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Servicio - 14 marzo 2021

El cuarto domingo de cuaresma

(Púrpura)

 

El Tema del Día: Somos salvos solamente por la fe en Cristo Jesús, nuestro Señor crucificado. El ganó por nosotros el perdón de los pecados y la salvación al ser levantado en la cruz, y nosotros recibimos esta salvación nada más al creer en él.

 

La Colecta: Dios todopoderoso, nuestro Padre celestial: Tus misericordias son nuevas cada mañana, y pese a que no merecemos tu bondad de ninguna manera, tú provees abundantemente todas nuestras necesidades de alma y cuerpo: Concédenos, te rogamos, tu Espíritu Santo para que reconozcamos tu bondad misericordiosa para con nosotros, te damos gracias por todos tus beneficios y te sirvamos de buena voluntad; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Números 21:4-9 Por causa de su rebelión, el pueblo de Israel cayó bajo el juicio de Dios y sufrió una plaga de víboras venenosas. Sin embargo, Dios en su misericordia les ofreció un remedio: creer en sus promesas y serían salvos.

 

4Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 6Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 7Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 9Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.

 

El Salmo del Día: Salmo 38

 

Salmo de David, para recordar.

1 Jehová, no me reprendas en tu furor,

Ni me castigues en tu ira.

2 Porque tus saetas cayeron sobre mí,

Y sobre mí ha descendido tu mano.

3 Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira;

Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.

4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza;

Como carga pesada se han agravado sobre mí.

5 Hieden y supuran mis llagas,

A causa de mi locura.

6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera,

Ando enlutado todo el día.

7 Porque mis lomos están llenos de ardor,

Y nada hay sano en mi carne.

8 Estoy debilitado y molido en gran manera;

Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

9 Señor, delante de ti están todos mis deseos,

Y mi suspiro no te es oculto.

10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor,

Y aun la luz de mis ojos me falta ya.

11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,

Y mis cercanos se han alejado.

12 Los que buscan mi vida arman lazos,

Y los que procuran mi mal hablan iniquidades,

Y meditan fraudes todo el día.

13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo;

Y soy como mudo que no abre la boca.

14 Soy, pues, como un hombre que no oye,

Y en cuya boca no hay reprensiones.

15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado;

Tú responderás, Jehová Dios mío.

16 Dije: No se alegren de mí;

Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.

17 Pero yo estoy a punto de caer,

Y mi dolor está delante de mí continuamente.

18 Por tanto, confesaré mi maldad,

Y me contristaré por mi pecado.

19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes,

Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.

20 Los que pagan mal por bien

Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

21 No me desampares, oh Jehová;

Dios mío, no te alejes de mí.

22 Apresúrate a ayudarme,

Oh Señor, mi salvación.

 

 

La Segunda Lectura: Efesios 2:4-10 En esta lectura encontramos la base de nuestra salvación: que nosotros por naturaleza estamos muertos en nuestros pecados, pero que Dios en su amor nos da la salvación y vida eterna en Jesucristo. La salvación es un regalo que recibimos por medio de la fe. Y esta misma salvación nos motiva a hacer con corazones agradecidos las buenas obras que Dios ha preparado de antemano para que nosotros las hagamos.

 

4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

 

El Versículo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

El Evangelio: Juan 3:14-21 Comparándose con la serpiente de bronce que Moisés levantó en el desierto, Cristo enseña a Nicodemo la verdad más básica de la fe cristiana, que Dios en su amor envió a su Hijo unigénito para salvar a la humanidad. Todo aquel que en él cree, no será condenado, sino tendrá la vida eterna en el cielo

 

14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

 

 

HERMANOS LA CUARESMA NOS MUESTRA LOS CUATRO CONCEPTOS IMPORTANTES PARA NUESTRA VIDA DE CREYENTES

 

En los estudios que ofrecemos en Academia Cristo encontramos la sección que se llama los Cuatro Conceptos, en este estudio que consta de cuatro clases donde enseñamos que es el pecado, la gracia, la fe y las obras. Les recomiendo este estudio para que puedan fortalecer su fe y enseñar a otros la verdad de la Palabra de Dios. Pero preparando este sermón para este cuarto domingo de cuaresma me di cuenta de que no solamente en el evangelio para este día se ven estos cuatro conceptos sino en cada una de las lecturas que leímos en esta adoración a nuestro Dios. Hablando del Pecado, el primer concepto, sabemos que tenemos una diferencia con la enseñanza de la iglesia evangélica o reformada porque para ellos el pecado va conectado con la razón, es decir, siempre el pecado se tiene que entender, es por lo que ellos no bautizan a los infantes porque afirman que estos no tienen pecado respaldados por su razón. Pero para saber que es el pecado no necesitamos de la razón, necesitamos vernos a nosotros mismos, necesitamos ver nuestra carne. El pueblo de Israel después de haber sido liberado de Egipto y vivir en la protección de Dios en el desierto olvidaron esto y por lo tanto leemos en la lectura de este día que no fueron agradecidos con Dios, podemos ver la arrogancia de sus palabras: Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Números 21:5. ¿Por qué fue fácil para el pueblo decir estas palabras en contra de Dios y de Moisés? por su pecado. La falta de agradecimiento esta relacionado con el pecado porque nuestra carne nunca esta satisfecha, creemos que Dios es injusto y no se compadece de nosotros en este mundo y no solamente el pueblo de Israel sino cada uno de nosotros somos expertos en criticar la manera en que Dios nos provee pecando contra el primer mandamiento y esto nos lleva a ser codiciosos porque cada vez queremos más y es donde pecamos también contra el noveno y décimo mandamiento porque queremos por naturaleza vivir como reyes en este mundo. Sólo basta mirar nuestra carne y ver como ama no dar en el blanco, como ama estar en contra de la voluntad de Dios expresada en los diez mandamientos y es por lo que nuestro pecado nos lleva a tener conflicto con Dios 19Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. El texto del evangelio de hoy nos dice que el hombre ama más las tinieblas que la luz, que el hombre aborrece la luz. La luz en este contexto es Cristo, pero nuestra carne encuentra libertad en el pecado, encuentra libertad en no guardar los mandamientos de Dios porque encuentra felicidad en este mundo confiando en la codicia para tener cada vez más felicidad en este mundo, por esto existe el adulterio porque nunca se está feliz con la pareja que Dios nos dio, por esto existe el robo porque nunca estamos satisfechos con el pan diario que se nos da, por esto existe el aborto porque no queremos tener complicaciones en este mundo, por esto queremos vivir cada vez más solos porque creemos que somos mejores que los demás. Nuestra carne nos hace libres de Dios, pero esclavos del pecado, del diablo y del infierno porque esto nos hace incrédulos y hoy leemos en Juan 3:18 el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

 

En la lectura de Efesios leímos, Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó Efesios 2:4, nosotros amamos la carne, pero Dios es más poderoso que esto y lo demuestra con su riqueza y es el momento de hablar del concepto de la Gracia. Sabemos como estudiantes de la biblia que la Gracia es un regalo inmerecido porque Dios no nos dio lo que merecemos sino lo que necesitamos, esta gracia está basada en la riqueza de Dios, esta riqueza derrotó al padre del pecado, satanás, el amor con el cual Dios nos amó lo vemos en Jesucristo. En el libro de números vimos como Dios mostró esta riqueza cuando dijo a Moisés: 8Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 9Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. Números 21:8-9. Para que los Israelitas tuvieran el beneficio al mirar esta serpiente de bronce tuvieron el tercer concepto que es la Fe, ella es el medio por el cual este beneficio es real y se hace efectivo. San Juan nos explica más de esta al decirnos 18El que en él cree, no es condenado. La fe es el creer que al ver esta serpiente de bronce iban a vivir, la fe es creer que esta serpiente de bronce era un tipo de la obra de Cristo 14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. La riqueza de la Gracia de Dios la vemos en la muerte de Cristo, nosotros merecemos morir eternamente por nuestro pecado, pero con la muerte de Jesús nuestro pecado fue perdonado y el Espíritu Santo nos ha dado la fe para que creamos en esto. Para que creamos que Jesús sufrió y murió en lugar nuestro, el castigo que Él recibió nos libró de ser castigados el día de nuestra muerte en el infierno eterno. Pero también el Espíritu Santo nos lleva con la fe a disfrutar al escuchar este pasaje bíblico 16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. El amor de Dios con su Hijo Jesús lo vemos en su vida, Jesús nunca pecó, nunca amó el desobedecer a Dios. Él sabia porque era necesario venir a este mundo para que nosotros no nos perdiéramos esclavizados por el pecado puesto que en la vida de Jesús encontramos la bondad de Dios y es por lo que leemos en Efesios 2:7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Está bondad la encontramos en la vida de Cristo quién vivió solo para Dios, vivió perfectamente para nuestro beneficio y hoy damos gracias que el Padre en el cielo nos ve a través de la vida de Jesús y es por lo que somos perdonados y tenemos la bendición de juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús Efesios 2:6. Esto quiere decir que nuestra resurrección espiritual, aquella donde pasamos de muerte a vida, de incredulidad a ser creyentes nos hace tener una buena relación con Dios y es por esto que hoy estamos viviendo esta paz sentados en los lugares celestiales, este lugar celestial lo podemos ver como el reino de los cielos vive en nuestros corazones y pronto estaremos realmente en este reino de los cielos por siempre y toda esta riqueza de Dios nos lleva a hablar del último concepto las obras, es decir como vivimos.

 

Hoy muchos están luchando con sus obras para ver si tienen la posibilidad de ganar la misericordia de Dios, esta lucha con sus obras solo le condenarán porque Romanos 3:20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él. Pero nosotros damos infinitas gracias a Dios porque las obras que hacemos están conectadas con el agradecimiento a Él porque 21el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Jesús que es la Verdad y la Luz hace que en amor y agradecimiento a su obra de salvación dejemos que sea el Espíritu Santo quien haga que produzcamos frutos, por eso nuestras obras son frutos de la fe. Y es donde conectamos nuestra vida con los diez mandamientos los cuales no nos esclavizan, sino que vivimos guiados por ellos haciendo que seamos libres. Hoy por la obra del Espíritu Santo podemos ver a los ojos al prójimo, pedimos perdón por las ofensas que le hemos hecho porque sabemos la importancia de vivir en el perdón para nuestra vida de santificación. Hoy por la obra del Espíritu Santo nos congregamos frecuentemente porque nuestra alma tiene sed de escuchar la ley y el evangelio y, participar de los sacramentos. Hoy por la obra del Espíritu Santo hace que seamos felices con el pan diario que tenemos y damos gracias a Dios cada día por el techo, la comida y el vestido. Hoy por la obra del Espíritu Santo damos gracias a Dios por nuestros matrimonios, los cuidamos dedicándole el tiempo necesario para cumplir la promesa de estar unidos hasta que la muerte nos separe. Hoy por la obra del Espíritu Santo enseñamos a nuestros hijos los diez mandamientos y el padre nuestro y, hoy por la Obra del Espíritu Santo damos gracias a Dios por librarnos del castigo eterno en el infierno y por tener corazones contritos en los cuales clamamos 21No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. 22Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación. Salmo 38:21-22. Amén.


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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