amor del Padre hacia nosotros al enviarnos a Jesús. En esta parábola podemos entender la relación que tenemos con nuestro Dios por medio del matrimonio y como el Novio, quien es Jesús, vino a este mundo por su novia, la iglesia, cada uno de nosotros, nuestro Salvador siempre tuvo en alta estima la Palabra de Dios y por esto la predicó en toda su escencia y perfectamente, Él predicó perfectamente la Ley y el Evangelio por amor a nosotros y en Juan 17:17 encontramos nuestro perdón porque cumplió el tercer mandamiento por nosotros, como puso su confianza en el Padre por nosotros, Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Jesús no dudo en enseñar que La Palabra de Dios, es la única verdad absoluta que hay en el mundo, Él mismo la predicó y por medio de ella nos salvó, nos dio nuestro perdón. Es únicamente en la Palabra de Dios que podemos encontrar el amor verdadero de Dios, al enviar a Jesús a este mundo para limpiarnos de nuestros pecados y lo hizo por medio de su vida ofrecida en el monte Calvario y su sangre derramada en la Cruz, por esto hoy San Pablo nos recuerda: Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza. ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. 1 Tesalonicenses 4:13-14
Nosotros hoy hermanos vivimos guiados por el Espíritu Santo quien nos ha traido a la fe, nuestra conversión y también Él hace que persistamos, pero para esto necesitamos ser como estas virgenes prudentes y también como el hombre prudente que Jesús habla al terminar el sermón del monte, 47Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. 48Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Lucas 6:47-48. Es muy significativo para nosotros encontrar en esta parábola que el aceite de las lámparas de las virgenes es el Espíritu Santo y solo por Él cada uno de nosotros hemos cimentado la fe y esperanza en la vida eterna por el poder del Evangelio, las inundaciones que pueden llegar a nuestra vida como la falsa doctrina, los problemas de todos los indoles en este mundo, la desesperanza que tanto puede dañar nuestra vida espiritual, los ataques persistentes por el diablo en nuestra carne, pero hoy no tenemos miedo que sucedan estas cosas porque son pruebas de fe, las cuales hacen que estemos conectados con el mismo Dios dándole gracias porque se hace su voluntad en nuestras vidas, cada vez que leemos la Escritura aprendemos lo vacío que es este mundo, recordemos la historia de Job donde el diablo creyó que le había quitado todo, pero el maligno se engañó porque todo lo de Job era Dios y no las cosas materiales y los sufrimientos que vivió en su cuerpo. Nosotros somos igual que Job porque tenemos todo en nuestra vida, tenemos a Dios, tenemos el poder de la Palabra que nos mantiene vigilantes porque no sabemos la hora y el día que venga Jesús. No es una preocupación para nosotros el no saber el día y la hora porque ya estamos listos, ya estamos preparados con el aceite en nuestras lámparas y oramos para que sigamos persistiendo en este caminar con Jesús hasta que Él venga por nosotros y seamos santos triunfantes que salimos de este mundo intactos porque nuestro Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para esta vida y la vida eterna. Amén
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
98 ¡Muerte! ¡dónde está tu horror?
99 Cuando suene la trompeta
100 Pronto vuelve Jesucristo
101 Y sólo espero ese día
102 Hoy por los santos
108 Esta es la fiesta
Culto Cristiano:
4 ¡Despertad! A todos llama
2 Alzaos, oh puertas
5 Redentor precioso, ven
78 De mil arpas
154 Los santos de la tierra y de los cielos
156 Ven Tú, ¡oh Rey eterno!
322 Dormir en Cristo
334 Morir sólo es resucitar
337 Mi Jesús, mi Salvador
338-341 Los himnos para la segunda venida del Señor
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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