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Servicio - 15 noviembre 2020

El tercer domingo de los últimos tiempos

Los santos triunfantes

(Blanco)

Tema del día: Cristo nos promete, “Ciertamente vengo en breve.” Entonces, ¡qué velemos y digamos con corazones confiados, “Amén. Ven Jesucristo”! porque viene para llevarnos a nuestro hogar celestial.

La Colecta: Señor Dios, Padre celestial: envía a tu hijo, te rogamos, para que él recoja a su esposa, la iglesia, y así nosotros, juntos con todos los redimidos, entremos en su reino eterno; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La Primera Lectura: Isaías 52:1-6 Nuestro Dios, el Señor de todo, subyuga a las naciones según su voluntad y poder, y redime a su pueblo por su sola gracia.

1Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.

3Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. 4Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón. 5Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. 6Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.

 

El Salmo del Día: Salmo 84

 

Anhelo por la casa de Dios

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.

1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;

Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

3 Aun el gorrión halla casa,

Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,

Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,

Rey mío, y Dios mío.

4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;

Perpetuamente te alabarán.

Selah

5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,

En cuyo corazón están tus caminos.

6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,

Cuando la lluvia llena los estanques.

7 Irán de poder en poder;

Verán a Dios en Sion.

8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;

Escucha, oh Dios de Jacob.

Selah

9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,

Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.

Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,

Que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;

Gracia y gloria dará Jehová.

No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos,

Dichoso el hombre que en ti confía.

La Segunda Lectura: 1 Tesalonicenses 4:13-18 La resurrección de Jesucristo comprueba que “los que durmieron en él” participarán en la resurrección del fin del mundo. Además todos los que están vivos en aquel día serán reunidos con ellos en una gran reunión de los santos triunfantes. ¡Qué nos animemos los unos a los otros con estas palabras!

13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. ¡Aleluya!

El Evangelio: Mateo 25:1-13 La parábola de los diez vírgenes nos llama a velar, o sea, a siempre estar listos para la venida de nuestro Señor Jesucristo, porque nadie sabe ni el día ni la hora en que va a regresar.

1Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 7Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

 

ESCENCIAL EN LA VIDA DEL CREYENTE EL VELAR

Uno de los usos de los credos es para enseñar las creencias del cristianismo frente a ciertas doctrinas, cuando confesamos nuestra fe diciendo que creo en la resurrección de los muertos y la vida eterna lo decimos dentro del tercer artículo del mismo que no es otra cosa más que decir cual es la obra del Espíritu Santo en cada uno de nosotros. El versículo 13 de nuestro pasaje para este día claramente muestra el deseo de Dios con cada uno de nosotros como creyentes, porque esta parábola al hablar de las 10 vírgenes tomando sus lámparas para recibir al esposo esta haciendo referencia claramente a todos los que hemos sido convertidos. Confesamos que el Espíritu Santo nos trajo a la fe por los medios de gracia como el bautismo y el evangelio, pero también necesitamos confesar hoy lo descuidados que hemos sido al cuidar nuestra conversión. Si dejamos una casa sola sin habitar no tarda en poco tiempo en verse el moho en las paredes, de un momento a otro crecen plantas dentro de la casa y los insectos y animales dañinos son los huéspedes de esta casa deshabitada. Nuestro cuerpo es la casa del Espíritu Santo tal como lo enseña 1 Corintios 6:19, pero si nosotros nos descuidamos en cuidar que Dios viva en nuestros corazones lo único que habrá en nosotros será dudas guiada por la incredulidad, si nosotros no cuidamos nuestra conversión tendremos un resultado eterno triste en la condenación del infierno y por nuestra falta de entender el tercer mandamiento, que nos enseña el cuidado de nuestras almas por medio de la Palabra de Dios estaremos gritando junto con estas vírgenes insensatas 11¡Señor, señor, ábrenos! Y la triste respuesta que escucharemos 12De cierto os digo, que no os conozco.

Hoy que estamos celebrando el domingo de los santos triunfantes necesitamos entender que aunque vivamos en este mundo lleno de incredulidad, engaño y falto de amor entre el prójimo, nosotros como creyentes somos la diferencia. Esta la vemos con la palabra santos, porque la biblia usa este termino y para quienes se aplica, en 1 Corintios 1:2 Pablo escribe a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La Biblia nos enseña que Dios nos llama Santos por nuestro Señor Jesucristo, no somos santos porque seamos perfectos puesto que no podemos alcanzar la perfección nuestras vidas ya que nosotros pertenecemos al grupo que la Biblia menciona en Romanos 3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno, somos santos por la perfección de Cristo, porque Él es el esposo de la parábola, quien esta gozoso por venir por su esposa que es la iglesia, es decir cada santo. Y este esposo Isaías 54:5 nos dice Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Jesús al ser Dios encontramos que en su escencia es sin pecado, Él es único porque si hizo lo bueno, nunca se desvío de la voluntad de Dios y es por esto que en su vida encontramos perdón. Pero este esposo santo y perfecto es nuestro redentor, nos compro de nuevo como lo leemos en voz alta con Colosenses 1:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Y esto nos beneficia a cada uno de nosotros porque actualmente nosotros pertenecemos al reino de los cielos por la obra de Cristo. Pero también no olvidemos que seremos triunfantes y esto será cuando venga Jesús por segunda vez.

Nosotros anunciamos visitas a los familiares o amigos y ellos están preparados para hacernos una buena atención, pero lo que nos enseña nuestro pasaje para hoy que la llegada del esposo, de Cristo no sabemos cuando es por esto el llamado en el versículo 13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. El día de la boda de un judío el esposo sale de su casa preparado para ir a la casa de su novia en casa de ella reciben la bendición nupcial y después de esto hay una procesión que llevan a los novios a su nueva casa, dentro de esta procesión que generalmente sucede tarde de noche los invitados y las vírgenes que cita nuestra parábola para hoy están al lado y lado de los nuevos esposos y por esto la necesidad de tener las lampara encendidas, pero varios detalles que nos muestra Jesús con esta parábola son muy importantes mencionarlos. El esposo estaba tardando en venir, tal vez en su negociación con los padres de la novia puesto que en su costumbre pagaban un precio por la novia. Hoy podemos pensar al conocer las señales antes del fin como lo enseña Mateo 24 que Jesús esta tardando en venir y esto trae a nuestra carne un relajo espiritual, como no sabemos cuando vendrá, como no sabemos si nos tocará a nosotros la venida de Cristo entonces descuidamos el aceite en nuestras vidas. El significado del aceite en los tiempos bíblicos es muy importante porque era un elemento esencial en la vida de las personas y en algunas oportunidades tiene el significado de riqueza. Cuál es el aceite de cristiano, cual es nuestra riqueza y esencial para nuestras vidas, es el Espíritu Santo, muy importante para nosotros que Él vive dentro de nosotros y por esto no podemos relajarnos en cuidar nuestra vida espiritual. Abandonar el congregarnos, abandonar el sacramento del altar, abandonar el estudio bíblico, abandonar la oración constante hace que se apague el aceite en nuestras vidas, miremos la preocupación de las vírgenes insensatas su aceite estaba por acabarse.

La manera de mantener el aceite, el Espíritu Santo en nuestras vidas es la manera de velar, bien sea que nos toque la venida de Jesús y no olvidemos que cuando muramos nos encontraremos con Él cara a cara en el cielo. Pero lo que este velar, cuidar nuestra conversión traerá un resultado eterno, estar en un matrimonio eterno con Dios y esto quiere decir que seremos triunfantes

 

Los Himnos:

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

98 ¡Muerte! ¡dónde está tu horror?

99 Cuando suene la trompeta

100 Pronto vuelve Jesucristo

101 Y sólo espero ese día

102 Hoy por los santos

108 Esta es la fiesta

 

Culto Cristiano:

4 ¡Despertad! A todos llama

2 Alzaos, oh puertas

5 Redentor precioso, ven

78 De mil arpas

154 Los santos de la tierra y de los cielos

156 Ven Tú, ¡oh Rey eterno!

322 Dormir en Cristo

334 Morir sólo es resucitar

337 Mi Jesús, mi Salvador

338-341 Los himnos para la segunda venida del Señor


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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