Skip to content

Meditación - 2022 octubre 10

(Lectura de la Biblia en tres años: Números 13:1–13, Marcos 9:2–6)

LA VICTORIA DE JESÚS ES NUESTRA VICTORIA

Fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación

(Romanos 4:25)

Las personas que ven un partido de fútbol se alegran cuando gana su equipo y muchos que ven el juego se apoderan de la victoria como si ellos mismos hubieran jugado. No obstante, en realidad sólo el equipo que jugó puede reclamar la victoria. Los que miraban, solamente animaron al equipo y le dieron su apoyo. En cambio, cuando una nación entra en guerra con otro país y gana, los ciudadanos tienen el derecho de reclamar la victoria, porque todos trabajaron duro e hicieron sacrificios para obtenerla.

¿Quién puede reclamar la victoria sobre el pecado y la muerte? Pablo nos dice que es Jesucristo y solamente él, puesto que él cargó con nuestros pecados y murió por ellos. Después de tres días, Jesús fue resucitado para nuestra justificación, es decir, Dios nos declara inocentes y perdonados, debido al sacrificio de Jesús en la cruz. Él reestableció la relación correcta entre Dios y nosotros, por su obra redentora. Cuando Dios resucitó a su Hijo, fue para declarar al mundo que Él estaba satisfecho con el sacrificio de su Hijo porque había hecho todo lo necesario para quitar nuestro pecado. Y lo más bonito de todo es que recibimos la victoria sobre el pecado debido a lo que Jesucristo hizo por nosotros.

Al principio, la victoria sobre el pecado no parecía ser nuestra por causa de los enemigos de Jesús. Por ejemplo, ellos llevaron a Jesús a un juicio viciado, lo acusaron de proclamarse rey, y lo golpearon. Los soldados le pusieron una corona de espinas en la cabeza y luego lo crucificaron en una colina llamada Calvario. Cuando estaba muriendo en la cruz, nadie lo animó en su victoria. En vez de esto, sus enemigos se burlaron de él. Pero cuando Jesús resucitó de entre los muertos, el grito de victoria se hizo más y más fuerte hasta que se oye en todo el mundo. Ahora a los creyentes, o cristianos, le cantan alabanzas a Jesús por su gran victoria sobre la muerte, el diablo, y el pecado.

Esta es la razón para nuestra celebración de victoria en el domingo de Pascua, y en todos los domingos, y todos los días. No celebramos lo que nosotros hicimos sino lo que el Hijo de Dios, quien se hizo Hombre, logró por nosotros. Ahora la victoria de Jesús se convirtió en nuestra propia victoria por medio de la fe en él, como nuestro Salvador.

Las victorias de los reyes terrenales son alabadas y después son olvidadas igual que los campeonatos del fútbol. Pero el poder de la palabra de Dios hace que las personas canten alabanzas a Jesús ahora y en el cielo y para siempre.

Oración:

Cristo, en la cruz tú sangraste por los pecadores pero ahora vives en la gloria del cielo. Te agradecemos por tu victoria sobre el pecado y te pedimos que sigas gobernando en nuestra vida hasta que nos lleves al cielo por toda la eternidad. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos