(Lectura de la Biblia en tres años: Jueces 2:6–3:6, Lucas 10:17–24)

JESÚS DICE NO

Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. Él le dijo: “¿Qué quieres?”. Ella le dijo: “Ordena que en tu Reino estos dos hijos míos se sienten el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. Entonces Jesús, respondiendo, dijo: “No sabéis lo que pedís”.

(Mateo 20:20-22)

Algunas veces Jesús debe decir no a nuestras oraciones. Eso es lo que dijo a la madre de sus apóstoles, Jacobo y Juan, cuando pidieron sentarse uno a la derecha y otro a la izquierda, de su trono en su reino. Su pedido era otra señal de que no entendían que el reino de Jesús es espiritual y no un reino terrenal.

Jesús dijo no, a Jacobo y Juan, porque estaban pidiendo algo que no les iba a dar. Jesús estaba diciendo: “El sentaros a mi derecha y a mi izquierda no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre” (v. 23). Como en todas las cosas, como un siervo obediente, Jesús sigue la voluntad de su Padre celestial.

Algunas veces Jesús debe decir no a nuestras oraciones y eso no quiere decir que no nos ama. Más bien, sabe que lo que pedimos no es para nuestro bien eterno. Sigue siendo nuestro Señor en la vida y la muerte, y hace todo por nuestro bien. Sigamos su voluntad, así como él siguió la voluntad de su Padre en el cielo.

Oración:

Padre celestial, enséñame a orar como tu Hijo oró a ti: “No sea como yo quiero, sino como tú” quieres. Amén.

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