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Servicio - 10 enero 2021

El primer domingo después de epifanía

(El bautismo de nuestro Señor)

(Blanco)

 

Tema del día: El bautismo de Jesús marca el principio de su ministerio en este mundo y nos ayuda a entender su nombre Cristo: el Ungido. En su bautismo Dios el Padre muestra su aprobación de Jesús, y el Espíritu Santo desciende sobre él en la forma de paloma. Dios apartó a Jesucristo para servir como nuestro substituto y Redentor.

 

La Colecta: Padre celestial, que con el bautismo de Jesús en el Río Jordán proclamaste a tu Hijo amado y le ungiste con el Espíritu Santo: Concede que todos los bautizados en su nombre guardemos con fidelidad el pacto en el cual hemos sido llamados, confesando con confianza a nuestro Salvador, a fin de que seamos coherederos con él en la vida venidera; por Jesucristo, tu Hijos, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La Primera Lectura: Isaías 49:1-6 En esta lectura, que es uno de los “Himnos del Siervo” de Isaías, el Señor describe el llamamiento y obra de su Siervo: “restaurar el remanente de Israel” y ser “luz de las naciones.”

 

1Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. 2Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; 3y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. 4Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.

5Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza); 6dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

 

El Salmo del Día: Salmo 2

 

1 ¿Por qué se amotinan las gentes,

Y los pueblos piensan cosas vanas?

2 Se levantarán los reyes de la tierra,

Y príncipes consultarán unidos

Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:

3 Rompamos sus ligaduras,

Y echemos de nosotros sus cuerdas.

4 El que mora en los cielos se reirá;

El Señor se burlará de ellos.

5 Luego hablará a ellos en su furor,

Y los turbará con su ira.

6 Pero yo he puesto mi rey

Sobre Sion, mi santo monte.

7 Yo publicaré el decreto;

Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;

Yo te engendré hoy.

8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,

Y como posesión tuya los confines de la tierra.

9 Los quebrantarás con vara de hierro;

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;

Admitid amonestación, jueces de la tierra.

11 Servid a Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.

12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;

Pues se inflama de pronto su ira.

Bienaventurados todos los que en él confían.

 

La Segunda Lectura: Hechos 16:25-34 Al escuchar la pregunta del carcelero de Filipos, “¿qué debo hacer para ser salvo?” Pablo y Silas no responden con una lista de deberes que se tiene que llevar a cabo para ganar el cielo, sino nada más invitan al carcelero a creer en Jesucristo para su salvación y luego bautizan a él y toda su familia.

 

25Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

 

El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia. ¡Aleluya!

 

El Evangelio: Marcos 1:4-11 La primera parte de esta lectura nos enseña a Juan el Bautista, el cual preparó el camino para Jesucristo al “predicar el bautismo de arrepentimiento.” Vemos que cuando Jesús fue para ser bautizados, Dios lo señaló como su Hijo amado, el escogido de Dios para salvar al mundo.

 

4Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. 5Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. 7Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. 8Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

9Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. 11Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

 

 

HERMANOS SOMOS TESTIGOS DEL MILAGO DEL JORDÁN

 

Sitios que quisiéramos conocer como cristianos es lo que llamamos tierra santa, pero más que conocer como turismo es el significado de todo lo que vivió esta tierra con los milagros de Dios enfocados a la Salvación del hombre. Hoy en día el término milagro es muy mal entendido y practicado por muchos porque creen que Dios está obligado hacer cosas sobrenaturales por el hecho de invocar su nombre sin entender el propósito de Dios en la vida de las personas. Cuando el hombre solo se concentra en el milagro terrenal, es decir, como Dios puede cambiar la salud de una persona o la economía irresponsable de muchos o como Dios puede mover montañas por la fe de ciertas personas se está usando mal los tres primeros mandamientos de la Ley de Dios. Cuando se entiende el milagro desde el punto de vista del hombre se peca contra el primer mandamiento porque no se confía en Dios sino en el médium que se usa para el milagro, se peca contra el segundo mandamiento porque se usa el nombre de Dios para prometer lo que Él no ha prometido y se peca contra el tercer mandamiento porque se distorsiona todo el mensaje de la Palabra de Dios. Tengamos cuidado nosotros porque si cambiamos la perspectiva de lo milagroso o lo sobrenatural de Dios estamos pecando contra estos tres mandamientos y el maligno nos engañará con el único propósito de llevarnos al infierno eterno.

 

Martín Lutero explicó muy bien la porción de Isaías capítulo 49 y el resto del libro de este profeta al escribir, “Desde este capítulo hasta el final, no hay otra cosa sino Cristo, y aunque ocasionalmente y al mismo tiempo el profeta corrige y reprende, el enfoque de su libro tiene que ver con el llamado a los gentiles y con el rechazo de los judíos”. Podemos ver como muchos son como los judíos rechazando el mensaje de Salvación manifestado en este tiempo de Epifanía. Y este rechazo es evidente porque solo quieren tener una relación con Dios solo con el bienestar material, ese mismo pensamiento lo tenía el pueblo de Israel, ellos nunca entendieron lo que Lutero llama el sermón sobre el nombre del Señor en Éxodo 34:6 cuando leemos ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad. No entender lo milagroso desde el punto de vista Biblico o podemos llamarlo también desde el punto de vista de Dios es un grave error porque nunca se entiende y se vive en la misericordia de Dios, puesto que Israel solo queria volver a ser el pueblo de los años dorados de David y Salomón como reyes y muchos hoy en día solo quieren vivir en las nubes de las riquezas y bienestar material de este mundo abusando de la misericordia y la piedad de nuestro Dios.

 

Pero hoy tal vez no es muy necesario conocer el Jordán y sobre todo el lado de Betábara donde Juan el Bautista predicó la Ley y el Evangelio porque tenemos un testigo más importante que el Jordán y sus alrededores, la Palabra de Dios y usando hoy la enseñanza de Marcos en el evangelio de hoy 4Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. 5Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. La Biblia es más que suficiente para nosotros porque lo importante no es el lugar donde sucedieron las cosas, sino que lo importante es mantener vivo lo que sucedió en estos lugares como hoy que estamos recordando el milagro de la conversión que se vivió en esa época. El bautismo de arrepentimiento no es otra cosa que la predicación de la Ley, mostrando al hombre que necesitaba nacer de nuevo para poder estar preparado para el perdón de los pecados. Pero más que esto vemos que este perdón iba ser ganado no con Juan el Bautista que vivió de una manera despreocupada por este mundo, así como lo enseña Marcos 6Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. Sino que Juan estaba llevando a las personas a creer en el que pronto iban a conocer, él lo mostro de esta manera 7Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. 8Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo. ¿Quién podría ser más poderoso? ¿Quién es este que Juan el Bautista señalo al no ser digno de desatar la correa de su calzado? ¿Quién es este que iba a bautizar con Espíritu Santo? Marcos no duda en señalar de quien se está hablando en estos versículos y por esto escribió 9Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. 11Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

 

Jesús de Nazaret es quién vino a este mundo para manifestarse a todos que sólo en Él se encuentra el perdón, Isaías habló de Él escribiendo también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra. Isaías 49:6. En la Epifanía celebramos como se manifestó Jesús como el Salvador no solamente de los judíos sino también de los gentiles, es decir, el Salvador de todo el mundo. En la Epifanía celebramos como la Luz que vino al mundo fue para hacer el milagro más poderoso que podemos vivir cada uno de nosotros y es nuestra conversión porque al ser incrédulos es la manera de mostrar que se es enemigo de Dios, porque la incredulidad no es otra cosa más que vivir para el maligno en muerte espiritual por el pecado que hay en nuestro ser, en la vida incrédula solo Dios ve no solamente nuestro pecado sino el castigo que merecemos por no hace su voluntad. Pero en la Epifanía recordamos como somos hijos de Dios por Jesús, como Dios ya no ve nuestro pecado porque el Jordán fue testigo de estas palabras desde el cielo donde hoy leemos en la Palabra de Dios con Marcos 1:11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Jesús como Hijo de Dios complació al Padre en todo perfectamente y esto lo demostró al presentarse a Juan el Bautista para ser Bautizado, pero no porque Jesús necesitaba el perdón de los pecados sino que lo hizo porque fue la manera en la cual se presentó al mundo porque es por medio de este hijo amado que nosotros somos hijos de Dios, esta complacencia Jesús la cumplió al cumplir los tres primeros mandamientos por nosotros mostrando la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas, porque cuando Juan el Bautista habló que él bautiza con Espíritu Santo no solamente hace la referencia del día de Pentecostés sino de lo importante del Paracleto en nuestras vidas, porque no solamente nos lleva a creer en la vida perfecta de Jesús sino que también nos lleva a la cruz donde Cristo pagó por todos nuestros pecados. Porque la ira de Dios estuvo sobre Jesús y Él mismo vivió esto al decir en la cruz Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mateo 27:46. En ese momento preciso el castigo del infierno estaba sobre Jesús y es sólo por Él que el Padre en los cielos nos ve en este momento sin pecado.

Pero el Espíritu Santo no solo fue activo en Pentecostés, Él siempre ha sido activo desde la creación del mundo porque Él es Dios, Él siempre ha sido activo en el ministerio de la iglesia por la predicación de la Ley y el Evangelio y llevar al hombre a la conversión, así como la vivió el carcelero de Filipo. Después de sentir el estruendo y creer que sus presos habían escapado sólo pensó en su suicidio porque la pena capital sobre los carceleros que se le escapaban presos era algo evidente. Pero este carcelero y su familia no sabían lo que iban a experimentar, el milagro de su conversión. No solamente en el Jordán se vivió el milagro de la conversión, sino que también lo vemos en Filipos 29El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios. Hechos 16:29-34. Pero el poder del Espíritu Santo usando los medios de gracia como el Evangelio y los sacramentos es el centro del mensaje de la Epifanía puesto que en el Antiguo Testamento también lo evidencio Isaías 49:1 Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Estas palabras son la evidencia del poder de Dios haciendo el milagro más grande y poderoso que puede hacer y es la Conversión del hombre por el poder de su Palabra. No solamente el carcelero de Filipo y su familia o los que fueron bautizados en el Jordán y no solamente nosotros somos la evidencia de este milagro sino muchos otros que el mismo Espíritu Santo traerá a la fe y es por esto que Dios usa su iglesia, a cada uno de nosotros para dar testimonio que vivimos en la Luz y con la Luz y esto es la evidencia que hoy estamos reunidos diciéndole al mundo que el milagro más grande no es la salud, el bienestar material sino nuestra Fe que el mismo Dios nos dio por medio de su Palabra. También aquí reunidos usamos el nombre de Dios de manera adecuada invocándole en medio de nuestras necesidades para que actúe de acuerdo con su voluntad y también invocamos su nombre dándoles gracias que nos mantiene en la fe y le pedimos para que nos use a cada uno de nosotros para predicar la Ley y el Evangelio para que otros vivan este mismo milagro de la conversión. Hoy estamos aquí reunidos alrededor de la Palabra de Dios donde no solamente vemos el origen y poder de nuestra conversión sino como Dios con todo su poder sigue actuando por medio de ella llevando su mensaje a los lugares más lejanos, con las lenguas más extrañas para que también puedan vivir lo que nosotros hemos vivido desde nuestro bautismo y como nuestra familia es Salva también por esta fe que nos lleva a la vida eterna. Hoy que celebramos el bautismo de nuestro Señor, recordamos como Él complació al Padre en todo para manifestarse como nuestro Señor y Salvador y por esto hoy damos toda la Gloria a nuestro Dios por hacernos testigos de la Conversión de muchos pecadores. Amén

 

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

28 El profundo amor de Cristo

29 Fruto del amor divino

30 Jesús es la roca

32 Oh, Verbo humanado

33 Soy el camino

40 Fui en tu nombre bautizado

 

Culto Cristiano:

34 Levántate con gozo

35 Gloria a Dios en las alturas

79 Loores dad a Cristo el Rey

117-119 Himnos para el Santo Bautismo

251 Oh, qué amigo nos es Cristo

404 Hosanna al Hijo de David


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