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Meditación - 2023 marzo 11

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Samuel 4, Lucas 16:16–18)

CUANDO EL DURO TRABAJO NO RESULTA

Al despuntar el alba Jesús se hizo presente en la orilla, pero los discípulos no se dieron cuenta de que era él. —Muchachos, ¿no tienen algo de comer? —les preguntó Jesús. —No —respondieron ellos. —Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red. —¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba.

Juan 21:4-7

«Al mejor cazador se les escapa la liebre» sentencia un conocido refrán. Parece que esto era cierto de los discípulos de Jesús después de la crucifixión. Los apóstoles habían ido a Galilea y a Pedro no se le ocurrió mejor idea que retornar a su oficio de pescador y seis de sus condiscípulos se unieron a él. Ellos no solo eran expertos pescadores sino que tenían tal conocimiento y habilidad en el oficio que incluso eran dueños de una empresa pesquera. Sin embargo esa noche, a pesar de toda su capacidad y diligencia no pescaron nada. Solo cuando Jesús dio la orden la red se llenó de peces, como antes ya había sucedido al inicio de su ministerio (Lucas 5:1-10). Con la diferencia que esta vez la red no se rompió.

Jesucristo había llamado a sus discípulos para que sean pescadores de hombres (Lucas 5:10-11) y quería que ellos se dediquen a eso. No estaba en contra de que trabajen en la pesca para obtener su sustento. Pero sí quería que la pesca espiritual sea su verdadera prioridad. Para recordarles que lo principal es buscar «primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.» Jesús invita a sus discípulos a desayunar con él y ellos encuentran que él ya tenía pescado asado listo para comer. Allí sucedieron dos milagros: una pesca sorprendente y desayuno asado. Para mostrarles que no estaba mal que quieran pescar les invitó que traigan de los pescados de la red. Así les recordó, que como discípulos suyos ellos tenían un oficio principal y de mayor prioridad que el de solo trabajar para su sustento.

Así como los discípulos, nosotros fallamos en dar la prioridad al sacerdocio al que Cristo llamó a cada cristiano (1 Pedro 2:9). Por esto merecemos toda la ira de Dios en el inferno eterno. Pero gracias a la misericordia divina Cristo obedeció perfectamente en lugar de nosotros (Juan 4:34) y en la cruz pagó por nuestro pecado. En gratitud vamos a querer dar la primera prioridad a este llamado de compartir las buenas nuevas.

Oración:

Señor, nos llamaste a tu servicio y por causa de nuestro viejo Adán fallamos en obedecerte perfectamente. Por los méritos de tu Hijo hemos sido reconciliados y en gratitud queremos servirte. Concédenos la capacidad de hacerlo bien. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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