
El undécimo domingo después de pentecostés
(Verde)
Tema del día: En su gracia Dios nos ofrece y nos da comida para nuestros cuerpos hambrientos y salvación para nuestras almas sedientas.
La Colecta: Haz que tu perpetua misericordia, oh Señor, limpie y defienda tu iglesia, y puesto que sin tu ayuda no podemos seguir con seguridad, protege y gobiérnala en tu bondad; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 55:1-5 Por medio del profeta Isaías, el Mesías invita a todos los pecadores que vengan para recibir el pan que es el perdón de los pecados. Dado que el hombre no tiene nada que puede ofrecer a Dios por este pan ("los que no tengan dinero"), es una invitación que nos otorga por su sola gracia.
1A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. 3Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. 4He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. 5He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
El Salmo del Día: Salmo 43
1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;
Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.
2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas.
4 Entraré al altar de Dios,
Al Dios de mi alegría y de mi gozo;
Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
La Segunda Lectura: Romanos 8:35-39 Para el mundo, la confianza que tenemos como cristianos es locura. En medio de tribulación decimos con toda seguridad, "Somos más que vencedores." Tenemos tal confianza porque nuestra fe se basa en Cristo Jesús Señor nuestro, el cual ofreció a sí mismo en la cruz para ganar por nosotros la vida eterna. Es por eso que tenemos la seguridad que nada--incluso los problemas y tribulaciones de nuestra vida cotidiana--nada nos puede separar del amor de Dios.
35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. ¡Aleluya!
El Evangelio: Mateo 14:13-21 Al alimentar a los cinco mil, nuestro Señor Jesucristo nos da evidencia una vez más que él es el todopoderoso Hijo de Dios, nuestro Salvador. Además, vemos en este milagro la misericordia de Jesús, que él va a proveer todas nuestras necesidades en este mundo.
13Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 15Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. 16Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. 17Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. 18El les dijo: Traédmelos acá. 19Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
NUESTRAS CONFESIONES NOS ENSEÑAN SOBRE LA CONFIANZA EN NUESTRO DIOS
Muchos de nosotros no entendemos lo importante de ser confesionales, creemos que solo nos limitamos a confesar las palabras de los credos para mostrar nuestra identidad espiritual pero en realidad ser confesionales es saber para que usar todos nuestros documentos simbólicos que hermanos que iniciaron la iglesia luterana los escribieron, estos libros son: El Credo Apostólico, Credo Niceno, Credo Atanasiano, Catecismo Menor del Doctor Martín Lutero, Catecismo Mayor del Doctor Martín Lutero, la Confesión Invariata de Augsburgo, la Apología de la Confesión de Augsburgo, los Artículos de Esmalcalda incluido el Tratado y la Fórmula de Concordia. Estos libros los usamos no solamente para unirnos en compañerismo con aquellos que creen las enseñanzas bíblicas que confesamos, sino que lo usamos para defender y enseñar la doctrina bíblica. Y hoy es un día apropiado de usar el primer artículo del credo apostólico y Niceno para entender y enseñar el evangelio para este día.
Creemos en Dios Padre Todopoderoso creador del cielo y de la tierra y esto es verdad porque no solamente el Dios Trino creó los cielos y la tierra, sino que nos sustenta en este mundo. Yo vivo en una ciudad grande y cada vez que camino y al ver a tantas personas doy gracias a Dios porque nos da a todos el pan diario y aún me sorprende en cómo estamos la mayoría de las personas económicamente un poco alcanzadas y cada día tenemos el techo, la comida y el vestido. En el primer artículo del credo confesamos que el Dios Trino es nuestro proveedor y por esto pecamos contra el primer mandamiento cuando tenemos toda nuestra confianza en el dinero o en el trabajo o en el arte con el cual nos ganamos la vida, creemos que somos unos magos haciendo dinero y es por lo que al pecar no damos la Gloria realmente a aquel que nos da todo lo que necesitamos para vivir en este mundo. Por esto cada uno de nosotros no solamente merecemos morir de hambre sino ser condenados en el infierno eterno por creernos autosuficientes en este mundo.
El capitulo 14 de Mateo nos presenta la historia triste de la muerte de Juan el Bautista, triste porque vemos como muchos incrédulos persiguen a Cristo y su iglesia, como en este caso vemos que fue el gobierno de turno que lo hizo, Herodes Antípas movido por la sensualidad de Salomé hija de Herodías decreto la pena de muerte para Juan el Bautista, pero para Juan esto fue ganancia porque fue al cielo y dejó este mundo lleno de pecado e incredulidad. Pero muchos creyeron que esto había terminado y Herodes creyó que Juan el Bautista había resucitado en la persona de Jesús, y también muchos creyeron que las palabras de Juan se las había llevado el viento, pero no fue así, después de enterrar a Juan el Bautista sus discípulos fueron a contarle a Jesús lo que había sucedido, él se apartó para evitar que cualquier peligro en ese momento, pero en su corazón sabia lo que iba hacer en un momento determinado. Otra verdad que podemos ver en este pasaje es el plan de Dios para salvar al hombre pecador que estaba en pleno auge, muchos salieron al desierto para ser bautizados por Juan y ahora muchos es estos y otros más estaban siguiendo a Jesús, todas estas personas tenían muchas necesidades en ese momento, al igual que nosotros: enfermedades, economía difícil, desempleo, hambre y todas las cosas que nos afligen en este mundo y todos nosotros sabemos que todo esto es a causa del pecado que hay en el mundo. Pero encontramos en este evangelio, como Jesús mostró algo muy especial por cada uno de nosotros, la compasión, quienes seguían a Jesús en ese momento y cada uno de nosotros que por naturaleza confiamos y amamos el dinero y las cosas que podemos hacer por nosotros mismos y no en Dios, Él nos responde con compasión.
En el texto observamos que Jesús sanó a muchos enfermos en ese día y así cumpliendo lo que nos dice la Escritura: para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo 8:17. Aquí vemos sustitución por nuestro pecado, porque Él es Dios y vino a este mundo a destruir las obras del diablo, vino a este mundo para vencer las enfermedades y esto lo hizo por amor a nosotros, pero encontramos una verdad más, hoy en día no tenemos la promesa de ser curados de nuestras enfermedades, pero si podemos confiar con la oración que ÉL nos ayuda en medio de ellas conforme a su voluntad. Pero Jesús hizo algo más en ese día y fue el dar de comer a más de quince mil personas como lo dice el verso 21 de nuestro pasaje y además de esto solo lo hizo con cinco panes y dos peces. Podemos seguir disfrutando de la sustitución de Jesús cuando tomó estos cinco panes y dos peces, levantó sus ojos al cielo, en este acto vemos como Jesús esta dando la Gloria al Padre porque Él sabe que todo esto viene de Él, el pan diario, el vestido y el techo lo ha dado el Dios Todopoderoso y Jesús esta dando gracias por esto y es por lo que cada uno de nosotros somos perdonados de nuestra ingratitud, avaricia, inconformidad y pecado en contra el primer mandamiento. Pero el Profeta Isaías nos dice más acerca de la obra de Jesús por cada uno de nosotros, nos dice la Palabra: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Isaías 53:4. Jesús que estuvo en su sufrimiento y muerte en la cruz fue herido por Dios en nuestro lugar, Jesús ocupo el lugar que nosotros merecemos y más que eso al morir nos libró de la muerte eterna y en su resurrección encontramos la verdad del perdón de nuestros pecados.
Ahora que hemos visto como el Padre de los cielos nos dio el perdón y salvación en Cristo Jesús también el Espíritu Santo hace que nuestro corazón este en el lugar correcto con nuestras necesidades en este mundo porque confesamos y confiamos que el Dios Trino es nuestro proveedor de todo lo que necesitamos para vivir en este mundo y en la eternidad, no perdemos la mira hacia la eternidad porque nos mantiene conectados con la Palabra y los medios de gracia como la Santa Cena y en este mundo vemos cada día como se cumplen las palabras del salmo 145:15-16 Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo. 16Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente. Estos versículos nos enseñan como el Espíritu Santo hace que tengamos el corazón en el lugar indicado liberándonos de toda avaricia, egoísmo y placeres de este mundo y dándonos el don de la conformidad, haciendo que nuestra mirada y corazón solo esta en nuestro Dios porque no solamente creo los cielos y la tierra sino que nos provee constantemente todo lo que necesitamos para pasar por esta vida, porque recordemos la enseñanza del Salmo 102:11 Mis días son como sombra que se va, Y me he secado como la hierba. Nunca olvidemos que estamos de paso en este mundo y la mejor manera de pasarlo es confesando cada día que estamos en manos de nuestro Creador y Salvador.
Por esto el Espíritu Santo hace que tengamos nuestro corazón inclinado hacia el lado correcto de nuestra actitud hacia las cosas materiales y el mismo San Pablo nos enseña desde su propia vivencia como cada uno de nosotros podemos vivir combinando la fe y las cosas de este mundo, 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Amén
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
38 Tu palabra es mi cántico
39 No podemos caminar (Santa Cena)
63 A Dios demos gloria
70 Canten con alegría
78 Cuán grande es él
83 Con qué paternal cariño
Culto Cristiano:
165 Hay una fuente
166 Hijos del celeste rey
167 Nada puede ya faltarme
193 De boca y corazón
202 Oí la voz del Salvador
203 Oyes como el evangelio
240 En Jesucristo se halla la paz
246 Mi fe descansa en ti
326 Por tus piedades mil
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 01
Ver Recursos