Skip to content

Servicio - 16 agosto 2020

El undécimo domingo después de pentecostés

(Verde)

Tema del día: En su gracia Dios nos ofrece y nos da comida para nuestros cuerpos hambrientos y salvación para nuestras almas sedientas.

La Colecta: Haz que tu perpetua misericordia, oh Señor, limpie y defienda tu iglesia, y puesto que sin tu ayuda no podemos seguir con seguridad, protege y gobiérnala en tu bondad; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La Primera Lectura: Isaías 55:1-5 Por medio del profeta Isaías, el Mesías invita a todos los pecadores que vengan para recibir el pan que es el perdón de los pecados. Dado que el hombre no tiene nada que puede ofrecer a Dios por este pan ("los que no tengan dinero"), es una invitación que nos otorga por su sola gracia.

1A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. 3Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. 4He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. 5He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

El Salmo del Día: Salmo 42

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;

De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,

Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

6 Dios mío, mi alma está abatida en mí;

Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,

Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8 Pero de día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su cántico estará conmigo,

Y mi oración al Dios de mi vida.

9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?

¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,

Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

La Segunda Lectura: Romanos 8:35-39 Para el mundo, la confianza que tenemos como cristianos es locura. En medio de tribulación decimos con toda seguridad, "Somos más que vencedores." Tenemos tal confianza porque nuestra fe se basa en Cristo Jesús Señor nuestro, el cual ofreció a sí mismo en la cruz para ganar por nosotros la vida eterna. Es por eso que tenemos la seguridad que nada--incluso los problemas y tribulaciones de nuestra vida cotidiana--nada nos puede separar del amor de Dios.

35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. ¡Aleluya!

El Evangelio: Mateo 14:13-21 Al alimentar a los cinco mil, nuestro Señor Jesucristo nos da evidencia una vez más que él es el todopoderoso Hijo de Dios, nuestro Salvador. Además, vemos en este milagro la misericordia de Jesús, que él va a proveer todas nuestras necesidades en este mundo.

13Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 15Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. 16Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. 17Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. 18El les dijo: Traédmelos acá. 19Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

HERMANOS ESTAMOS EN MANOS DE LA DIVINA PROVIDENCIA

En la ciudad donde vivo, Medellín, es la segunda ciudad en importancia de Colombia, y esto quiere decir que cuando una ciudad es importante dentro de un país es porque su economía es muy destacada. Pero cuando uno sale en estos días al centro de la ciudad se empieza a ver muchos locales comerciales con el aviso “se arrienda” y esto a causa de la pandemia que se está viviendo en el mundo entero. La destrucción de la economía de las familias, de los empresarios y de la mayoría de las personas es una evidencia total no solamente en mi ciudad sino en el mundo entero. Creo que nunca habíamos visto algo así la mayoría de nosotros porque antes ha habido circunstancias económicas difíciles en los paises, pero nunca una que afecte a todos por igual. Tal vez muchos cristianos en este momento estén sumergidos en una depresión a causa de esta circunstancia porque personalmente su economía empeoró o la economía de su familia y no están viendo una salida clara a este problema. O tal vez muchos cristianos en este momento están débiles en la fe porque creen que Dios ha dejado solo al mundo, o creen que Dios está castigando a todo el mundo por igual olvidándose de su pueblo los creyentes. O tal vez muchos han decidido mejor dejar la fe porque creen con esta situación que realmente Dios no existe por todo el sufrimiento que se está teniendo.

Pero Dios es muy claro en su Palabra como lo leemos en Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? Estamos frente a un atributo de Dios, Él no miente, Él cumple todo lo que habla porque todo lo que dice en la Escrituras es una verdad absoluta y más cuando hablamos del tema que nos tiene hoy reunidos LA DIVINA PROVIDENCIA. Esta es una doctrina bíblica que la Biblia nos enseña claramente la cual nosotros expresamos usando el primer artículo del credo apostólico cuando decimos creo en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y la tierra. Dentro de estas palabras estamos confesando que Dios es quién se encarga de nuestra conservación y protección. Cuando hablamos de la conservación tiene que ver con todo el sustento que necesitamos en este mundo y Dios nos provee con todo lo necesario. Pero nosotros lastimosamente somos pocos felices con lo que Dios nos ha dado para nuestro sustento en este mundo, siempre tendemos a ser como el hombre rico en San Lucas 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Lucas 12:17-19. Este mundo nos ha convencido que las riquezas materiales son las que nos quitan todos los problemas de este mundo, los cristianos que han creído que Dios abandono el mundo en esta pandemia es porque confían en las cosas materiales, y si para nosotros la estabilidad en este mundo depende de las cosas materiales que tenemos estamos en un problema espiritual muy serio porque estamos dudando y negando la DIVINA PROVIDENCIA y este pecado nos hace merecedores del fuego eterno en el infierno.

Dios que no miente nos muestra en el evangelio para el día de hoy como la lonchera que tenia un niño para su comida personal, dos panes y cinco peces pudo alimentar cerca de quince mil personas. Los discípulos de Jesús vieron un problema serio 15Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Su mente les jugo una mala jugada, así como a cada uno de nosotros cuando tenemos una visita en casa y vemos que no tenemos para comer todos preferimos no ofrecer comida porque nuestra carne egoísta nos dice que no podemos compartir. Pero gracias a Dios nuestro corazón egoísta y ávaro fue cambiado por la obra de Jesús, quien en su naturaleza humana confió perfectamente en la DIVINA PROVIDENCIA 18El les dijo: Traédmelos acá. 19Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Este cambio hecho en nuestro corazón radica en el perdón, este que nos ha dado el Padre en los cielos por Jesús quien con este acto demostró perfectamente su confianza en la DIVINA PROVIDENCIA y el Padre nos ha perdonado por este acto de Jesús como nuestro sustituto. Ahora el Espíritu Santo hace que nosotros confiemos en la DIVINA PROVIDENCIA, Dios nos ha demostrado en este tiempo de pandemia y en todos los tiempos que no nos ha faltado el techo, la comida y el vestido. Dios nos ha provisto de todas nuestras necesidades, Él no ha abandonado el mundo, esta situación que existe por el pecado que hay en el mundo Él la ha usado para expandir su Palabra, para dar Salvación y es donde vemos la segunda parte de la DIVINA PROVIDENCIA hablando de su Protección.

Muchos cristianos no entienden este punto de la Protección de Dios porque creen que por el hecho de ser cristianos nada malo les pasara en este mundo. De este pensamiento es donde nace la teología de la prosperidad que es resumida en estas palabras: si eres cristiano serás prospero y feliz en este mundo. Pero la Biblia nos enseña que la Protección de Dios tiene que ver con nuestra alma, como nos cuida en este mundo lleno de pecado y maldad. La realidad que nos dice las Escrituras en 1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. El diablo quiere ganar nuestras almas, pero tenemos la promesa de estar en las manos de Dios, de su protección de los ataques del Diablo y es por lo que usa a sus ángeles como lo dice el Salmo 91:11 A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. Pero esta protección espiritual la hace para los creyentes, nosotros que creemos en lo que escribió el profeta Isaías que nos enseña que es la Salvación de todos los hombres, es interesante conocer del Amor de Dios por nosotros, por nuestras almas, que en algún momento estaremos en el cielo en cuerpo y alma adorándolo perfectamente. La manera majestuosa que Isaías nos presenta la Salvación por gracia la vemos en este versículo 1A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Isaías 55:1. La invitación a comprar nos hace pensar en la cantidad de dinero que se necesita para adquirir algo que necesitamos, en este caso necesitamos cosas para nuestro sustento físico como agua, leche y vino. Pero la clave de este versículo es cuando habla a los sedientos, a los que no tienen dinero para que compren sin dinero y sin precio. Es la manera que Isaías habla de un regalo, así es la Salvación un regalo de Dios, este es el significado de la Palabra Gracia, regalo inmerecido. Un regalo que Dios nos ha dado por medio del sufrimiento, muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo, este quien confió en la DIVINA PROVIDENCIA al curar enfermos y dar de comer cerca de quince mil personas también confió en ella en su muerte, porque antes de ser preso y pasar por los momentos difíciles que vivió solo confió en la voluntad de su Padre Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre míosi no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Mateo 26:42. Y la misma Biblia nos presenta su angustia en esta situación al decirnos que salió de su frente gotas de sangre, pero confió aún su sufrimiento y muerte a la DIVINA PROVIDENCIA porque Él amor de Él para con cada uno de nosotros lo demostró al derramar su sangre en la Cruz del Calvario.

Jesús resucito y es por lo que nuestra fe esta viva y hoy Dios nos ha asegurado que no estamos solos porque somos sus hijos comprados por su HIJO, no hay un segundo que ÉL halla dejado a sus hijos solos, ni tampoco al mundo. Su PROVIDENCIA DIVINA hace que seamos como el ciervo del Salmo 42 para este día 1Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Clamar es orar, es lo que el Espíritu

Santo hace que nosotros hagamos cada día con Dios y demos gracias a Él por lo más importante que nos mantiene en la fe, cada día que terminemos digamos: Gracias Dios por terminar un día más siendo tu hijo. Cada vez que terminamos un día decimos: Gracias Dios por darme el techo, la comida y el vestido. Cada vez que tengamos una necesidad material clamemos a Él con confianza porque nos contestará nuestra oración conforme a su voluntad si es una necesidad material, pero si es Espiritual su respuesta siempre será Sí. Cada día que pasa en nuestras vidas vivimos en el amor de Dios como lo dice Romanos 8 35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Hoy damos gracias a Dios porque nuestros ojos están puestos confiados en la DIVINA PROVIDENCIA por obra del Espíritu Santo. Amén

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

38 Tu palabra es mi cántico

39 No podemos caminar (Santa Cena)

63 A Dios demos gloria

70 Canten con alegría

78 Cuán grande es él

83 Con qué paternal cariño

Culto Cristiano:

165 Hay una fuente

166 Hijos del celeste rey

167 Nada puede ya faltarme

193 De boca y corazón

202 Oí la voz del Salvador

203 Oyes como el evangelio

240 En Jesucristo se halla la paz

246 Mi fe descansa en ti

326 Por tus piedades mi


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos