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El tercer domingo de adviento

(Azul o púrpura)

 

Tema del día: Regocijándonos en nuestra salvación, llevemos vidas de agradecimiento a nuestro Dios y compartamos con todos las buenas nuevas de la salvación en Jesucristo. ¡Regocijaos!

 

La Colecta: Todopoderoso Dios, que por medio de Juan el Bautista diste testimonio del advenimiento de Jesucristo y proclamaste la salvación: Concédenos a nosotros que recibamos esta salvación y te sirvamos en santidad y justicia todos los días de nuestra vida; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Sofonías 3:14-17 Nuestra respuesta ante la venida de Jesucristo no es temor, sino regocijo y alegría, porque viene Cristo para darnos la victoria. Nosotros mostramos tal gozo al llevar vidas de servicio a Dios y al compartir con los demás las buenas nuevas del perdón.

 

14Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.

 

El Salmo del Día: Salmo 130

Cántico gradual.

1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

2 Señor, oye mi voz;

Estén atentos tus oídos

A la voz de mi súplica.

3 JAH, si mirares a los pecados,

¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

4 Pero en ti hay perdón,

Para que seas reverenciado.

5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;

En su palabra he esperado.

6 Mi alma espera a Jehová

Más que los centinelas a la mañana,

Más que los vigilantes a la mañana.

7 Espere Israel a Jehová,

Porque en Jehová hay misericordia,

Y abundante redención con él;

8 Y él redimirá a Israel

De todos sus pecados.

 

 

La Segunda Lectura: Filipenses 4:4-7 Nos regocijamos en la paz que Dios nos da, la paz que el mundo no puede dar, la paz que sobrepasa todo entendimiento. La paz de Dios proviene del perdón de los pecados y la promesa del cielo.

 

4Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, quien preparará tu camino delante de ti. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Lucas 3:7-18 El juicio final está por venir. En esta lectura Juan el Bautista llama a la gente a arrepentirse antes de que venga “la ira venidera.” Y después, anima a la gente a producir frutos dignos de arrepentimiento, es decir, a llevar vidas santas con corazones agradecidos y alegres.

 

7Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 9Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.

10Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? 11Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 12Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 14También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.

15Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 16respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 17Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

18Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo.

 

 

 

 

 

 

 

 

HERMANOS EL ADVIENTO MUESTRA LOS FRUTOS DE ARREPENTIMIENTO

 

Hace más de un año cuando empezó la pandemia los gobiernos empezaron a crear nuevas leyes para evitar que las personas saliéramos de nuestras casas, estas leyes estaban acompañadas de multas las cuales los policías hacían cuando encontraban a las personas en la calle o sin él tapabocas. El propósito de estas leyes era el frenar los contagios, pero cuando empezamos a escuchar las noticias ninguna de estas leyes sirvió porque la mayoría de las personas no obedecían al gobierno. Podemos tener aquí una rápida conclusión: “la ley civil no freno el virus, él siguió su camino”. Esto también nos lleva a recordar como muchos pastores o la teología de algunas iglesias usan la ley para que las personas dejen el pecar, cada domingo hay un reinado de santos que son mencionados sus actos buenos desde los púlpitos de los pastores y aún ellos hablan de cómo son obedientes a Dios. Es algo que me ha llamado mucho la atención en los últimos días cuando salgo a predicar en las calles, encuentro con mucho entusiasmo la palabra ser obediente a Dios y es así como las personas creen que son salvas. Pero al igual que el virus en las iglesias el pecado sigue su rumbo, la ley no lo cambia porque el propósito de la ley no es cambiar a las personas, es condenar, exigir, mandar que no pequemos. Pero nuestra carne se resiste a este llamado de la ley y el pecado sigue su curso, aún escuchamos en las bancas de la iglesia que hablamos con mentiras, aún escuchamos de los negocios de los hermanos que no queremos pagar y así robar al otro, aún vemos que hay hermanos en la fe que no se hablan y no quieren arreglar sus problemas, en oportunidades somos cristianos como Eva queremos hacer amistad con Dios y con el diablo y esto es un reflejo de nuestro pecado en contra del primer mandamiento porque no mostramos amor a Dios.

Hoy en día vemos que las redes sociales han creado las tendencias, estas están ligadas a lo que sucede en una ciudad, un país o tal vez en el mundo entero. Dios usando a Juan el Bautista creó una tendencia el salir al rio Jordán para ser bautizados, pero muchos solo se bautizaban por tendencia y es donde escuchamos a Juan ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? La víbora es un animal que es venenoso, su veneno destruye y en ese momento había personas que se estaban bautizando por tendencia y no por convicción, estas personas creían que solo por ser judías estaban cumpliendo con un nuevo requisito de Dios para su pueblo, por esto Juan les dijo: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Estos judíos no iban a huir de la ira venidera porque su vida era como víboras y el profeta Isaías nos amplia como ellos vivían: 4No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. 5Incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los apretaren, saldrán víboras. Isaías 59:4-5. Hoy muchos cristianos quieren huir de la ira venidera de Dios cumpliendo la Ley, en sus mentes tienen un listado de los mandamientos que sus pastores e iglesias han creado porque creen que Dios necesita ayuda con los mandamientos y estos no son suficientes, cada día ellos sueñan con escuchar su nombre desde el púlpito para recibir un reconocimiento que viven de acuerdo a la Ley a su ley pero lo que escucharán cuando Jesús venga por segunda vez o si mueren va ser el mensaje de la Ley verdadera 9Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Al infierno va todo aquel que no dio buen fruto, es decir, aquellos que creen que son salvos al cumplir la ley y aquellos que rechazan el amor de Dios mostrado en esa misma ley.

Pero ¿Qué es un buen fruto?, Juan el Bautista como toda la Biblia compara la vida de los creyentes con un árbol y viene el Salmo 1 que habla del varón que es bienaventurado que no anduvo en consejo de malos porque el versículo 3 de este salmo dice: Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. Para dar un buen fruto que la Biblia llama frutos de arrepentimiento necesitamos estar conectados con Jesús, el Espíritu Santo hace este grandioso trabajo en nosotros. Esta conexión viene del trabajo de escuchar la Ley porque ella solo nos lleva a gritar ¡no quiero condenación en el fuego que nunca se apagará! Y es donde el mismo Espíritu Santo nos lleva a Jesús, el propósito de la Ley es llevarnos a Jesús porque Él no tuvo que dar frutos de arrepentimiento puesto que no hay pecado en Él, Juan el Bautista fue testigo en el mismo Jordán cuando Bautizó a Jesús, como el Espíritu Santo estaba en forma de paloma sobre Jesús y la voz del cielo que decía: Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia, Lucas 3:21-22, la vida de Jesús fue muy diferente a la nuestra porque Él nunca tuvo problemas con la Ley porque Él la cumplió perfectamente por cada uno de nosotros, cada mandamiento que nos acusa de nuestro pecado Jesús lo cumplió complaciendo al Padre perfectamente en lugar nuestro. Estar conectados a la vida de Jesús es una corriente de agua que la misma Biblia en Juan 7:38 nos dice: El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. El Espíritu Santo también nos conecta con el sufrimiento y la muerte y resurrección de Cristo puesto que ella nos llevó a huir de la ira venidera y San Pablo nos dice esto en Romanos 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Cristo pagó por cada uno de nuestros pecados y es por lo que al estar conectados con su muerte no seremos condenados en el fuego que nunca se apagará. Ya que estamos conectados con el Evangelio podemos hablar de los frutos de arrepentimiento, estos se producen no por la Ley sino por el amor que viene con el Evangelio, y Lucas nos presenta la manera genuina de estos frutos porque después de ser bautizados se acercaron a Juan el Bautista con esta pregunta ¿Qué haremos? 10Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? 11Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 12Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 14También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.

El pueblo estaba en expectativa preguntándose si Juan era el Cristo, pero él fue muy claro al señalar de nuevo a Jesús: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 17Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Nosotros también estamos en la expectativa porque Jesús bautizó con el Espíritu Santo a sus apóstoles el día de Pentecostés y desde ese momento ellos siguieron la comisión de predicar la Ley y el Evangelio para tenernos preparados para la venida de Jesús, Él vendrá en su estado de Exaltación y también con un aventador para separar a los creyentes de los incrédulos. En esta separación juega un papel importante los frutos de arrepentimiento los cuales nosotros los creyentes damos de manera genuina movidos por el Evangelio y hoy la Biblia nos dice como estar esperando a nuestro Señor Justo:

El Salmo 130:1-2 nos enseña como la oración es muy importante para nosotros, De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. 2Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. En nuestra oración pedimos al Espíritu Santo que cambie en nosotros lo que tenga que cambiar de nuestro viejo hombre, pedimos que sea el Evangelio quien haga este cambio en nosotros por esto Él hace que vivamos de acuerdo con Filipenses 4:5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. La gentileza es un don que es puesto en nosotros donde no se peleará por los derechos de uno mismo, o por los estrictos términos de la ley, sino que considerará el bien del otro con equidad y honradez, este es un fruto de arrepentimiento donde ya no pensamos en nosotros con egoísmo y envidia sino en el bienestar del otro. Pablo también nos habla de otro fruto de arrepentimiento en Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Este mundo hace que perdamos fácil la ruta del cielo, pero el Espíritu Santo nos ha convencido que no podemos agregarle nada a nuestra vida por mucho que nos afanemos, todo depende de Dios y se cambia el afán por la confianza, el fruto de arrepentimiento en este versículo nos muestra que los hombres vean que nosotros confiamos plenamente en Dios y en vez de estar peleando con el mundo estemos en oración y acción de gracias porque sabemos que tenemos mucha ganancia en manos de Dios puesto que ÉL por medio del profeta Sofonías nos une a este canto de victoria el cual diremos en este momento recordando que pronto lo diremos como iglesia triunfante: 14Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. Así es, nuestra vida guiada por el Evangelio produce los frutos de arrepentimiento y muestra que hoy estamos preparados para que venga nuestro Rey, nuestro Salvador. Amén.

 

Himnos:

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

1 A ti loor y gloria

2 Ven, Jesús muy esperado

3 Oíd su voz

32 Oh, Verbo humanado

33 Soy el camino

51 Dios de gracia, Dios de gloria

52 Hermanos cantad

53 Seguidme a mí, dice el Señor

54 Santo Espíritu llena mi vida

67 Cantad alegremente

70 Canten con alegría

75 Jubilosos te adoramos

 

Culto Cristiano:

1-7 Los himnos para el Adviento

84 Oye la voz, Señor

156 Ven Tú, ¡oh Rey eterno!

179 Cantad alegres al Señor

185 Naciones todas, alabad

240 En Jesucristo se halla la paz (segunda lectura)

254 ¡Firmes y adelante!

255 Que mi vida entera esté

263 Escuchad Jesús nos dice

404 Hosanna al Hijo de David

 

 


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