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Meditación - 2023 mayo 25

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Reyes 5, Juan 4:27–33)

Cuando el Corazón Se Endurece

Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: Ruéguenle al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que le ofrezca sacrificios. […] Tan pronto como salieron Moisés y Aarón de hablar con el faraón, Moisés clamó al Señor en cuanto a las ranas que había mandado sobre el faraón. […] Pero en cuanto el faraón experimentó alivio, endureció su corazón y, tal como el Señor lo había advertido, ya no quiso saber nada de Moisés ni de Aarón.

Éxodo 8:8, 12,15

¿Por qué Dios permite tanto sufrimiento en la tierra? La respuesta tiene que ver con el propósito de Dios para la humanidad. El Señor «quiere que todos se salven y sepan que: Sólo hay un Dios, y sólo hay uno que puede ponernos en paz con Dios: Jesucristo, el hombre. Jesús dio su propia vida para salvar a todo el mundo. En el momento oportuno, Dios nos demostró que quiere salvar a todos.» (1 Timoteo 2:4–6, TLA) Pero para que las personas comprendan la magnitud de la salvación es necesario que conozcan la magnitud del problema.

Los Israelitas en el desierto padecieron hambre. Respecto a esto Moisés les recordó: «te afligió, te hizo pasar hambre y te sustentó con maná, comida que ni tú ni tus padres habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.»

Dios envió diez plagas sobre Egipto, entre ellas la plaga de ranas. Cuando las ranas habían invadido todo Egipto, el faraón, desesperado, pidió a Moisés que ore a Dios para que cese la plaga. Moisés le dijo a faraón que elija el día en que la plaga cesaría. Faraón eligió el día siguiente. Moisés le respondió que así sería para que faraón conozca que Jehová es el Dios verdadero. Tras cesar la plaga, el faraón, en lugar de arrepentirse y temer a Dios, endureció aún más su corazón para no dejar ir al pueblo de Israel. Así también hoy sucede que las personas desafían a Dios tal como lo hizo el faraón. Pero cuando sufren aflicciones claman al Señor en busca de ayuda; y prometen cualquier cosa buscando ser librados de sus problemas. Tan pronto pasa la crisis, olvidan sus promesas para seguir con su vida pecaminosa. Cuando alguien continuamente endurece su corazón, llega el día en que ya no puede oír el llamado de Dios al arrepentimiento como le sucedió al faraón. Ningún sufrimiento que tengamos en esta tierra es comparable al del infierno eterno. Por los méritos de Cristo tenemos salvación. En gratitud vamos a querer vivir en arrepentimiento diario.

Oración:

Señor Jesucristo, también yo soy culpable de endurecer mi corazón y solo por la obra de tu Espíritu Santo conozco el arrepentimiento. Concédeme mediante el poder de tu evangelio vivir en arrepentimiento diario. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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