Skip to content

Meditación - 2023 mayo 7

(Lectura de la Biblia en tres años: 2 Samuel 18:14–33, Juan 1:11–18)

LA VIDA MANIFESTADA EN CREER Y ESCUCHAR

En verdad les digo: El que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, vive de vida eterna; ya no habrá juicio para él, porque ha pasado de la muerte a la vida.

Juan 5:24, La Biblia Latinoamérica

Los familiares indigentes de una persona que murió de frío en la calle querían sepultarlo. Pero el departamento de policía no estaba autorizado a devolver el cuerpo a menos que una autoridad religiosa sea testigo de la autopsia. En ese entonces yo era el pastor de una iglesia cercana, por eso ellos me pidieron ayuda y, al verlos desamparados, accedí a hacerlo. Ser testigo de la autopsia de alguien que falleció hace más de una semana es una experiencia muy impresionante. ¡Cuánta diferencia con los difuntos que tuvieron bastante dinero! Ellos son maquillados de tal manera que parecen estar dormidos, aunque debajo del maquillaje son como los demás.

Delante de Dios los seres humanos estamos espiritualmente muertos. Esto es bastante evidente para el cielo por mucho que tratemos de ocultarlo. Cristo dice que quien escucha su palabra y cree en el que le ha enviado «tiene vida eterna» o como lo expresa la versión citada hoy: «vive de vida eterna». Escuchar la palabra de Dios es más que solo el oír el sonido de ellas. Significa prestar atención esmerada. Es apreciar lo que Dios dice como lo más importante de la existencia. Faltarse a las reuniones cristianas o dejar de poner en práctica por desgano lo que ella manda es no escuchar y cerrar los oídos. Perseverar en mantener asociación espiritual con quienes enseñan errores doctrinales es evidencia de que estamos muriendo espiritualmente. El único medio por el que se recibe la vida eterna es el puro y poderoso evangelio.

Todos nosotros hemos fallado en apreciar la palabra de Dios. Jesucristo, como nuestro sustituto apreciaron perfectamente la palabra de Dios, estudiándola, aprendiéndola, congregándose y poniéndola en práctica gustosamente y también fue a la cruz para cargar el castigo que merecemos por fallar pecando contra Dios y su palabra. En gratitud, y como fruto de arrepentimiento, vamos a querer apreciar gustosamente la palabra de Dios escuchándola con diligencia y esforzarnos por ponerla en práctica.

Oración:

Señor Jesucristo, por mi naturaleza pecadora resisto tu palabra y me es más fácil hacer oídos sordos al no apreciarla con gusto. Confieso que me es más fácil llegar tarde para congregarme o distraerme cuando tu palabra es leída. Pero tú me das vida eterna en tú evangelio y así me transformas de manera que quiera apreciar tus enseñanzas y llevarlas a la práctica. Gracias por hacerlo así. Pues si de mis esfuerzos dependiera estaría perdido para siempre. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos