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Meditación - 2022 septiembre 27

(Lectura de la Biblia en tres años: Números 5:5–31, Marcos 6:36–44)

ALÉGRESE DE ESTAR BAUTIZADO

Yendo por el camino llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Él respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no lo vio más; y siguió gozoso su camino

(Hechos 8:36-39)

El hombre del carro era el tesorero de la reina Candace del país de Etiopía en el África. Pero, a pesar de su poder, autoridad, y posición, este señor no era feliz, porque no entendía la palabra de Dios que estaba leyendo. Todo el dinero y el poder que existían en el mundo no podían darle al hombre la felicidad duradera, pero con la ayuda de Felipe la encontró.

Esta parte del libro de los Hechos nos muestra cómo obra el Espíritu Santo en nuestro corazón y vida. Fue el Espíritu Santo quien arregló la reunión de este hombre de Etiopía con Felipe, cuando estaba leyendo el capítulo 53 de Isaías en el Antiguo Testamento. Fue el Espíritu Santo quien hizo posible que Felipe abriera la boca para compartir las buenas nuevas, y luego abrió el corazón del hombre para que aceptara la explicación de la profecía de Isaías. Por fin el Espíritu Santo guio al hombre de Etiopía a ser bautizado para el perdón de sus pecados. Ahora Dios fortaleció su fe.

¿Recuerda usted el bautismo de Jesús? Cuando Jesús fue bautizado, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en la forma de una paloma. Fue entonces cuando habló Dios el Padre acerca de Jesús y dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). Ahora estas mismas palabras se le podían decir al hombre de Etiopía. La sangre de Jesús lo limpió y lo purificó de todo pecado. Ahora por la fe él sabía que el Padre de Jesús era su propio Padre espiritual. Ahora él sabía que, debido a lo que Jesús había hecho, su Padre estaba complacido con él.

¿Se sintió triste el hombre de Etiopía porque el Espíritu Santo arrebató a Felipe? No, de ninguna manera. Este hombre sabía que ya tenía el regalo de la vida eterna a través de Jesús, y que era hijo de Dios. Felipe había desaparecido, pero el hombre se fue contento para hablarles a otros acerca de la felicidad que encontró.

Recuerde lo que Dios hace por usted que es pecador. Usted también es feliz por medio del bautismo, porque ya es hijo de Dios y miembro de su familia.

Oración:

Amado Señor, gracias por limpiarme de mis pecados en el bautismo. Por medio de Jesús nos has regalado la vida eterna en el cielo. Sigue llenando nuestro corazón con esta alegría. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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