
La pascua de resurrección
(Blanco u oro)
Tema del día: Nos congregamos en esta mañana de la pascua de resurrección para escuchar las buenas nuevas de que Jesucristo ya no está muerto. Resucitó de entre los muertos. ¡Ya vive! El hecho de que él vive, nos asegura que nosotros también viviremos eternamente con él en su reino. Qué siempre fijemos la mirada en él, quien es nuestra vida.
La Colecta: Todopoderoso Dios Padre, por tu Hijo unigénito, Cristo Jesús, has vencido la muerte y has abierto la puerta de la vida eterna. Concede que nosotros que gozosamente celebramos el día de la Resurrección de nuestro Señor, seamos resucitados de la muerte del pecado por tu Espíritu vivificante; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Éxodo 15:1-11 Moisés cantó este cántico después de ver la destrucción de faraón y sus ejércitos por la mano de Dios. Nosotros también cantamos a nuestro Dios con corazones alegres, porque con su muerte y resurrección ha destruido a nuestros grandes enemigos: el diablo, el pecado y la muerte.
1Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
3 Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.
4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.
5 Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como piedra.
6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
9 El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;
Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
El Salmo del Día: Salmo 118
1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.
2 Diga ahora Israel,
Que para siempre es su misericordia.
3 Diga ahora la casa de Aarón,
Que para siempre es su misericordia.
4 Digan ahora los que temen a Jehová,
Que para siempre es su misericordia.
5 Desde la angustia invoqué a JAH,
Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.
6 Jehová está conmigo; no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.
7 Jehová está conmigo entre los que me ayudan;
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8 Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en el hombre.
9 Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en príncipes.
10 Todas las naciones me rodearon;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
11 Me rodearon y me asediaron;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
12 Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
13 Me empujaste con violencia para que cayese,
Pero me ayudó Jehová.
14 Mi fortaleza y mi cántico es JAH,
Y él me ha sido por salvación.
15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos;
La diestra de Jehová hace proezas.
16 La diestra de Jehová es sublime;
La diestra de Jehová hace valentías.
17 No moriré, sino que viviré,
Y contaré las obras de JAH.
18 Me castigó gravemente JAH,
Mas no me entregó a la muerte.
19 Abridme las puertas de la justicia;
Entraré por ellas, alabaré a JAH.
20 Esta es puerta de Jehová;
Por ella entrarán los justos.
21 Te alabaré porque me has oído,
Y me fuiste por salvación.
22 La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser cabeza del ángulo.
23 De parte de Jehová es esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
24 Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.
25 Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego;
Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.
26 Bendito el que viene en el nombre de Jehová;
Desde la casa de Jehová os bendecimos.
27 Jehová es Dios, y nos ha dado luz;
Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.
28 Mi Dios eres tú, y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.
29 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.
La Segunda Lectura: 1 Corintios 15:1-11 Aquí San Pablo da un muy buen resumen del evangelio: que Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, y que resucitó al tercer día. No hay duda de este hecho, porque en su amor, Dios nos dio muchos testigos de su muerte y resurrección.
1Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Cristo Jesús abolió la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio. ¡Aleluya!
El Evangelio: Lucas 24:1-12 ¡Sorbida es la muerte en victoria! Muy de la mañana el domingo, unas mujeres fueron a la tumba de Jesús para ungir su cuerpo con especias, pero cuando llegaron, no hallaron el cuerpo de Jesús, sino dos ángeles los cuales les decían que Cristo había resucitado. Felices, salieron y compartieron con los discípulos las buenas nuevas de la resurrección.
Tema: ¡No está aquí, sino que ha resucitado!
¿Alguna vez han escuchado noticias y dicho, “No, ¿eso es demasiado bueno para ser verdad?” Tal vez una prueba salió negativa, o algún problema grande se resolvió de modo sorprendente o algo que te tenía preocupado, confundido, hasta con miedo. Cuando escuchamos esa clase de noticias es difícil procesar por todas las emociones que sentimos. A veces ni podemos entender las noticias y no sentimos la alegría hasta que tenemos la oportunidad de procesar las noticias. Vamos a leer el texto de la resurrección, que no empieza como un texto feliz. Recordemos el problema que nos presenta el pasaje porque hace dos días por las escrituras vimos a Jesús morir en una cruz, y algunos de sus discípulos le dejaron solo y algunos de sus seguidores lo vieron con sus propios ojos morir. Y las mujeres que lo cuidaban estuvieron allí viendo su ultimo respiro. Cuando había muerto lo sacaron de la cruz afanado para enterrarlo porque iba a empezar el sábado, y el domingo iban a volver con las especies aromáticas para preparar bien el cuerpo, para no quebrantar el día de reposo. El sábado definitivamente era un día de tristeza y confusión, ya no entendían porque había muerto Jesús. En esa confusión empieza el texto. Pero vamos a ver a Dios convertir esa confusión en gozo por medio de las noticias de los ángeles que parecen demasiado buenas para ser verdad. Pero si, son verdad. Antes de leer el texto quiero hacer un saludo cristiano tradicional de la pascua de la resurrección. Este saludo afirma la resurrección y muestra el gozo que sentimos este gran día de la iglesia. Y va así, yo digo, “¡Cristo ha resucitado!” y ustedes responden, “¡Ha resucitado de verdad! ¡Aleluya!” ¡Que gozo!
Pero al empezar volvemos a esos momentos de tristeza y confusión con las mujeres en la madrugada.
Lucas 24:1-12
El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. 2Y hallaron removida la piedra del sepulcro; 3y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; 5y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, 7diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. 8Entonces ellas se acordaron de sus palabras, 9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. 10Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. 11Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. 12Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.
“Cristo ha resucitado!”
“¡Ha resucitado de verdad! ¡Aleluya!”
Esas son las noticias de hoy. Y al meditar en este texto quiero que hagan 3 cosas: Escuchar las noticias, Creer las noticias, Y compartir las noticias.
Primero, las mujeres y los discípulos necesitaban escuchar las noticias ellos después de ver a su Señor y maestro morir, los discípulos se escondieron por miedo de los judíos y las mujeres vinieron a la tumba para despedirse y terminar las preparaciones de su entierro, para que el cuerpo se quedará allí hasta que la carne desapareciera. Les dio duro pensar en eso, de un ser querido, y alguien que les trajo tanta esperanza. Llegaron a la tumba y de repente hubo otro problema: La roca que fue puesta por puerta y sellado, y guardado, había sido removida. Y el cuerpo de Jesús que vinieron a preparar, no lo hallaron. “No está aquí. El cuerpo de Cristo debe estar aquí en este sepulcro.”
Cuando lo decimos así, con lo que sabemos ahora, que Jesús resucito, eso suena como locura. Y decimos ¿Cómo puede ser que no entendiesen lo que había pasado?” A nosotros quienes sabemos eso porque Dios lo reveló en su palabra nos gusta juzgar a esas mujeres y también y a los discípulos. Pero Dios, quien planeó todo y ya sabía todo desde el principio los vio con compasión. Entendió su confusión y miedo y, sabía que necesitaban escuchar las noticias es por lo que envió los ángeles.
Al ser humano siempre le da miedo estar en presencia de un ser Santo, y por eso las mujeres reaccionan así, caen al piso y se cubren la cara de la luz resplandeciente de ellos. Y las palabras de los ángeles vienen a ellas con las mejores noticias. Les preguntaron, “¿Por qué buscan entre los muertos el que vive? No está aquí, sino que ha resucitado.”
Lo que pensaba era el problema- que el cuerpo no estaba- eso no era problema, sino la solución. Era la buena noticia. Pero por su manera de pensar y todas las emociones no entendieron inmediatamente la noticia, pero es por eso por lo que la necesitaban escuchar.
Nosotros también necesitamos escuchar las noticias y por eso estoy agradecido a Dios que les ha traído aquí para escucharla. Nuestro mundo es lleno de tristeza, confusión y miedo, nosotros como cristianos no somos inmunes a todo eso, porque seguimos viviendo con nuestra naturaleza pecaminosa, contra quien luchamos cada día; por ese pecado también vamos a morir y nos da miedo. Y si buscamos la solución en este mundo, no lo hallamos porque este mundo es lleno de muerte. En estos momentos, necesitamos escuchar la noticia, y la pregunta de los ángeles aplica a nosotros, “¿Porque buscas entre los muertos el que vive? ¡No está aquí, sino que ha resucitado!”
Hoy han escuchado las noticias, ahora créanlas porque son para ustedes, por obra del Espíritu Santo.
Muchas veces nuestras acciones reflejan que, como las mujeres y discípulos, tampoco creemos en las buenas nuevas, no confiamos y no entendemos lo que significan para nosotros. Y muchas veces eso pasa porque se nos olvida lo que Jesús dijo antes de morir y así pecamos contra el Tercer Mandamiento porque es el resultado de dejar a Dios en segundo lugar. Eso es lo que paso con los del texto. Por eso los ángeles siguieron diciendo: “Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, 7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.” Cuando las mujeres se acordaron de esas palabras de Jesús, se levantó la niebla, todo fue claro. Entendieron que todo eso tuvo que pasar. ¡Jesús cumplió todo lo que había dicho! Y lo había dicho para que en ese momento supieran que todo lo que dijo es confiable. Dijo que iba a ser entregado en manos de hombres pecadores, y esto pasó el jueves santo cuando dijo que lo iban a crucificar, y lo vieron suceder el viernes, y ¡ya se daban cuenta que era el tercer día!
Es por esa razón que celebramos la Semana Santa, para ver el cumplimiento de todas las palabras de Jesús. Y no solo suyas sino también toda la palabra de Dios y las profecías que dio a su pueblo por los profetas durante muchos años.
Nosotros vemos que podemos confiar totalmente en Dios, creemos las noticias para nosotros. Y esta fe en su palabra Dios mismo la obra en nuestros corazones por medio de su palabra. El Espíritu Santo es el creador y sustentador y Él nos fortalece cuando estamos en su palabra escuchando que a pesar de nuestro pecado Dios nos amó, y que envió a su hijo para rescatarnos del pecado. Ofreció su vida perfecta, y tuvo una muerte inocente para pagar por todos nuestros pecados. Y cuando resucitó, mostró que Dios aceptó su sacrificio y que todo fue cumplido. Mi oración es que el Espíritu obre en los corazones de cada uno de ustedes hoy para crear la fe o fortalecerla.
Han escuchado la noticia. Gracias a Dios creen la noticia. Ahora compartan la noticia.
Esta noticia cambia la vida, ustedes conocen un gozo más profundo que todo lo que el mundo les puede ofrecer que aun sus sentimientos cambian y no sentimos tristeza porque Jesús resucitó también y Dios va a resucitar a nosotros. Ya no tememos la muerte como antes. Ya todo tiene más sentido. Así es como se sintieron las mujeres al entender por fin esa noticia. Cambió sus vidas totalmente. ¿Y que es la primera cosa que hicieron?
Entonces ellas se acordaron de sus palabras, 9y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
Noticias así, hay que contar. Fueron a los discípulos y les dieron todo lo que vieron y escucharon. Dios las usó como mensajeros especiales para compartir la noticia con otros. En el momento los discípulos tampoco entendieron, y como las mujeres les faltó acordarse de lo que Jesús les había dicho, y dijeron que fueron locuras lo que decían las mujeres. Pero Pedro corrió al sepulcro para ver y al ver las ropas allí se fue maravillado, preguntándose lo que había pasado.
Dios nos usa a nosotros también como mensajeros para contar a otros. No siempre van a escucharnos, ni entendernos, pero igual seguimos contando la historia y dejamos todo en las manos de Dios. Y Dios sí, tuvo los discípulos en su mano. Y apareció a ellos especialmente cuando estaban encerrados. Y tenemos otras apariciones de Jesús en Hechos y en la epístola de hoy- de 1 Corintios 15, Jesús les dio la seguridad que todo se cumplió. Les dio el mismo gozo que tenían las mujeres. Y algunos días después les dio el mandato de predicar las buenas noticias a toda la creación. La gran comisión, esa comisión es para nosotros también, para predicar que ¡Cristo ha resucitado de verdad! Esas noticias parecen demasiado buenas para ser verdad, pero si, son. Escuchen la noticia, y nunca se cansen de escucharla, crean la noticia, por fe obrado por el Espíritu Santo, y compartan la noticia, que es el mensaje de la salvación del mundo. Amen.
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
19-23 Los himnos para la Resurrección
98 ¡Muerte! ¿dónde está tu horror?
105 Acuérdate de Jesucristo
108 Esta es la fiesta
Culto Cristiano:
38 Jesús divino
69-77 Los himnos para la Pascua de Resurrección
78 De mil arpas y mil voces
82 A Cristo proclamad
335 ¡Cristo vive!
336 Del sepulcro tenebroso
337 Mi Jesús, mi Salvador
404 Hosanna al Hijo de David
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