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Servicio - 17 enero 2021

El segundo domingo después de epifanía

(Verde)

 

Tema del día: Dios se revela a sí mismo, llamándonos a servicio.

 

La Colecta: Todopoderoso y eterno Dios, que gobiernas todas las cosas en el cielo y en la tierra: Oye misericordiosamente las súplicas de tu pueblo y concédenos tu paz todos los días de nuestra vida; por Jesucristo, tu Hijos, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: 1 Samuel 3:1-10 En un momento clave de la historia de Israel, Dios se revela por la primera vez al profeta Samuel. Qué siempre sigamos el ejemplo de Samuel diciendo a Dios, “Habla, porque tu siervo oye.”

 

1El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

2Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, 3Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, 4Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. 5Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó. 6Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate. 7Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. 8Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. 9Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.

10Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

 

El Salmo del Día: Salmo 67

 

Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.

1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga;

Haga resplandecer su rostro sobre nosotros;

Selah

2 Para que sea conocido en la tierra tu camino,

En todas las naciones tu salvación.

3 Te alaben los pueblos, oh Dios;

Todos los pueblos te alaben.

4 Alégrense y gócense las naciones,

Porque juzgarás los pueblos con equidad,

Y pastorearás las naciones en la tierra.

Selah

5 Te alaben los pueblos, oh Dios;

Todos los pueblos te alaben.

6 La tierra dará su fruto;

Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

7 Bendíganos Dios,

Y témanlo todos los términos de la tierra.

 

 

La Segunda Lectura: 1 Corintios 6:12-20 San Pablo nos advierte que no usemos nuestra libertad cristiana para caer en inmoralidad sexual, sino que siempre usemos nuestro cuerpo para la gloria de Dios, recordando que es el templo del Espíritu Santo.

 

12Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! El me dijo: Tú eres mi siervo, Israel, en quien mostraré mi gloria. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Juan 1:43-51 Jesús llama a unos de sus primeros discípulos, Felipe y Natanael, mostrando su sabiduría divina y prometiendo que ellos verán cosas más increíbles que esas. Estos discípulos responden al seguir a Cristo y compartir las buenas nuevas del evangelio con otros.

 

43El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. 44Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. 45Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. 47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. 48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. 50Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. 51Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

 

HERMANOS DISFRUTEMOS EL LLAMADO DIVINO

 

Hay un concepto que muchos tienen dificultad entenderlo y es la santidad. Menciono este concepto porque algunos creen que pueden cumplir todas las exigencias de Dios y es por lo que Dios tiene que ver esta santidad en el hombre para buscarlo y hacerle un llamado especial, de ahí es donde no se entiende bien el termino vocación porque algunos dentro de la esfera del cristianismo dicen tener vocación para ser sacerdote, monja o pastor porque han logrado o pueden vivir en santidad. Es por este motivo que al no entender bien este concepto que muchos llegan abusar del ministerio. Lastimosamente los casos de pederastas van en aumento, los abusos sexuales de parte de pastores con feligreses, los abusos de poder que algunas personas que son líderes de su iglesia son noticias que escuchamos con frecuencia y lo más triste es que muchas de estas personas que actúan de esta manera se justifican en su santidad porque afirman que Dios los escogió por ser santos y hay que aceptar todo lo que dicen y hacen. ¿Cuándo en la historia del mundo se ha visto un papa acusado y condenado por su abuso de autoridad? Nunca. También vemos que muchas organizaciones cuando su líder cae en un pecado público lo que hacen es trasladarlo de ciudad o país para tapar la situación. Hoy en día podemos ver que el amor al dinero, al sexo y placer que produce el alcohol y las drogas son artimañas de Satanás para hacer caer a muchos líderes de las iglesias y aún a cristianos y, con esto hacen que los incrédulos se burlen de la iglesia del Señor.

 

Las lecturas para el día de hoy tiene un mismo enfoque en el llamado al servicio de las personas que escuchamos sus nombres desde las líneas de las escrituras, Samuel, Felipe, Andrés, Pedro y Natanael tenían una característica especial, no eran santos, no podían tener santidad por su pecado. La prueba de que son pecadores es que ninguno de ellos vive actualmente porque recordemos lo que la Biblia nos dice en Romanos 6: 23a la paga del pecado es la muerte. Pero también la Biblia señala su incapacidad de ser santos con su pecado, por ejemplo Samuel falló en ser padre, peco en contra del cuarto mandamiento, aunque la Biblia nos enseña que cada uno es responsable de su pecado y la biblia tampoco acusa a Samuel de esto podemos ver que de una manera a otra fallo al guiar a sus hijos, así como el sacerdote Eli y esto llevó que sus hijos al ser escogidos como Jueces de Israel los ancianos del pueblo quisieron mejor escoger un rey por el pecado de sus hijos 3Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. 1 Samuel 8:3. En el milagro de la alimentación de los cinco mil vemos como Felipe dudo que Jesús pudiera dar de comer a todas estas personas, Felipe llevó esta situación mirando solo en el dinero pecando contra el primer mandamiento y por esto vemos su naturaleza pecaminosa cuando dijo 5Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Juan 6:5. En cuanto a Natanael que es el mismo Bartolomé que se cita en el listado de los apóstoles vemos en este pasaje para el día de hoy como pecó contra el quinto mandamiento haciendo acepción de personas 46Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Cuando Jesús estaba enseñándoles de las señales antes del fin, podemos ver a Andrés dentro de los discípulos que le hicieron una pregunta a Jesús queriendo saber a cerca del fin del mundo, pecó contra el tercer mandamiento porque no confió en la Palabra de Dios y es por lo que la Biblia nos dice 3Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: 4Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? Marcos 13:3-4. Y en cuanto a Pedro, todos conocemos su pecado en contra del segundo y octavo mandamiento cuando mintió que conocía a Jesús Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis. Marcos 14:71. Es evidente que estos ejemplos nos muestran que estos hombres no tenían ningún mérito para ser llamados para servir a Dios. Realmente ningún ser en este mundo tiene el mérito de sentirse santo o muy santificado porque su carne pecaminosa le acusa, es por lo que San Juan nos dice Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 1 Juan 1:8. Todo esto nos lleva a una conclusión, ninguno de nosotros merecemos ser llamados hijos de Dios, ninguno de nosotros merecemos ser salvados por nuestro Dios, ninguno de nosotros merecemos ser llamados para servir a Dios, realmente nadie en este mundo puede ser o considerarse santo o con santidad porque Romanos 3:12 nos identifica muy bien lo que somos todos los seres humanos que fuimos concebidos por carne No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

 

Al reconocer que somos pecadores y que no merecemos nada de parte de Dios, tampoco es algo que hallamos reconocido por nosotros mismos, es el Espíritu Santo por medio de la predicación de la Ley que nos ha mostrado que estos personajes que se mencionaron en las lecturas de hoy y cada uno de nosotros realmente merecemos recibir todo el juicio de Dios en el infierno eterno. Pero este mismo Espíritu Santo por medio del Evangelio nos lleva donde quien somos santos y podemos llamarnos santificados, Jesús. Este es el único Santo quien vino a este mundo con un propósito claro, hacernos santos para con Dios. Su nombre tiene ese significado el cual acabamos de celebrar con la fiesta de la Navidad y ahora vemos como se manifiesta a cada uno de nosotros en este tiempo de Epifanía para llamarnos al servicio 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo 1:21-23. La esencia de Jesús como nuestro salvador es su propia santidad y esta fue trasladada a nosotros porque Él nunca pecó, la Biblia no registra ni una sola palabra como evidencia que haya obrado en contra de Dios, al contrario, en su vida encontramos Paz, en su vida encontramos perdón porque el Padre en los cielos nos ve a través de la vida de Jesús santos y cumplidores de sus mandamientos porque Él los cumplió perfectamente por cada uno de nosotros. Pero además de esto Jesús Salvó a su pueblo, al pueblo de Dios al recibir el castigo de todos nuestros pecados en la cruz 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Romanos 5:8-9. Somos salvos de la ira de Dios porque Jesús murió por nosotros y aun sabiendo que nuestra naturaleza pecaminosa siempre estará con nosotros nos ama tanto que crucifico nuestra falta de santidad en la Cruz, es por la sangre de Jesús que hoy somos santos.

 

Pero esta Santidad que hoy confesamos que no depende de nosotros, sino de Cristo y el mismo Espíritu Santo hace que sirvamos a nuestro Padre Celestial, este servicio no lo merecemos, Samuel, Felipe, Andrés, Pedro y los demás apóstoles tampoco lo merecieron, nuestra mente no puede entender que el amor de Dios funciona diferente al amor del mundo y así como llamó a estos hombres para que sirvieran a Él nos ha llamada a cada uno de nosotros para ser sacerdotes, el sacerdocio universal que tenemos todos los cristianos para estudiar y predicar la Palabra de Dios, para orar los unos por los otros y reunirnos alrededor de los sacramentos como el bautismo y la santa cena es un privilegio que no merecemos, pero también los que hemos sido llamados al ministerio público no es porque seamos mejores que los demás, tampoco merecemos alimentar y cuidar al pueblo de Dios. Es por la misericordia de Dios que hoy podemos servir a la iglesia de Dios que nos ha llamado. Por esto el llamado que tenemos cada uno de nosotros no tenemos necesidad de tener envidia de un hermano en la fe o un líder de la iglesia o buscar el ministerio que queramos, Dios mismo nos ha puesto a cada uno de nosotros con nuestros dones para servir y nunca olvidar el propósito de nuestro llamado es ganar almas. Felipe al ser tocado por el Espíritu Santo y estar seguro de que Jesús era el Mesías esperado vemos como su interés fue el alma de su amigo Natanael, le buscó sin dudarlo para hablarle del Salvador. Pero Natanael no sabía el plan de Dios para Él y como Jesús le demostró su amor a decirle que lo había visto debajo de la higuera antes de que Natanael le conociera y además la bendición de Dios al decirle a Natanael 51Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. Jesús les ofreció el cielo abierto como lo mejor que les podría dar a Natanael y a los otros. Sí, él era “el Hijo de Dios”. Él era “el Rey de Israel”. Y como tal, él era el único camino para llegar al cielo. Y este es nuestro trabajo también ofrecer a las almas ganadas por Dios el cielo que es dado por la Gracia y misericordia de Dios, seamos fieles servidores a Dios con nuestro tiempo, talentos y ofrendas para que cada día crezca más el reino de Dios por medio del Poder del Espíritu Santo. Amén

 

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

48 Busca primero el Reino de Dios

51 Dios de gracia, Dios de gloria

54 Santo Espíritu llena mi vida

55 Serviremos al Señor

56 ¡Alzad la cruz!

59 Levántate, despierta

60 Señor despierta y llama

 

Culto Cristiano:

253 A los pies de Jesucristo

254 Firmes y adelante

255 Que mi vida entera esté

257 Mirad y ved a nuestro Dios

263 Escuchad, Jesús nos dice

264 Grato es contar la historia

403 Estad por Cristo firmes


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