(Lectura de la Biblia en tres años: Jueces 16:23–17:13, Lucas 13:10–17)

LOS CREYENTES NO TIENEN TEMOR DE LA MUERTE

En cuanto a ti, tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.

(Daniel 12:13)

Cuando Jesús venga otra vez “al fin de los días”, nuestros cuerpos se “[levantarán] de la muerte”. Hasta ese día, las almas de los creyentes van inmediatamente al cielo y sus cuerpos “[reposarán]” en la sepultura. Con frecuencia, los creyentes se preocupan más acerca de lo que les pasará a sus cuerpos que lo que les pasará a sus almas. Tal vez esto se deba a que no podemos ver nuestra alma y solo podemos ver nuestro cuerpo.

Cuando los seres queridos cristianos mueren, encontramos gran consuelo sabiendo que el alma de ellos está con Jesús en el cielo. Pero nosotros todavía tenemos que enterrar el cuerpo. Nos preguntamos, ¿volveré a ver a esta persona otra vez? ¿Volveré a oír su risa? Nuestro Salvador, Jesús, dice: “Porque yo vivo, vosotros también viviréis” (Juan 14:19). Pero Satanás nos dice: “Tonterías, la muerte es la muerte. Ves a tu ser querido por última vez”. ¿A quién vamos a creer? ¿Vamos a creer al padre de todas las mentiras, o a Jesús? Jesús nos amó tanto que dio su vida por nosotros y el Domingo de Resurrección la volvió a tomar cuando resucitó triunfante de la muerte. Ya que Jesús tiene el poder de resucitar de entre los muertos, por supuesto que tiene el poder de resucitar y glorificar el cuerpo de los creyentes.

Para nosotros que confiamos en Jesús, la sepultura no es el lugar de descanso final. Confiamos en que veremos y oiremos a nuestros amigos cristianos otra vez. A causa de Jesús, no necesitamos tener miedo de la muerte. Jesús ha quitado el temor para siempre.

Oración:

Querido Padre celestial, te agradecemos que hayas quitado el temor de la muerte de todos los que confiamos en Jesús como nuestro Salvador. Amén.

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