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Meditación - 2023 marzo 16

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Samuel 9, Lucas 17:20–24)

FRUTOS DIGNOS DE ARREPENTIMIENTO

Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento.

Mateo 3:8

Dios envió a Juan el bautista para que prepare a la gente. Juan predicó el bautismo de arrepentimiento para perdón de los pecados. Ser bautizado por Juan significaba reconocer que uno era un pecador y que necesitaba el perdón divino. El bautismo de Juan era un anuncio de ese perdón. Algunos fariseos fueron a Juan para ser bautizados, pero él no quiso bautizarlos. ¿Por qué Juan exigió frutos de arrepentimiento a los fariseos? ¿Cuáles son esos frutos?

Los fariseos eran, como lo dice San Pablo, «la secta más estricta» del judaísmo (Hechos 26:5). Eso significa que, en cuanto a exigencias religiosas y morales eran tan rigurosos que se consideraban a sí mismos los santos de Dios. Entonces ¿De qué tenían que arrepentirse? La respuesta es «de aquellas cosas malas que estaban haciendo». Por ejemplo, a los cobradores de impuestos (llamados publicanos) quienes eran corruptos y exigían más de lo debido Juan les dice que ya hagan eso (Lucas 3:13). ¿Cuál era la maldad de los fariseos? Todo el Nuevo Testamento revela que el gran pecado de los fariseos era el de considerarse suficientemente buenos como para contribuir con algún mérito propio para lograr su salvación. El apóstol Pablo escribió: «En cuanto a cumplir la ley, pertenecí al grupo de los fariseos. Tanto me preocupaba por cumplir la ley que perseguía a los miembros de la iglesia. ¡Nadie puede culparme de no haber cumplido la ley! Pero, gracias a lo que Cristo hizo por mí, ahora pienso que no vale la pena lo que antes consideré de valor. Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley, sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos.» (Filipenses 3:5-9, TLA). Cuando confiamos en que podemos ir al cielo por haber recibido a Cristo, o por haber ofrendado, o por alguna cosa buena que hicimos somos como los fariseos. La Biblia enseña que no podemos merecer ir al cielo y que lo único que realmente merecemos es toda la ira de Dios (Isaías 64:6; Gálatas 3:11). Lo único que nos hace aceptables delante de Dios es la redención que obró Cristo por nosotros al ser nuestro doble sustituto. Jesucristo obedeció perfectamente la voluntad de Dios y en la cruz padeció toda la ira de Dios en sustitución de nosotros. Por esos méritos tenemos vida eterna y libre entrada ante su presencia (Romanos 5:1). En gratitud vamos a querer llevar frutos dignos de arrepentimiento.

Oración:

Señor, te doy gracias porque por los méritos de tu Hijo Jesucristo tengo vida eterna y libre entrada a tu presencia. En gratitud quiero ser un creyente lleno de frutos dignos de arrepentimiento. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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