
Servicio - 13 diciembre 2020
El tercer domingo de adviento
(Azul o púrpura)
Tema del día: Así como Juan el Bautista, nosotros gozamos del privilegio de ser mensajeros de Dios al compartir con todos las buenas nuevas de la salvación en Jesucristo.
La Colecta: Todopoderoso Dios, que por medio de Juan el Bautista diste testimonio del advenimiento de Jesucristo y proclamaste la salvación: Concédenos a nosotros que recibamos esta salvación y te sirvamos en santidad y justicia todos los días de nuestra vida; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 61:1-3,10-11 Jesucristo, al enseñar en la sinagoga de Nazaret, dijo que las palabras de esta profecía encuentran su cumplimiento en él. Como nuestro Salvador, Cristo proclama el año de la buena voluntad de Jehová y trae libertad y alegría a su iglesia.
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. 10En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. 11Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.
El Salmo del Día: Salmo 71
1En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. 2Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. 3Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento.
5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. 6En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. 7Como prodigio he sido a muchos, Y tú mi refugio fuerte. 8Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día. 9No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 10Porque mis enemigos hablan de mí, Y los que acechan mi alma consultaron juntamente, 11Diciendo: Dios lo ha desamparado; Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre. 12Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. 13Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. 14 Más yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más. 15Mi boca publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su número. 16Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. 17Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. 18Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir, 19Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso. Tú has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú? 20Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. 21Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme. 22Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel. 23Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual redimiste. 24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.
La Segunda Lectura: 1 Tesalonicenses 5:16-24 San Pablo nos anima a llevar vidas santas y a dar gracias a Dios en todo mientras que esperemos la venida de nuestro Señor Jesucristo.
16Estad siempre gozosos. 17Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19No apaguéis al Espíritu. 20No menospreciéis las profecías. 21Examinadlo todo; retened lo bueno. 22Absteneos de toda especie de mal. 23Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
El Evangelio: Juan 1:6-8,19-28 Juan el Bautista vino a este mundo para dar testimonio a Jesucristo como el Salvador del mundo. Juan en su predicación no buscó gloria para sí mismo, sino siempre señaló a Jesús como el Salvador prometido en el Antiguo Testamento. Como cristianos, nosotros tenemos el privilegio y responsabilidad de señalar a Jesucristo como el Salvador del mundo, no buscando nuestra propia gloria, sino la suya.
6Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
19Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 20Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. 21Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. 22Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
24Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. 25Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 26Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; más en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. 27Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. 28Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
EL ADVIENTO NOS HACE UNA IGLESIA VIVA
Dios manda que su iglesia sea viva, pero muchos no entienden como es ser una iglesia viva. Dentro del luteranismo hubo una época en la cual entró lo que llamamos el Pietismo, porque muchos luteranos del siglo XVII y XVIII creyeron que su fe luterana necesitaba de una avivamiento y es por lo que el Pietismo entro para supuestamente darle vida a la justificación por la fe siendo más emocionales y sinceros en la vida del cristiano, los luteranos en esa época no creyeron que el Evangelio mantiene viva la iglesia y optaron por predicar la necesidad de hacer obras movidas por la emoción y sinceridad. Pero en el siglo pasado entro otro movimiento en el mundo cristiano que, si afectó mucho más la enseñanza de la Biblia, el movimiento Pentecostal y Carismático donde empezaron aparecer predicadores y pastores imitando a Cristo mostrándole a su congregación que pueden llegar a la perfección de Cristo mal interpretando el pasaje de Hebreos 12:14 santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Buscaron estos movimientos avivar la iglesia por medio del legalismo exigiendo a las personas un estatus de vida donde la perfección de ellos solo está ligada en cumplir todos los mandamientos de Dios y relacionaron este avivamiento con supuestos dones como hablar en lenguas, hacer milagros y dar profecías y esto solo lo pueden hacer los cristianos que tengan una vida santa.
En la lectura del nuevo testamento para hoy encontramos estas palabras No apaguéis al Espíritu. 1 Tesalonicenses 5:19 y esto nos lleva a una verdad bíblica, es el Espíritu Santo quien mantiene nuestra vida espiritual viva y Juan el Bautista nos enseña cómo hacerlo, la fórmula que vamos a escuchar que viene de la Palabra de Dios es la manera más indicada de no apagar al Espíritu Santo en nuestras vidas. Pecamos contra el segundo mandamiento que tiene que ver con el nombre de Dios al no entender la obra del Espíritu Santo la cual profesamos en nuestro credo con el tercer artículo. Afirmamos que es Él quien mantiene la iglesia cristiana viva por los medios de gracia los cuales son dados por el mismo Dios para mantener avivada nuestra fe. Pecamos contra el segundo mandamiento cuando creemos que por nuestras propias obras tenemos santidad. Pecamos contra el segundo y tercer mandamiento cuando ponemos freno a la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas dejando de escuchar la Palabra de Dios, dejando de tomar la santa cena y dejando de congregarnos porque todas estas cosas hacen que se apague el Espíritu Santo. Dejar morir la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas trae unas consecuencias eternas en el infierno y el diablo a contaminado el cristianismo con falsos maestros que traen doctrinas del infierno dando toda la gloria al hombre y no a Dios en cuanto a la Salvación.
Cada vez que leamos la historia de Juan el Bautista no podemos leerla de manera aislada de nuestras vidas porque esta Palabra que nos es dada precisamente es para nuestra vida de santificación. Entendemos que Juan tenía un llamado específico de parte de Dios 7Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. El testimonio es la afirmación de algo que es verdad, cuando se da el testimonio se presenta la evidencia para demostrar la veracidad de la situación. Juan fue llamado para dar testimonio de la Luz con un propósito claro a fin de que todos creyesen por él. Este trabajo de Juan el Bautista está vinculado con la eternidad, porque cuando se habla de creer tenemos que enfocarnos en lo espiritual, lo cual tiene que ver con nuestra alma. Pero Juan el Bautista no cayó en el pecado que caen muchos que siguen los movimientos como el pietista, el carismático y pentecostal que quieren suplantar a Cristo mostrando que no es suficiente la obra de Él, sino que necesitan tener santidad para ganar el cielo y por esto que la Biblia dice enfáticamente 8No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Y demostró que él no era la luz porque su trabajo consistía en que las personas creyeran en él sino en la Luz verdadera que es Cristo Jesús y esto lo evidenció cuando fue interrogado por los sacerdotes y levitas ¿Tú, quién eres? 20Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. 21Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. 22Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Hay un solo Cristo que significa Ungido como lo leímos en Isaías 61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, Elías ya estaba en el cielo en esa época y la biblia no apoya la reencarnación y por esto no era Elías, ni tampoco el profeta del cuál habló Moisés en Deuteronomio 18:15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis, sólo apunta al que es Ungido, Cristo Jesús. Juan el Bautista nos está enseñando a no volvernos anticristos, porque alguien se vuelve anticristo al negar la obra de Jesús, todo aquel que cree que es santo y perfecto al igual que Jesús es un anticristo y por lo tanto el Espíritu Santo muestra que somos una iglesia avivada porque siempre le damos el lugar a Cristo, no a nosotros mismos. Es el poder del Evangelio que nos enseña En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Isaías 61:10. Nos gozamos al igual que Juan el Bautista porque se nos fue puesto vestido de salvación, nos vistió como la novia para su boda y estamos adornados por joyas porque nuestro pecado en contra del segundo y tercer mandamiento fue perdonado por la obra de Jesús, quién es nuestra Luz, quién vino a este mundo con un propósito claro El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel, Isaías 61:1. Nosotros somos los abatidos, los quebrados de corazón los cautivos y los presos por el pecado y unicamente en la perfección de Jesús encontramos el año agradable del Señor y esto quiere decir que Dios nos ve a nosotros santos porque Él por amor a cada uno de nosotros sí cumplió perfectamente el Segundo y Tercer mandamiento y cada uno de los mandamientos que no cumplimos a la perfección al predicar el Evangelio confiando en la obra del Espíritu Santo, el mismo Espíritu lo ungió para esto y este mismo Espíritu hizo que nosotros hoy estemos vivos al creer en la vida perfecta de Cristo y en su sufrimiento y muerte porque esto es lo que quiere nuestro Dios que tengamos confianza en esta palabra que estamos escuchando como Romanos 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Nuestra vida de cristianos es constantemente avivada por la fe en Cristo Jesús quien nos dio la verdadera paz al llevar una vida perfecta y morir para que cada uno de nosotros seamos vistos santos por el Padre.
Juan el Bautista nos enseña que no tenemos que predicar la Palabra de Dios movimos por la Ley o por obligación, al pasar esta entrevista aprendemos que Él se enfocó en la Luz al igual que nosotros que somos llamados a enfocarnos en la misma Luz y por lo tanto no vemos el llamado de predicar la Palabra de Dios como una obligación sino como un privilegio. Y este privilegio nos hace predicar la ley al igual que lo hizo Juan el Bautista 23Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Tenemos la bendición de llamar al pecador confiado para que enderece su camino, un camino que puede darle mucha felicidad en este mundo, puede tener mucho prestigio y poder en este mundo, puede darle placer en su vida pero eternamente pagara con el tormento del infierno y nuestro Dios no quiere que nadie se pierda y por lo tanto estamos llamados para hablar de pecador a pecador con las personas para que por medio de la predicación de la Ley reconozcan su pecado y la necesidad del salvador. Nosotros hoy damos gracias a Dios por la predicación de la Ley porque nos mantiene en la mira del Salvador quién nos da el perdón de nuestros pecados y también muestra nuestro pecado y miseria espiritual, por esto el evangelio tiene el significado de Buenas Noticias las cuales nos enseñan que estamos en Paz con Dios no por nosotros sino por lo que hizo Cristo.
El Evangelio no lo entiende aquel que cree encontrar la santidad en su propia vida como los fariseos, pero hoy damos la Gloria al Espíritu Santo que nos ha convencido en la necesidad de nuestro Salvador y por esto esta historia bíblica nos presenta estos versículos 24Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. 25Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 26Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; más en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. 27Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. 28Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando. Los fariseos no entendían que era el Bautismo y la necesidad de este y fueron como los donatistas que existieron en la iglesia primitiva que aseguraron que solamente aquellos que llevaban una vida intachable podían administrar los sacramentos. Juan el Bautista les da una clase de dogmática en estos pocos versículos al relacionar el bautismo con agua con Jesús, Él estaba ya en el mundo pero aún no había sido presentado como el Mesías y es por esto que Juan señaló que el bautismo estaba relacionado con creer en Jesús puesto que es importante que creamos que Él es completo Dios como completo hombre, la eternidad de la cual habla Juan el bautista está relacionada con el atributo de Dios que no tiene principio, ni fin y por lo tanto en el Bautismo se nos da la fe que Jesús es Dios y hombre quien vino a redimirnos del pecado y la oscuridad que nos llevaba. Pero el mismo Espíritu Santo que nos da la fe, nos mantiene vivos y es por lo que somos una iglesia avivada porque confesamos y predicamos que Jesús es nuestro Señor, el cual en este tercer domingo del adviento queremos compartir con otros para que también tengan vida en el nombre de Jesús y que el mismo Espíritu Santo les haga vivir cada día como pueblo de Dios siguiendo el ejemplo de Juan el Bautista quien siempre reconoció su inferioridad espiritual cuando dijo que no era digno de desatar el calzado de Jesús pero que por el amor de Dios la Luz verdadera nos da la alegría en este tiempo de Adviento, que es por Cristo Jesús que somos avivados para enseñar a otros el poder de Dios. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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