
Servicio - 19 abril 2019
El viernes santo
(Negro)
Tema del día: Dios es justo. Dios es amor. Parece una paradoja ¿verdad? Dios en su justicia tiene que castigar el pecado, pero en su amor no quiere que nadie se pierda. En la cruz se encuentran ambas características de Dios, es decir, su amor y su justicia. En su justicia Dios castigó el pecado, pero castigó a sí mismo, a su Hijo Jesucristo, en vez de castigar a nosotros mostrando su amor inefable. La cruz es una proclamación fuerte de ley y evangelio, de pecado y de gracia.
La Colecta: Te suplicamos, bondadoso Dios, que mires con gracia y misericordia a nosotros tus hijos, por quienes nuestro Señor Jesucristo tuvo a bien ser traicionado y entregado en las manos de hombres pecadores y sufrir la muerte en la cruz; por el mismo Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 52:13-53:12 Dios por medio del profeta Isaías describe en gran detalle unos setecientos años antes de Cristo, la agonía que Jesús iba a sufrir en la cruz. Isaías nos dice también el resultado de su sufrimiento y muerte inocente, “por su llaga fuimos nosotros curados.”
13He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.
53
1¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
El Salmo del Día: Salmo 22
Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
5 Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.
12 Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.
14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
17 Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
20 Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.
25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
28 Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.
29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
La Segunda Lectura: Hebreos 4:14-16; 5:7-9 El escritor a los hebreos se nos revela a Jesucristo como nuestro gran Sumo Sacerdote, el cual compartía en la humanidad, sufriendo las mismas tentaciones como nosotros sin pecar. Por su obediencia y muerte tenemos uno que a la vez entiende nuestra necesidad y que nos da el remedio.
4
14Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
5
7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
El Versículo: Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
El Evangelio: Juan 19:17-30 Jesucristo, el Rey de reyes, se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Aún sufriendo dolores físicos y la carga de los pecados del mundo, Cristo mostró su amor para con su madre María y cumplió con todas las profecías del Antiguo Testamento. Al morir, podía verdaderamente decir, “Consumado es.” La deuda del pecado fue cancelada. La salvación es un hecho para todos los que creen en él.
17Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; 18y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 19Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. 20Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. 21Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
23Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. 24Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice:
Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
Y así lo hicieron los soldados. 25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
28Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
HERMANOS EN ESTE VIERNES SANTO AFERREMONOS A NUESTRA REDENCIÓN
La celebración de esta semana santa nuestro Dios nos tiene reunidos con los medios de Gracia que Él nos ha dado para darnos el perdón de nuestros pecados, ayer Jueves santo estuvimos reunidos por el mensaje del sacramento de la Santa Cena y hoy viernes Santo estaremos reunidos por la doctrina del Evangelio, las buenas nuevas. El Domingo de Ramos escuchamos como las personas que estaban recibiendo a Jesús cantaban el Evangelio diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! Lucas 19:38. Estas son palabras de Buenas Nuevas que el Espíritu Santo puso en las bocas de las personas que estaban recibiendo a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén. Hoy podemos ver como lo más posible es que estas mismas personas estaban viendo salir a este Rey derrotado. Pensaron que habían perdido el tiempo aludiendo a este Rey, como en verdad este era un fiasco porque con su silencio se dejó derrotar de parte del imperio Romano, las esperanzas para que fueran una sola nación una vez más estaban por el suelo porque su Rey que vieron que hizo milagros, resucitar muertos, les dio de comer ahora estaba cargando una cruz siendo condenado como el criminal más perverso del mundo.
En los días de Jesús recibir el castigo como Lucas nos enseña en este día 17Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; 18y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. Era una humillación total, porque cada persona que era condenado a morir en la cruz era considerado como un criminal muy peligroso, y más con la compañía que tuvo nuestro Señor Jesús de estar en medio de otros dos criminales no se podía diferenciar entre los tres, para el pueblo en ese momento los tres que estaban en la cruz merecían la humillación que estaban recibiendo. La Cruz para muchos es solo un objeto de maldición porque no entienden lo que enseña Pablo en Gálatas 3:13 (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero) y por este motivo muchos cristianos hoy en día no usan el símbolo de la cruz en sus templos, en sus casas o usarla con las manos porque dicen que la cruz es maldita, porque allí murió nuestro Señor Jesucristo; y otros cristianos no usan ningún símbolo de la Cruz porque creen que es Idolatría. Pero para poder entender el mensaje que hay en la Cruz necesitamos la doctrina de la Ley y el Evangelio, porque esto es lo que enseña el texto de Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero). El mensaje de la cruz es muy claro, Jesús se hizo maldito por nosotros para que fuéramos hechos hijos de Dios, este es el mensaje que nos reúne hoy por medio del Evangelio que es un medio de Gracia.
Este Evangelio nos muestra lo que hizo el único Rey verdadero, no por un solo pueblo o un grupo determinado de personas sino por todo el mundo, las personas que estaban viendo salir a Jesús cargando siendo humillado la cruz no sabían la verdad que se estaba mostrando allí y Dios uso al incrédulo Pilato para enseñar esa verdad 19Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. 20Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. Podemos ver la traducción de esta verdad en tres idiomas y hoy en muchos idiomas más por las diferentes versiones de la Escrituras que existen; Jesús es el Rey que gobierna nuestras vidas porque se hizo maldito al cargar todos los pecados de toda la humanidad y así librarnos de la esclavitud del Diablo, esta verdad la quisieron y la quieren cambiar muchos hombres hoy en día tal como lo querían hacer los enemigos de Jesús 21Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito. Cambiar el mensaje de quien es Jesús es un pecado en contra del segundo y tercer mandamiento, decir que Jesús es un profeta más, que murió por una causa que no tenía sentido, que era un hombre que quiso enfrentarse solo a un imperio poderoso, que es un hombre que solo quiere curar enfermedades, que es un hombre que solo quiere la prosperidad económica de las personas; estos son ejemplos de cómo se cambia el mensaje de quien es Jesús, desafortunadamente hoy en día muchas iglesias se han convertido en sinagogas de Satanás porque presentan a Jesús de muchas maneras pero no como el Salvador del mundo.
Hoy vemos como no solamente los pecados en contra del segundo y tercer mandamiento fueron perdonados por Jesús, también vemos como todos nuestros pecados fueron cargados por este Rey, Jesús al cargar la cruz estaba demostrando que seguía siendo el Rey no solamente de los Judíos sino del mundo entero porque Él vino a destruir las obras del príncipe de este mundo. Y la mejor manera de destruir a este príncipe, que es el Diablo era venciendo la muerte y es por este motivo que el camino hacia ella fue una humillación total, esto nos muestra porque Jesús es el Salvador que nosotros necesitamos, ya que esta humillación era una prueba para el mismo Jesús, Él sufrió esta humillación para vencer nuestro orgullo pecaminoso que no admite ayuda para estar en paz con Dios y este mismo orgullo es el que nos lleva a pecar en contra de nuestro Dios, Jesús por amor a cada uno de nosotros se humillo de esta manera 23Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. 24Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esta era una costumbre de los soldados romanos donde se quedaban con las pertenencias de las personas que eran crucificadas, pero en realidad lo que estaba sucediendo en esta oportunidad era permitido por Dios para cumplir las palabras de este Salmo 22:18, que es un texto sagrado Mesiánico Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados. Este cumplimiento de este salmo es una prueba más de que Jesús si es el Cristo, el Ungido que vino a este mundo para redimirnos y hacernos un solo pueblo con Dios, ÉL es nuestro Padre y nosotros sus hijos al igual que estos hermanos en la fe que estaban en la cruz acompañando a nuestro Señor y Salvador 25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. Aún en medio de este sufrimiento nuestro Salvador no olvido lo importante de la unidad de la fe, en ese momento la mayoría de su familia de sangre no creía en Él y era de mucha importancia para Jesús que no solamente su madre y sus discípulos sean uno sino también cada uno de nosotros, la muerte de Cristo nos hace que seamos uno, nos hace que compartamos la misma fe; aún en la cruz Jesús como nuestro sustituto cumplió el segundo y tercer mandamiento por cada uno de nosotros recordando que Dios quiere que seamos uno así como lo es el Dios Trino, La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Juan 17:22.
Finalmente Juan nos presenta los minutos más angustiosos de nuestro Salvador, como realmente todo el castigo que había recibido está llegando a su final, la sed que produjo toda la deshidratación estaba mostrando que su final estaba llegando y es donde dijo estas palabras finales que tiene mucho significado para todos nosotros dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. La palabra consumado tiene la connotación de perfecto, Jesús estaba afirmando que toda su obra que había hecho con su vida completa y su sufrimiento y muerte en la cruz fue perfecta, esta muerte cambio la historia del mundo porque hace la diferencia del que cree en Él y el que no cree, la muerte de Jesús cambio el sentido de nuestra muerte porque con ella nos dio la esperanza de la Salvación, la esperanza de que cada uno de nuestros pecados ha sido perdonados se convirtió en realidad; nosotros no adoramos la cruz pero si encontramos en ella el mensaje de la Ley y el Evangelio, el castigo que Dios exigía por nuestros pecados lo realizó allí en esta cruz, Cristo recibió el castigo y nosotros el perdón y es por este motivo que cada uno de nosotros estamos aquí reunidos alabando a nuestro Dios, alabando su santo nombre, pidiéndole a nuestro Dios que siempre nos mantenga con nuestra mirada en el cielo dando Gloria y honor a su nombre y por medio del Evangelio decir Gracias, Gracias Señor Jesús por darme lo que más necesitamos que es el perdón de nuestros pecados y permite que el Espíritu Santo nos mantenga en la única y verdadera fe que nos lleva a la vida eterna. Amén
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
17 De tal manera Dios amó
18 Te saludo, Cristo santo
28 El profundo amor de Cristo
31 Manos cariñosas
33 Soy el camino
88 Sublime gracia
90 ¡Oh Cristo de infinito amor!
105 Acuérdate de Jesucristo
107 El Señor es mi luz
Culto Cristiano:
46 Al contemplar la excelsa cruz
47 Cristo vida del viviente
50 Hay una fuente sin igual
54 ¿Vives triste y angustiado?
58 Afligido y castigado
60 En la cruz mirad
62-68 Los himnos para el Viernes Santo
165 Hay una fuente
202 Oí la voz del Salvador
219 Roca de la eternidad
225 Por gracia sola yo soy salvo
229 Tal como soy
246 Mi fe descansa en ti
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