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El tercer domingo de los últimos tiempos

Los santos triunfantes

(Blanco)

 

Tema del día: “¿Dónde está, oh muerte tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” Dado que Cristo vive, nosotros también viviremos con él en el cielo en donde experimentaremos el gozo y la paz que sobrepasan nuestro entendimiento. “¡Sorbida es la muerte en victoria!”

 

La Colecta: Señor Dios, Padre celestial: envía a tu hijo, te rogamos, para que él recoja a su esposa, la iglesia, y así nosotros, juntos con todos los redimidos, entremos en su reino eterno; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Isaías 65:17-25 En este pasaje, el Profeta Isaías describe el nuevo cielo y la nueva tierra que todos los creyentes disfrutarán para siempre. El gozo y paz de este lugar sobrepasan nuestro entendimiento. No habrá más tristeza ni muerte en nuestro hogar celestial.

 

17Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. 19Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. 20No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. 21Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. 22No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. 23No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. 24Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. 25El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.

 

El Salmo del Día: Salmo 150

 

Aleluya.

1 Alabad a Dios en su santuario;

Alabadle en la magnificencia de su firmamento.

2 Alabadle por sus proezas;

Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

3 Alabadle a son de bocina;

Alabadle con salterio y arpa.

4 Alabadle con pandero y danza;

Alabadle con cuerdas y flautas.

5 Alabadle con címbalos resonantes;

Alabadle con címbalos de júbilo.

6 Todo lo que respira alabe a JAH.

Aleluya.

 

 

La Segunda Lectura: 2 Tesalonicenses 2:13-3:5 En este mundo estamos rodeados por las fuerzas malignas del diablo, pero nosotros hemos sido escogidos por Dios y apartados de este mundo para recibir la salvación en el cielo. Por lo tanto, San Pablo nos anima a mantenernos firmes en la verdad del evangelio mientras estemos en este mundo.

 

13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

16Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

3

1Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, 2y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. 3Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. 4Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. 5Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.

 

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Lucas 20:27-38 A los saduceos, los cuales no creían en la resurrección de los muertos ni en el cielo, Cristo describe como va a ser la vida eterna en el cielo. Nunca debemos dudar de nuestra resurrección porque nuestro Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos.

 

27Llegando entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron, 28diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano. 29Hubo, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin hijos. 30Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos. 31La tomó el tercero, y así todos los siete, y murieron sin dejar descendencia. 32Finalmente murió también la mujer. 33En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?

34Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 35mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. 36Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. 37Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. 38Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.

 

 

HERMANOS VIVIMOS CON LA VERDADERA ESPERANZA, SER SANTOS TRIUNFANTES

 

Nunca he estado en una guerra y tal vez muchos de ustedes tampoco, pero me imagino que si nuestro país entrara en guerra nos sentiríamos sin esperanza, solo pensaríamos donde huir y tomar un rumbo sin esperanza. Vivir sin esperanza es una cosa muy difícil y es por lo que muchos deciden suicidarse porque no ven una salida a cierta situación otros quedan sin esperanza al perder su familia, empleo, salud, pero una de las cosas que muestra el perder la esperanza es no creer que sí hay vida después de la muerte. En el evangelio para este día vemos el ejemplo de un grupo religioso que no tenían esperanza, los Saduceos, los cuales fueron parte de una secta que apareció alrededor del año 200 A.C, pertenecían los elementos más influyentes de la sociedad, especialmente sacerdotes, comerciantes y aristócratas. Dominaban la vida en el templo, que era su esfera particular de actividad. Y eran un grupo sin esperanza porque no creían en la resurrección de los muertos y esto nos recuerda lo que Pablo escribió a los Corintios: 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 1 Corintios 15:16-19. En los Corintios ya estaba en las sillas de sus congregaciones escuchando a profetas sin fe hablando no de la resurrección, esta ciudad era muy practica en ser usada por estos falsos maestros porque entraban y salían de ella haciendo o diciendo lo que querian hasta que empezaron a meterse con uno de los pilares de la fe cristiana, la resurrección.

 

Pero ¿en este momento tenemos esperanza? Una de las cosas graves que hace el pecado es quitarnos la esperanza del perdón, nuestra carne pecaminosa hace que vivamos solamente como los hijos de este siglo, es decir pensar solo en este mundo y no vivir en este mundo pensando en la eternidad. Solo pensemos en personas que se han apartado de la fe, muchos de ellos se han ido criticándonos fuertemente a nosotros por nuestros pecados, pero en eso si tienen razón en criticar nuestro pecado, pero lo triste de ellos es que pusieron la esperanza en nosotros, en el hombre y no en Dios, pero nosotros también podemos caer en esta trampa del diablo, en condicional nuestra fe a lo que veamos en el hombre y es clara la biblia que nos dice: Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, Jeremías 17:5. Todos los que estamos aquí hemos caido en este pecado, confiar en el hombre y esto muestra nuestro pecado en contra del primer mandamiento porque siempre ponemos nuestra esperanza en la promesa del hombre y no en Dios. En el evangelio para hoy escuchamos la expresión Dios de muertos, y tengamos cuidado de nuestra confianza o estabilidad emocional y espiritual hacia un hombre porque nos llevaría a tener una fe muerta, fracasada y castigada en el infierno,

 

Las lecturas para este domingo nos trae un mensaje consolador, un mensaje que nos dice que el Espíritu Santo ha hecho cosas grandes en nosotros como el darnos la fe y el mantenernos en la fe, es claro que los Saduceos no eran creyentes y no pertenecían a la iglesia de Dios, pero nosotros cuando leemos a Isaías 65:17-25, que fue la primer lectura para este día podemos ver como el profeta habla de una mezcla especial entre la iglesia del nuevo testamento y la iglesia triunfante, pero nuestro Señor Jesucristo también hizo esta mezcla al contestarle a los Saduceos porque ellos no hicieron una mezcla sino que confundieron la vida de este con la vida en la eternidad y hablando del matrimonio. Fue tanta su confusión por su mala interpretación de las Escrituras usando los cinco libros de Moisés donde estaba plasmada la ley del Levirato, esta ley civil existia para cuidar las herencias de las familias, cuando moría el varón primogénito, la mujer viuda se casaba con su hermano o el familiar más cercano, esto lo conocemos con la historia de Rut, Booz espero sí el pariente más cercano la redimía y como no lo hizo, él redimió a Rut. Pero estos Saduceos es el ejemplo del extremismo, esta mujer fue testigo de la muerte de siete hermanos y la pregunta que venía desde el infierno 33En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? Y es por lo que vemos en la respuesta de Jesús el perdón de nuestro pecado en contra del primer mandamiento porque Él no puso su confianza en el hombre y no tuvo temor de estas personas tan importantes, puso toda su esperanza en el mensaje de Dios y les enseñó que en la iglesia triunfante no habrá matrimonios, seremos como ángeles porque los hijos de Dios somos los hijos de la resurrección y todo esto es una gran bendición para nosotros porque en la respuesta de Jesús encontramos perdón. Pero aquellos que creen que no hay vida después de la muerte, es decir que creen en un Dios de muertos, hoy Jesús dice que, si la hay vida después de la muerte, porque Abraham, Isaac y Jacob confesaron su fe en un Dios vivo quien envió a su Hijo para que con su sufrimiento y muerte nosotros fuéramos limpiados de nuestro pecado, puesto que hoy nosotros tenemos la misma bendición que tienen los santos triunfantes, los hermanos que están en el cielo y esta bendición Isaías la menciona usando esta figura: 25El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová. Isaías 65:25. Esta es una manera gráfica de mostrar la Paz en la cual vivimos hoy y por siempre, ya no somos enemigos de Dios, somos sus hijos por la muerte de Cristo y es por lo que vivimos en esta Paz: 16Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 2 Tesalonicenses 2:16. Jesús resucitó y es por esto que hoy nosotros sí tenemos esperanza, tenemos nuestra resurrección porque en cuerpos glorificados estaremos en el cielo haciendo parte de la iglesia triunfante alabando a nuestro Señor por siempre y para siempre y sí morimos hoy empezaremos a disfrutar de la cena con el Cordero y allí en este lugar, el cielo, no hay pecado, no hay aflicción, allá en el cielo es la verdadera vida que nos espera y todo esto es un regalo de Dios.

 

Y ahora que tenemos viva nuestra esperanza la cual el Espíritu Santo nos ha hecho vivir en ella porque la Paz que tenemos con Dios nos lleva a vivir como hijos de la resurrección, puesto que nuestro Dios es de vivos para todos los que vivimos y por esto vamos a seguir cada día de nuestras vidas adorando a nuestro Dios, estudiando su Palabra, congregándonos con frecuencia y orando sin cesar, hoy la iglesia militante necesita de mucha oración para que siempre tengamos la esperanza en Dios y su Palabra porque Pablo exhortó a los de Tesalónica 2 para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. y esto es un mensaje claro que no podemos pasar por alto porque la falsa doctrina está en nuestra carne, en nuestro pensamiento y a nuestra naturaleza pecaminosa le gusta escucharla, pero el Espíritu Santo por medio del Evangelio nos ha hecho hijos de la resurrección y por lo tanto el mensaje que escuchamos desde la zarza ardiente es muy claro, ¡Pronto estaremos en la iglesia triunfante nosotros santos triunfantes! Porque la Palabra hace que vivamos con esperanza en este mundo y esta esperanza es transformada en adoración a nuestro Dios amando al prójimo, es imperativo que nuestra vida muestre que está conectada con el Dios de vivos y por esto amamos al prójimo cada vez que predicamos la Ley y el Evangelio, mostramos alabanza en nuestro hogar cuando nos reunimos como familia a estudiar y meditar en la Palabra de Dios, mostramos que vivimos con esperanza amando y cuidando nuestro matrimonio porque sabemos que en el cielo no seguiremos casados y es el hoy donde disfrutamos del regalo de ser esposos para vivir juntos hasta que la muerte nos separe, mostramos amor a nuestros hijos enseñándoles y siendo ejemplos de cómo adorar a Dios en nuestra vida y aquí en la iglesia que ahora estamos militando todos nosotros santos pecadores, todos nosotros que batallamos cada día con nuestro pecado y juntos poniendo nuestra esperanza en Dios. Dejemos que el mismo Espíritu Santo nos mantenga fieles hasta que estemos en la iglesia triunfante. Amén

 

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

98 ¡Muerte! ¡dónde está tu horror?

99 Cuando suene la trompeta

100 Pronto vuelve Jesucristo

101 Y sólo espero ese día

102 Hoy por los santos

108 Esta es la fiesta

 

Culto Cristiano:

4 ¡Despertad! A todos llama

2 Alzaos, oh puertas

5 Redentor precioso, ven

78 De mil arpas

154 Los santos de la tierra y de los cielos

156 Ven Tú, ¡oh Rey eterno!

322 Dormir en Cristo

334 Morir sólo es resucitar

337 Mi Jesús, mi Salvador

338-341 Los himnos para la segunda venida del Señor


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