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Servicio - 12 julio 2020

El sexto domingo después de pentecostés

(Verde)

 

Tema del día: El compañerismo que tenemos con Cristo rompe nuestro compañerismo con este mundo pecaminoso. La paz que Cristo nos da siempre va a causar divisiones entre nosotros y los que rechazan a él.

 

La Colecta: Oh Dios, que has preparado para los que te aman cosas tan buenas que sobrepasan el entendimiento humano: Derrama en nuestros corazones tal amor hacia ti que, al amarte nosotros sobre todas las cosas, se cumplan en nuestras vidas tus promesas, las cuales exceden todo lo que podamos desear; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Jeremías 28:5-9 La naturaleza humana prefiere escuchar que nuestros pecados no son tan malos y que no necesitamos temer el castigo de Dios. El falso profeta Jananías proclamó al pueblo de Judá un mensaje de paz, o sea, que no tenían que preocuparse por el castigo de Dios. El profeta Jeremías proclamó la verdad al decirles que iban a ver que Jananías era falso profeta cuando no se cumpliese su profecía.

 

5Entonces respondió el profeta Jeremías al profeta Hananías, delante de los sacerdotes y delante de todo el pueblo que estaba en la casa de Jehová. 6Y dijo el profeta Jeremías: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar. 7Con todo eso, oye ahora esta palabra que yo hablo en tus oídos y en los oídos de todo el pueblo: 8Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron guerra, aflicción y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos. 9El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió.

 

El Salmo del Día: Salmo 89

 

Masquil de Etán ezraíta.

1 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;

De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.

2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;

En los cielos mismos afirmarás tu verdad.

3 Hice pacto con mi escogido;

Juré a David mi siervo, diciendo:

4 Para siempre confirmaré tu descendencia,

Y edificaré tu trono por todas las generaciones.

Selah

5 Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová,

Tu verdad también en la congregación de los santos.

6 Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová?

¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados?

7 Dios temible en la gran congregación de los santos,

Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.

8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos,

¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová,

Y tu fidelidad te rodea.

9 Tú tienes dominio sobre la braveza del mar;

Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

10 Tú quebrantaste a Rahab como a herido de muerte;

Con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos.

11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra;

El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

12 El norte y el sur, tú los creaste;

El Tabor y el Hermón cantarán en tu nombre.

13 Tuyo es el brazo potente;

Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.

14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;

Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;

Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.

16 En tu nombre se alegrará todo el día,

Y en tu justicia será enaltecido.

17 Porque tú eres la gloria de su potencia,

Y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder.

18 Porque Jehová es nuestro escudo,

Y nuestro rey es el Santo de Israel.

19 Entonces hablaste en visión a tu santo,

Y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso;

He exaltado a un escogido de mi pueblo.

20 Hallé a David mi siervo;

Lo ungí con mi santa unción.

21 Mi mano estará siempre con él,

Mi brazo también lo fortalecerá.

22 No lo sorprenderá el enemigo,

Ni hijo de iniquidad lo quebrantará;

23 Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,

Y heriré a los que le aborrecen.

24 Mi verdad y mi misericordia estarán con él,

Y en mi nombre será exaltado su poder.

25 Asimismo pondré su mano sobre el mar,

Y sobre los ríos su diestra.

26 El me clamará: Mi padre eres tú,

Mi Dios, y la roca de mi salvación.

27 Yo también le pondré por primogénito,

El más excelso de los reyes de la tierra.

28 Para siempre le conservaré mi misericordia,

Y mi pacto será firme con él.

29 Pondré su descendencia para siempre,

Y su trono como los días de los cielos.

30 Si dejaren sus hijos mi ley,

Y no anduvieren en mis juicios,

31 Si profanaren mis estatutos,

Y no guardaren mis mandamientos,

32 Entonces castigaré con vara su rebelión,

Y con azotes sus iniquidades.

33 Mas no quitaré de él mi misericordia,

Ni falsearé mi verdad.

34 No olvidaré mi pacto,

Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

35 Una vez he jurado por mi santidad,

Y no mentiré a David.

36 Su descendencia será para siempre,

Y su trono como el sol delante de mí.

37 Como la luna será firme para siempre,

Y como un testigo fiel en el cielo.

Selah

38 Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido,

Y te has airado con él.

39 Rompiste el pacto de tu siervo;

Has profanado su corona hasta la tierra.

40 Aportillaste todos sus vallados;

Has destruido sus fortalezas.

41 Lo saquean todos los que pasan por el camino;

Es oprobio a sus vecinos.

42 Has exaltado la diestra de sus enemigos;

Has alegrado a todos sus adversarios.

43 Embotaste asimismo el filo de su espada,

Y no lo levantaste en la batalla.

44 Hiciste cesar su gloria,

Y echaste su trono por tierra.

45 Has acortado los días de su juventud;

Le has cubierto de afrenta.

Selah

46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre?

¿Arderá tu ira como el fuego?

47 Recuerda cuán breve es mi tiempo;

¿Por qué habrás creado en vano a todo hijo de hombre?

48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?

¿Librará su vida del poder del Seol?

Selah

49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,

Que juraste a David por tu verdad?

50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;

Oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno.

51 Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado,

Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

52 Bendito sea Jehová para siempre.

Amén, y Amén.

 

La Segunda Lectura: (Texto del Sermón) Romanos 6:1b-11 Por medio de nuestro bautismo somos partícipes en la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, el pecado ya no tiene dominio sobre nosotros. Tenemos paz para con Dios y somos libres para servir a Dios temporalmente aquí en la tierra y para siempre en el cielo.

 

1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

5Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. 11Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Someteos unos a otros en el temor de Cristo. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Mateo 10:34-42 Al tener paz con Dios, realmente entramos en una guerra con el mundo que lo ha rechazado. Nuestro amor a Dios a veces puede cortar aún los lazos de la familia y de amistad. Pero al sufrir esas nuestras cruces, tenemos la seguridad que recibiremos la vida eterna por la sola gracia de Dios.

 

34No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.

40El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 42Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

 

 

HERMANOS ESTAMOS MUERTOS AL PECADO, PERO VIVOS PARA DIOS EN CRISTO JESÚS

 

Siempre tenemos el deseo de vivir en un mundo diferente, sin problemas económicos, sin enfermedades, viviendo en una felicidad completa y cada día estamos en la búsqueda de la felicidad y la libertad de este mundo. Viene a mi mente hace años que escuche un sermón de un predicador decir que la nueva vida del cristiano consistía en hacer su mundo feliz, diferente. Donde él era un ejemplo de esto, porque antes no tenía un buen colchón para dormir, pero ahora que estaba en Cristo, siendo nueva criatura tenía la mejor marca de colchón para dormir. Esto lo dijo para enseñar que estar unido con Cristo consiste en tener cada día cosas mejores y ser cada día mejor. Los pulpitos de los predicadores actuales se han convertido en lugares que solo hablan de como ser felices en este mundo, ellos enseñan como encontraron la manera de vivir sin deudas, sin luchas internas, sin problemas mostrándose como un modelo de vida para sus oyentes.

¿Pero que dice la Biblia de toda esta manera actual de explicar que es ser cristiano? Después del diluvio nuestro Dios dijo: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho. Génesis 8:21. Este pasaje nos explica bien que todos los seres humanos que vivimos en este mundo nuestro corazón es malo, esto nos explica que donde estemos nosotros van a ver dificultades, problemas, enfermedades, divisiones y es por lo que cada día leemos en las noticias la cantidad de asesinatos, violaciones, robos, chismes que pasan cada día. Es por lo que es fácil para el hombre poder destruir el mismo hombre y destruir aún la creación de Dios. Entonces la forma de predicar de estos milagrosos falsos es la misma que uso Hananías en los días de Jeremías, como él viendo el corazón malo del pueblo de Israel quiso mostrar que Jeremías estaba predicando equivocadamente puesto que este Hananías predicó y es por lo que el profeta de Dios dijo: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar. Jeremías 28:6. Este falso profeta estaba ocultando el problema principal del pueblo de Israel con su pecado de idolatría. Los milagrosos mentirosos de hoy en día también tienen la misma actitud, el diablo los usa para llevar almas al infierno porque no hablan de la necesidad del hombre de limpiar su pecado sino de construir un mundo mejor. Estos son políticos del evangelio, no importa que tantas mentiras tengan que decir solo quieren lograr su propósito y es solo el bienestar material.

Si nosotros nos dejamos desviar de estas falsas promesas estamos pecando en contra del tercer mandamiento, porque estaríamos en contra de la Palabra de Dios, estaríamos al igual que estos hombres mentirosos, igual que Hananías predicando no la Palabra de Dios sino la palabra del hombre y esta clase de predicación nos lleva al infierno eterno, nos lleva a la perdición eterna. Pero hoy el Espíritu Santo nos enseña y recuerda que es la nueva vida en Cristo. Todos nosotros tenemos nombres diferentes pero un nombre en común y es ser cristianos, cuando muramos nuestros nombres desaparecerán, pero el nombre cristiano no porque tenemos nueva vida en Cristo la cual estamos llamados a vivir hoy y la manera de hacerlo no son con riquezas materiales, no es teniendo el mejor carro o dando la mejor ofrenda o viviendo en un mundo en paz. La nueva vida en Cristo comienza con esta pregunta 1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Esta interesante pregunta nos muestra en que consiste tener la vida nueva en Cristo, es la relación entre el pecado y el perdón, es la manera de explicar nuestra vida en este mundo en la cual no está haciendo énfasis en las cosas materiales sino en lo espiritual, en nuestra relación con Dios la cual ha sido restaurada por Jesucristo. La cual Pablo responde esta pregunta diciendo 2En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? El Espíritu Santo juega un papel importante en nuestra nueva vida, cambiando nuestro pecado que se muestra en nuestra existencia viviendo en contra de la voluntad de Dios infringiendo cada mandamiento y ahora que somos nuevas creaturas somos enemigos del pecado. El Espíritu Santo ha puesto en nosotros el deseo de Amar a Dios y al Prójimo buscando poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas y sirviendo al prójimo no haciéndole el mal sino el bien.

Pero esta conexión que tenemos en este momento esta vinculada profundamente con nuestro Bautismo 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Este versículo nos ratifica porqué llevar al santo Bautismo a un bebé recién nacido, el cual viene a este mundo al igual que nosotros siendo enemigos de Dios, pero por medio del Agua y las Palabras se introduce en nuestro ser el ser hijos de Dios. El Bautismo nos vincula con la vida perfecta y muerte de Cristo, el Bautismo nos lleva a la resurrección de Cristo y esto hace que hoy sintamos apatía por el pecado, hace que hoy por agradecimiento a Dios vivamos vidas diferentes, no en lo material, sino en lo más importante, en lo espiritual en la Paz con Dios quien Cristo ganó por nosotros hecho perfecto para siempre, Hebreos 7:28. y con su sufrimiento y muerte la cual venció por nosotros para hoy estar plantados con Él 5Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Nuestra antigua vida fue crucificada en la Cruz, el cuerpo del pecado ha sido destruido por la sangre de Cristo y hoy no somos esclavos del pecado, hoy es un día para disfrutar de nuestra justificación, es decir, como somos declarados inocentes delante de Dios.

Y esta nueva vida no nos trae riquezas terrenales, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan, Mateo 6:19. Esta riqueza que tenemos hoy en día es eterna porque 8Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, vivir con Cristo nos enseña que nuestra oración esta conectada con el cielo, nuestra vida esta conectada con la eternidad, nuestra esperanza esta en el cielo al lado de nuestro Dios porque aunque pasemos por la muerte, la riqueza que tenemos con Cristo nos lleva a no tener miedo a morir 9sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Pensemos en la muerte, en nuestra muerte que ya no tiene poder sobre nosotros porque tenemos asegurado nuestro destino eterno en el cielo. Y estar vivos espiritualmente nos da la riqueza de ser muertos al pecado 10Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. 11Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Hoy tal vez no tenemos nada material para ofrecer a este mundo, pero nuestras vidas conectadas con Cristo, el Espíritu Santo hace que vivamos para la Gloria del Padre poniéndolo en primer lugar y usando su nombre por medio de la oración. Porque estar muertos al pecado nos lleva a desear estar conectados con la Palabra de Dios quien nos muestra la obra del Dios Trino por nuestra Salvación, al estar muertos al pecado somos creyentes que nos sometemos a nuestras autoridades superiores, al morir al pecado decimos no al aborto, la eutanasia y contribuimos al cuidado de nuestras vidas y la de los demás. Morir al pecado sabemos que la felicidad sexual no esta fuera del matrimonio, sino dentro de él siendo fieles a nuestras parejas y disfrutando de todas las bendiciones que tenemos en este estado. Morir al pecado nos interesa cuidar las cosas materiales del otro y también nos lleva a cuidar el nombre del prójimo cerrando nuestra boca evitando hacer comentarios negativos de los demás y finalmente morir al pecado nos lleva a estar felices con lo que tenemos y no codiciamos las cosas de los demás. Hermanos míos que el Espíritu Santo nos conceda vivir en Cristo cada día de nuestras vidas. Amén

 

Los Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

47 A nadie amaré

48 Busca primero

49 Con el buen Jesús andemos

50 Cristiano soy

51 Dios de gracia, Dios de gloria

52 Hermanos cantad

53 Seguidme a mí, dice el Señor

55 Servimos al Señor

 

Culto Cristiano:

52 Jesús mi Salvador

130 No temas tú pequeña grey

134 Adelante peregrinos

161 Dejo el mundo

240 En Jesucristo se halla la paz

245 Lejos de mi Padre Dios

254 Firmes y adelante

255 Que mi vida entera esté

272 Me guía Cristo

403 Estad por Cristo firmes

406 Luchad, luchad por Cristo

 


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