
Servicio - 08 diciembre 2019
El segundo domingo de adviento
(Azul o púrpura)
Tema del día: Hoy celebramos el segundo domingo de adviento. Como vimos el domingo pasado, la palabra “adviento” quiere decir “la venida”. Dios en su amor envió a Juan el Bautista para preparar los corazones de la gente para la venida de su Salvador Jesucristo. El mensaje de Juan el Bautista fue un mensaje de arrepentimiento. Hoy en día, nosotros también nos preparamos para la segunda venida de Cristo al confesar nuestros pecados a Dios y al confiar en su perdón.
La Colecta: Mueve nuestros corazones, Señor, para preparar el camino de tu unigénito Hijo, a fin de que mediante su advenimiento seamos capacitados para servirte con mentes puras; por el mismo Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Isaías 11:1-10 Por medio de su profeta Isaías, Dios promete un Salvador justo y poderoso, el cual traerá paz para todo el mundo.
1Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 3Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
6Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
10Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
El Salmo del Día:
Salmo 130 (Texto Sermón)
Cántico gradual.
1De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.
2Señor, oye mi voz;
Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.
3JAH, si mirares a los pecados,
¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
4Pero en ti hay perdón,
Para que seas reverenciado.
5Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.
6Mi alma espera a Jehová
Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana.
7Espere Israel a Jehová,
Porque en Jehová hay misericordia,
Y abundante redención con él;
8Y él redimirá a Israel
De todos sus pecados.
La Segunda Lectura: Romanos 15:4-13 El Salvador prometido en el Antiguo Testamento vino en la persona de Jesucristo y ganó la salvación por todo el mundo. Por lo tanto, San Pablo anima a la congregación en Roma, y a nosotros también, que vivamos en esta paz los unos con los otros.
4Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 5Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
7Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. 8Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, 9y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:
Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles,
Y cantaré a tu nombre.
10Y otra vez dice:
Alegraos, gentiles, con su pueblo.
11Y otra vez:
Alabad al Señor todos los gentiles,
Y magnificadle todos los pueblos.
12Y otra vez dice Isaías:
Estará la raíz de Isaí,
Y el que se levantará a regir los gentiles;
Los gentiles esperarán en él.
13Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Preparad el camino del Señor, haced derechas sus sendas; toda carne verá la salvación de Dios. ¡Aleluya!
El Evangelio: Mateo 3:1-12 Antes de que vino Jesucristo nuestro Salvador al mundo, Dios envió a Juan el Bautista para preparar los corazones de los hombres. Hoy en día, el mensaje que Juan proclamó en el desierto nos ayuda a preparar para la segunda venida de Cristo.
1En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas.
4Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. 5Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
7Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
11Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
HERMANOS DIOS NOS PREPARA DESDE NUESTRO CORAZÓN PARA QUE EL MUNDO VEA Y CREA EN EL SALVADOR
Dios conoce muy bien nuestro corazón y es por este motivo que empieza a trabajar en nosotros desde el mismo corazón nuestro y no el del otro, Él trabaja desde adentro para reflejar cosas buenas afuera. Esto es otra manera de decir la famosa frase que usamos como luteranos confesionales “La Justificación produce la Santificación”. Dios nos conoce muy bien porque Él es nuestro creador, el Salmo 100:3 nos enseña no solamente esta verdad, sino también nos dice como nos ve espiritualmente a cada uno de nosotros Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Y tampoco podemos olvidar que su conocimiento hacia nosotros es perfecto, pero nosotros creemos que nos podemos escapar de los límites del Señor cuando pecamos, somos expertos en darle color al pecado, esto quiere decir que siempre que hay un pecado en nosotros o vemos a alguien que amamos y cayó en un pecado somos expertos en dar explicaciones del motivo por el cual se ha cometido este pecado, tratando siempre de escondernos detrás de cada uno de nuestras debilidades, tratando siempre de usar el mundo como el culpable de nuestro pecado y a veces somos más ociosos porque nos animamos a seguir a Adán y Eva culpando finalmente a Dios por nuestro pecado.
Este Salmo que estamos meditando en este segundo domingo del tiempo de adviento nos sigue preparando para celebrar la Navidad, cuando Jesús vino por primera vez, y nos lleva
también a prepararnos para la segunda venida de nuestro Señor y nos prepara muy bien este texto porque hace parte de los 7 salmos que conocemos como penitenciales ya que realmente trata con nuestro corazón pecaminoso. Los primeros dos versículos nos hablan de lo profundo, el Espíritu Santo hace que el Salmista y cada uno de nosotros nos demos cuenta de que su pecado y nuestro pecado nos aparta de Dios; la culpa nos hunde en el dolor y en la desesperación. Y también el mismo Espíritu Santo nos convence que la autoayuda y los pensamientos positivos no nos sacan de esas profundidades. Por este motivo es importante conocer bien la diferencia entre la Ley y el Evangelio porque lo que nos lleva a reconocer nuestro pecado es la predicación de la Ley, ella realmente si puede tratar con nuestro pecado ya que nos muestra claramente cuál es la consecuencia que tenemos por no vivir bajo la voluntad de Dios cumpliendo cada mandamiento perfectamente tal como el mismo Dios nos manda en su Palabra 3JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? pecamos contra el Tercer Mandamiento cuando no obedecemos la voz de nuestro Buen pastor y es por esto que merecemos ser expulsados eternamente de la presencia de nuestro Dios como lo dice Apocalipsis 3:16 por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Pero el Salmista, como cada uno de nosotros que ya reconocemos que no podemos huir del pecado y sus consecuencias por nuestros propios medios muestra como el mismo Espíritu Santo nos lleva al único que nos conoce bien y nos ayuda con nuestro pecado oh Jehová, a ti clamo. 2Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. Y Él si ha escuchado nuestro clamor, Él ha escuchado cada vez que gritamos en angustia la palabra PERDÓN, Él siempre está atento a nosotros su rebaño porque este Salmo nos dice que es lo que encontramos en Él cuando estamos dolidos por nuestro pecado 4Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. Encontramos perdón no en el hecho de nuestro arrepentimiento, este perdón exclusivamente se encuentra en Jesús. Este es uno de los puntos más importantes del Adviento porque nos estamos preparando para la segunda venida de Él y por este motivo el Espíritu Santo ha hecho un trabajo fenomenal en cada uno de nosotros dándonos la Fe en Cristo Jesús, cada vez que nosotros pensamos en Jesús solo necesitamos ver como la Biblia nos muestra que Él es Dios con nosotros, Emmanuel, porque la Escritura nos dice en Lucas 1:35 por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Es muy clara la Escritura cuando llama a Jesús Santo Ser, esto quiere decir que en ÉL no hay nada malo, no hay pecado y es por esto por lo que vivió de la manera que Dios exige, perfección, y esto lo hizo para que cada uno de nosotros seamos perdonados, pero nosotros hoy podemos unirnos con el salmista y afirmar por la obra del mismo Espíritu Santo en nosotros 5Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana. Esperar en Jehová es también confiar en el sufrimiento y sacrificio de Cristo, quien ganó nuestra alma de la esclavitud del pecado, nos redimió del reino de las tinieblas como lo enseña Colosense 1:13-14 13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Hoy estamos disfrutando como Dios ha ganado nuestro corazón y lo tiene listo para la venida de Cristo, y estamos llenos de muchas promesas que vienen de Dios y que tiene que ver con su misericordia. El pueblo de Israel, al igual que nosotros, sí que hemos conocido de la misericordia de Dios como lo dice este salmo 7Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8Y él redimirá a Israel De todos sus
pecados. Estos versículos muestran el amor de Dios para con nosotros, siempre está la promesa del Perdón de nuestros pecados, un ejemplo de cómo el pueblo vivió esta misericordia fue cuando en su camino por el desierto pecaron contra Dios de esta manera y la referencia la encontramos en el libro de Números 21:4-9 4Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 6Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 7Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 9Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. Y hasta nosotros somos beneficiados de esta misma historia por la misma misericordia de Dios que nos dice en Juan 3:14-15 14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Pero esto nos lleva también a una advertencia y es no abusar de la Gracia. Abusar de la Gracia quiere decir que siempre tenemos una excusa con nuestro pecado, creemos que por el hecho de ser perdonados podemos vivir como una rueda suelta pero no es así porque la Biblia nos exhorta tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento que usemos los mandamientos como una guía para nuestras vidas. Necesitamos no poner freno al Espíritu Santo para que Él produzca en nosotros los frutos de arrepentimiento que no es otra cosa que vivir diferente de esta manera: En nuestros hogares el esposo va a tratar a su esposa como un vaso frágil mostrando siempre el amor sacrificial y permitiéndole que ella sea la ayuda idónea para él; porque cuando una esposa ve ese amor de su esposo nunca va querer ocupar su lugar, sino que va ser ese complemento que Dios ha querido que sean; los hijos no serán más desobedientes de sus padres, se someterán y obedecerán en todo como dice la Biblia porque esto es agradable al Señor y esto lleva a los padres para que estén preocupados por sus hijos enseñándoles en todo momento la Palabra de Dios y corrigiéndoles en amor. Como hijos comprados por la sangre de Cristo el Espíritu Santo hace que desechemos el adulterio, la fornicación, el decir mentiras y hacer promesas que no podemos cumplir. También como un fruto de arrepentimiento vamos a preocuparnos por cuidar las cosas materiales del prójimo, deseando siempre para él lo mejor teniendo nuestros corazones sin avaricia porque siempre vamos a ser felices con lo que tenemos. En nuestros trabajos que seamos conocidos por ser responsables con los horarios, las tareas que realizamos las haremos con amor porque sabemos que le servimos al Señor, igualmente respetando a nuestros superiores y dándoles el honor que necesitan. El Espíritu Santo produce en nosotros el deseo de invertir el tiempo en lo más importante que es cuidar nuestra fe, por esto nos congregamos con frecuencia, estudiamos y enseñamos la Palabra de Dios y con frecuencia oramos y no perdemos el tiempo en tener venganzas, peleas, discusiones, envidias y divisiones que pueden dañar nuestra fe y la de nuestras familias.
Hermanos que el tiempo de Adviento, que significa venida, no solamente sea por esta época, que cada día de nuestras vidas para nosotros sea Adviento porque estamos esperando que
nuestro Señor venga por nosotros y que seamos ese día llamados obreros fieles de nuestro Dios. Amén
Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
1 A ti loor y gloria
2 Ven, Jesús muy esperado
3 Oíd su voz
48 Busca primero el reino de Dios
53 Seguidme a mí, dice el Señor
54 Santo Espíritu llena mi vida
Culto Cristiano:
1-7 Los himnos para el adviento
55 Jerusalén, despierta
202 Oí la voz del Salvador
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