
El decimoquinto domingo después de pentecostés
(Verde)
Tema del día: Por medio de la contrición y el arrepentimiento, el cuerpo y mente del cristiano son renovados para obras de servicio en el reino de Dios. Este servicio a Dios es nuestro culto espiritual.
La Colecta: Oh Señor omnipotente, Autor y Dador de todo lo bueno: Implanta en nuestros corazones el amor hacia tu nombre, aumenta entre nosotros la verdadera religión, aliméntanos con toda bondad, y haz brotar en nosotros el fruto de las buenas obras; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Jeremías 15:15-21 El sensible profeta Jeremías sufrió de una fuerte lucha interna: de un lado las palabras del Señor fueron su gozo y la alegría de su corazón, pero al otro lado sufrió mucho al proclamar ley y condenación a su pueblo querido. En medio de esta lucha, el profeta blasfema al decir que Dios es un torrente engañoso de aguas no confiables. Pero Dios en su misericordia lo llama al arrepentimiento y le promete que será Jeremías el portavoz de Dios e invencible muro de bronce.
15Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta. 16Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. 17No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignación. 18¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
19Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. 20Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. 21Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.
El Salmo del Día: Salmo 121
Cántico gradual.
1 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal;
El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
La Segunda Lectura: Romanos 12:1-8 La misericordia de Dios nos anima a dedicar nuestros cuerpos a buenas obras en servicio a nuestro Señor. Al reconocer los dones que Dios nos ha dado, los vamos a utilizar humildemente para la gloria de Cristo nuestro Salvador y el bien de su iglesia la cual es su cuerpo.
1Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón. ¡Aleluya!
El Evangelio: Mateo 16:21-26 En esta lectura, el diablo por medio de San Pedro tienta a Jesucristo a abandonar su camino hacia la cruz. Pero la salvación sin la cruz es una imposibilidad tanto para Cristo como para los discípulos. Es necesario que el que ande con Cristo se niegue a sí mismo y tome su cruz, o sea, que esté dispuesto a dejar todo hasta aún su propia vida para seguirle a Cristo.
21Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
24Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
EL ESPÍRITU SANTO NOS ENSEÑA EL CARACTER DE DIOS
Todas las personas del mundo tenemos personalidad y carácter diferente, esto afecta mucho en cómo nos relacionamos con los demás porque un carácter fuerte separa personas y un carácter débil hace que las personas pasen por encima del débil. La Biblia tiene un doble propósito, nuestra salvación gratuita dada por Dios y nos da un carácter sólido como cristianos para vivir en este mundo. Pero nuestro carácter es débil, lo vemos representado en las lecturas para este día con el ejemplo del profeta Jeremías y Pedro que fueron entrenados y llamados por el mismo Dios para servir, pero desafortunadamente mostraron su carácter débil en algunos momentos de su vida. Nosotros leemos en Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Este verso es claro que nos manda que nuestra vida en este mundo tenga un carácter guiado por el Espíritu Santo a través de su Palabra, pero desafortunadamente llegan las cosas que nos apasionan en este mundo y junto con esto el pecado, no mostramos carácter cristiano cuando mentimos, robamos, chismoseamos, somos adúlteros y el egoísmo y la avaricia hace que estemos en contra de Dios y su mandamiento al no ponerlo en primer lugar en nuestras vidas merecemos la muerte eterna, puesto que nuestro carácter débil es usado por el diablo y hace que tengamos la mira en las cosas de los hombres y descuidemos nuestra alma que vive para siempre.
El profeta Jeremías quedó atrapado entre la monstruosa impenitencia de Judá y el juicio inminente y justo de Dios. Se sentía tambalear bajo la carga. De las luchas que experimentaba (y aquí lo vemos luchando), no se podía liberar de la fría desesperación que lentamente entumecía su fe. El pueblo de Judá simplemente no quería escuchar, y en cambio veía al profeta como al enemigo. De la manera como Acab levantó un dedo acusador ante Elías, diciendo: “Tú eres el que perturba a Israel”, así los contemporáneos de Jeremías lo atacaron. Creían que, si no fuera por él, y su prédica incesante de juicio, la tierra estaría en paz. Por esto declino el carácter del profeta desechado por su pueblo al decir Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta. Jeremías 15:15. El carácter del profeta estaba débil, no encontraba alivio en todo lo que vivia y por esto dijo estas palabras en forma de oración. Siglos después vemos a Pedro con un carácter débil porque no entendió cuál era el propósito de las palabras de Jesús al anunciar su muerte estando en Jerusalen, este apóstol mostró su carácter débil y egoísta creyendo que era un buen consejero de Jesús y por esto escucho estas palabras fuertes: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Pero en estas Palabras fuertes para Pedro encontramos que el profeta Jeremías, Pedro, usted y yo encontramos el perdón por pecar contra cada mandamiento de Dios a causa de nuestro carácter débil en nuestra vida de santificación, a causa de nuestra debilidad hemos pasado por encima de Dios y merecemos la muerte eterna, porque Cristo siempre fue de un carácter fuerte como Señor y Salvador por amor a cada uno de nosotros. Pedro, cada uno de nosotros y Jeremías con el resultado del poder del evangelio, 19Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. 20Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Jeremías 15:19-20. Siempre Dios deja el plato fuerte para el final, aunque muy pocos se arrepintieron por la predicación de Jeremías, él entendió que cumplió con su trabajo de ser profeta predicando la Ley y el Evangelio y, Pedro, tiempo después, también entendió el motivo por el cual Jesús fue a Jerusalén y usando el mensaje de los profetas escribió inspirado por Dios 10Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 1 Pedro 1:10-11. Las Palabras de Jesús al anunciar su muerte también fueron dichas por los profetas anunciando el sufrimiento de Cristo quien trajo por esta obra en su carne que sufrió todo el castigo del imperio romano al ser tratado como un vil criminal trajo a nosotros perdón de nuestros pecados, Jesús murió y pago el castigo del infierno por cada uno de nosotros y todo pecado que hemos cometido por nuestro carácter debil ha sido perdonado por la obra de Cristo en la cruz y su resurrección es la muestra de su victoria.
Volvemos a la Carta a los Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. El Espíritu Santo hace que por el poder del evangelio nosotros tengamos un carácter sólido en nuestro día a día viviendo por el evangelio, encontramos una vez más como la Biblia nos enseña como ejercer este sacrificio vivo y en las palabras de Jesús leemos: 24Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Mateo 16:24-26. Negarnos a nosotros mismos es dejar que el Espíritu Santo cambie nuestro orgullo pecaminoso por un corazón arrepentido y humilde, porque nosotros hemos sido convencidos que nuestra alma importa mucho para Dios y también nos debe importar a cada uno de nosotros y por esto el tomar la cruz es soportar la tentación que nuestro viejo hombre que le gusta alimentar y decir si al pecado, Pablo en su carta a los romanos que tenemos para este día nos da una clave importante para no alimentar nuestra carne y orgullo 3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3. No tener alto concepto de nosotros mismos es reconocer que por sí solos no podemos hacer nada para tener una relación con Dios y llevar una vida de santificación, por esto vive el Espíritu Santo en nosotros y necesitamos dejarlo trabajar en cada uno de nosotros y esto lo hacemos teniendo un profundo conocimiento de los diez mandamientos y usarlos como guía.
Nuestro carácter sólido cristiano se fortalece cada vez que leemos la Escritura y la profundizamos en nuestras vidas y dejamos que el poder de esta Palabra vaya cambiando nuestra vida, mostramos nuestro carácter cuando decimos no al pecado, cuando aprendemos a tener pensamientos limpios los cuales manifestamos en nuestra manera de hablar y actuar, hablar de un pensamiento limpio es aprender a ver todo en buen sentido y no tomarnos las cosas tan personal, porque cuando pensamos solo en nosotros olvidamos cual es la voluntad del Padre con cada uno de nosotros, porque Dios nos usa para que mostremos al mundo que sí se puede cambiar, que no necesitamos de armas para matarnos unos a otros y solucionar los conflictos, cuidamos de nuestra lengua para no crear incendios en los que viven a nuestro alrededor, necesitamos cuidar a los niños enseñándoles la misma Palabra y recordando lo que la Biblia nos dice que los instruyamos en su camino para que ellos aprendan a usar los mandamientos como guía en sus vidas y cuando llega el tiempo de la juventud donde ellos creen saber todo, dejen que sea el Espíritu Santo su guía y maestro, el mensaje de este evangelio también necesita afectar los matrimonios para que tengan un carácter cristiano solido y para que se cumpla la promesa de fidelidad, amor incondicional y el perdón mutuo hasta que la muerte nos separe y finalmente necesitamos cambiar el chip de la iglesia que no somos nosotros solos con nosotros mismos, necesitamos tener el carácter del cristiano que evangeliza y por esto necesitamos hablar de Jesús a todas las personas que podamos y también necesitamos de la oración para pedir a Dios que nos de las fuerzas necesarias de mantener nuestro carácter movido por el evangelio en cada instante de nuestra vida. Amén
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
48 Busca primero el reino de Dios
49 Con el buen Jesús andemos
51 Dios de gracia, Dios de gloria
52 Hermanos cantad
53 Seguidme a mí, dice el Señor
54 Santo Espíritu llena mi vida
55 Serviremos al Señor
Culto Cristiano:
161 Dejo el mundo
240 En Jesucristo se halla la paz
254 Firmes y adelante
255 Que mi vida entera esté
257 Mirad y ved
258 Sale a la lucha el Salvador
259 Tu vida, ¡Oh Salvador!
403 Estad por Cristo firmes
406 Luchad, luchad por Cristo
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 01
Ver Recursos