
Servicio - 09 agosto 2020
El décimo domingo después de pentecostés
(Verde)
Tema del día: Por medio de la Santa Palabra de Dios, nosotros recibimos un tesoro que vale mucho más que todo el oro y plata que en el mundo hay. Recibimos el cielo.
La Colecta: Oh Dios, protector de todos los que en ti confían, no hay ni fuerte ni santo sin ti: aumenta y multiplica tu misericordia para con nosotros, para que gobernados y guiados por ti, supremos lo temporal y alcancemos lo eterno; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: 1 Reyes 3:5-12 Dios ofreció concederle al Rey Salomón lo que él quisiera, pero Salomón en vez de pedir los "tesoros" de este mundo como el dinero, el poder, o el honor, reconoció la gran responsabilidad que Dios le había dado y entonces, pidió sabiduría para poder servir a Dios y a su pueblo con justicia. Dios por su parte concedió a Salomón no solamente lo que le pidió, sino también riquezas y honor.
5Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. 6Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. 7Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?
10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
El Salmo del Día: Salmo 119 II
Bet
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
12 Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos.
13 Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.
14 Me he gozado en el camino de tus testimonios
Más que de toda riqueza.
15 En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos.
16 Me regocijaré en tus estatutos;
No me olvidaré de tus palabras.
La Segunda Lectura: Romanos 8:28-30 Para el creyente que tiembla ante las tribulaciones de este mundo, no hay consuelo más dulce que esto: Antes de que nos hubiera creado, Dios nos conoció y nos escogió para ser sus hijos queridos. Por lo tanto, Dios también nos llamó a la fe y nos ha justificado por medio de nuestro Señor Jesucristo. Al saber todo esto, tenemos la seguridad de que no hay accidentes en este mundo ni tampoco está nuestro futuro en las manos del destino, porque sabemos que Dios dispone todo para nuestro bien.
28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. ¡Aleluya!
El Evangelio: Mateo 13:44-52 Jesús sigue instruyendo a sus discípulos y también a nosotros por medio de parábolas. En las parábolas del tesoro escondido y de la perla, nos enseña el gran valor de nuestra salvación. En la parábola de la red, nos enseña que en el fin del mundo Dios va a separar a los creyentes y a los incrédulos. A los que no creen, Dios los enviará a su condenación eterna en el infierno, pero a los que creen, los llevará a su tesoro eterno en el cielo.
El tesoro escondido
44Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
La perla de gran precio
45También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
La red
47Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tesoros nuevos y viejos
51Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. 52El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
HERMANOS VIVAMOS DISFRUTANDO DE NUESTRO TESORO, EL REINO DE LOS CIELOS.
Las lecturas para el día de hoy trae un tema en común, el tesoro que se nos fue dado. Pero este tesoro que es el Reino de Dios muchos cristianos no entienden cuál es la riqueza que tienen en él, otros cristianos abusan de esta riqueza y, otros espero que seamos nosotros entendemos que significa tener este tesoro y cómo podemos disfrutar vivir en él. Algo que necesitamos entender que este tesoro no es solamente para los adultos o aquellos que pueden entender porque aún los niños tienen este tesoro, por lo tanto, recordamos lo importante del bautismo puesto que allí recibimos este tesoro de pertenecer al reino de Dios, ya que la Biblia nos enseña cómo es ese cambio espiritual que tuvimos en nuestro bautismo 6Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Juan 3:6. Al nacer pertenecíamos al reino del infierno porque éramos nacidos de la carne puesto que las escrituras nos dicen que al nacer en esta carne solo merecemos la muerte Porque el ocuparse de la carne es muerte, Romanos 8:6. Pero el amor de Dios es tan grande y misericordioso que no quiso que estuviéramos muertos espiritualmente y es por lo que dio su Palabra junto con el agua y con esto milagrosamente nos hizo espirituales porque desde nuestro Bautismo el Espíritu Santo empezó habitar en nosotros.
Pero mientras crecíamos nuestro viejo hombre empezó a poner freno a la obra del Espíritu Santo puesto que crecimos algunos escuchando como ser mejores personas cada día haciendo obras o dejando de hacer para ganar el perdón de Dios, otros después del bautismo tal vez nunca los volvieron a llevar a una iglesia y crecieron totalmente apartados de Dios sin ningún temor y la mayoría de nosotros pertenecíamos a uno de estos dos grupos. Pero el Espíritu Santo a pesar de que nosotros le pusiéramos freno en el actuar en nuestra vida siempre estuvo trabajando en nosotros, lenta o rápidamente, pero fue Él quien nos hizo como el hombre que encontró el tesoro y lo enterró o el mercader comerciante de perlas que encontró la perla preciosa. Este tesoro o perla preciosa es el reino de los cielos que nos fue dado por el evangelio donde escuchamos y creemos en la obra que Cristo hizo por nosotros. En el Bautismo la fe salvadora fue puesta en nuestros corazones, pero como ya lo sabemos que en un tiempo de nuestra vida le pusimos freno a esta fe salvadora olvidamos cual era el camino para ir al cielo, el camino para estar en paz con Dios. Y es donde este tesoro o perla preciosa es nuestro Señor Jesucristo porque Él es quien nos dio esta paz, porque Él nos dio la entrada a pertenecer a este reino de los cielos con su vida perfecta, su sufrimiento, muerte y, resurrección. Pero como les dije al principio de este mensaje muchos abusan de este tesoro o no saben administrarlo y es donde necesitamos entender la tercera parábola para este día, como el reino de los cielos es una red que es echada al mar, recoge toda clase de peces y después el pescador empieza a separar los peces malos y nuestro Señor Jesucristo inmediatamente explica el significado de esta al decir 49Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Nuestro Señor Jesucristo nos enseña con estas palabras que el reino de los cielos no pertenece todos los que se acercan a la iglesia visible, muchos llegan por motivos equivocados esto lo vemos con aquellos que dicen llegar a la fe por un milagro, una visión o por complacer a una persona que ama. Otro ejemplo lo vemos cuando estamos ocultando un pecado, es decir, cuando llevamos nuestra vida cristiana una doble vida practicando un pecado y abusando de la gracia, las escrituras son muy claras con este punto cuando nos dice 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21. También pecamos cuando no queremos o deseamos compartir este tesoro con otros, creyendo que los que estamos son los suficientes o necesarios para ir al cielo o creyendo que nadie más necesita escuchar este mensaje. Cada vez que abusamos de este tesoro o no lo queremos compartir estamos pecando contra el tercer mandamiento y recordamos que merecemos ser sacados del reino de los cielos como los peces malos y ser echados en el horno del fuego donde es el lloro y crujir de dientes.
Pero el Espíritu Santo produce en nosotros arrepentimiento al escuchar nuestro pecado y el castigo que merecemos llevándonos a los pies de Jesús, haciendo que seamos igual que los discípulos de Jesús cuando ellos contestaron la pregunta que sí entendieron esta enseñanza, nosotros somos como el escriba docto en el reino de los cielos que se asemeja a un padre de familia que saca los tesoros nuevos y viejos. Porque este tesoro que es el Evangelio nos lleva a Jesús quién compartió perfectamente este tesoro como lo enseña nuestro contexto de este pasaje, 53Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí. 54Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? Mateo 13:53-54. El poder con el que enseñaba la Palabra de Dios convenció a muchos haciéndolos llegar al reino de Dios y con este mismo poder vemos que fue a la cruz para vencer al padre de los peces malos, los incrédulos, al maligno y le venció no quedándose en la tumba porque 20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 1 Corintios 15:20-21. Ahora recordamos como hemos sido perdonados en contra de nuestro pecado en contra del tercer mandamiento, como nosotros somos hijos de Dios y portadores de este tesoro por su gracia y misericordia los cuales nos llevan por medio del Espíritu Santo a ser guiados por este tesoro eterno en este mundo, porque no olvidemos el poder que tiene este tesoro para que nosotros podamos dar a conocer a quién pertenecemos y cómo vivimos.
La primera lectura nos ofrece el ejemplo de Salomón, Dios dijo a Salomón que pidiera lo que quisiera y esto nos recuerda lo que nos dice en las escrituras como lo leemos en Juan 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Entonces en el nombre de Jesús pidamos sabiduría para poder usar la ley y el evangelio en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestros matrimonios. La mejor sabiduría que podemos tener es saber como y en que momento enseñar y usar la Palabra de Dios. El Salmo para hoy habla a los jóvenes, los que ya pasamos por esa edad sabemos que la velocidad es la guía para la toma de decisiones, sabemos que estamos en la edad de hacer las cosas para complacer a los demás, pero mira el tesoro de las Escrituras lo que te dice hoy 9¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Salmo 119b, los jóvenes nuestros la mayoría desde niños escuchan la Palabra de Dios y, esto quiere decir que la conocen, por esto es necesario aprender los mandamientos y es la manera de mantener guardada la Palabra de Dios en sus vidas cuando usan los mandamientos para sus vidas y así se mantienen alejados del pecado.
Pero lo que encontramos en este tesoro de pertenecer al reino de Dios por el poder del Evangelio nos lleva a tener la protección constante de Dios, en Romanos 8:28 escuchamos que todo lo que pasa en nuestras vidas es para nuestro bien, esto nos da la seguridad que Dios está preocupado por cada uno de nosotros y guía nuestra vida en cada momento, si estamos enfermos o tenemos problemas y dificultades él nos dice en el salmo 50:15 invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. También cuando en nuestra vida marcha todo tranquilamente él quiere que también demos gracias por todo lo que nos da como lo leemos en Efesios 5:20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Y finalmente es muy importante compartir este tesoro con otros, Dios quiere que su mensaje llegue a todas las naciones, nosotros no podemos llegar a todas partes pero si ponemos nuestro grano de arena guiados por el Espíritu Santo cuando empezamos a predicar en nuestras casas, a nuestros amigos cercanos, cuando empezamos a compartir en nuestras redes sociales las predicaciones y lecciones de nuestros pastores y maestros y lo más importante siendo persistentes en hacer esto cada día de nuestras vidas pongámonos el propósito de compartir algo a alguien, cada día dejemos que el Espíritu Santo actúe en nosotros fortaleciéndonos y permitiendo que cambie algo en nuestras vidas que no sea piedra de tropiezo para nuestra propia fe y la de los demás. Sigamos disfrutando de este tesoro en el cual vivimos hasta el último día de nuestras vidas por los méritos de Cristo Jesús Amén
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
27 ¡Cristo es mi alegría!
38 Tu Palabra es mi cántico
47 A nadie amaré como a Cristo
48 Busca primero el reino de Dios
63 A Dios demos gloria
88 Sublime gracia
105 Acuérdate de Jesucristo
Culto Cristiano:
27 ¡Cuán dulce el nombre de Jesús!
47 Cristo, vida del viviente
128 Un solo fundamento
157 No me aparto, no de Ti
165 Hay una fuente
185 Naciones todas, alabad
192 Tesoro incomparable
193 De boca y corazón
240 En Jesucristo se halla la paz
243 Jesús, mi tesoro
264 Grato es contar la historia
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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