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Meditación - 2022 noviembre 23

(Lectura de la Biblia en tres años: Deuteronomio 4:9–40, Marcos 15:34–41)

SUFRIR POR HACER BUENAS COSAS

Amados, no os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciera. Al contrario, gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois ultrajados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por lo que hace a ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, ladrón o malhechor, o por entrometerse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

1 Pedro 4:12-16

No podemos escapar del sufrimiento, ya que es parte de nuestra vida en este mundo pecaminoso. Sufrimos de muchas formas diferentes. Nuestro cuerpo sufre cuando: la enfermedad, los accidentes, y la edad lo derriban. Nuestro corazón sufre también con: la decepción, los sufrimientos, y la ira. Motivos diferentes causan el sufrimiento, y el apóstol Pedro escribe sobre dos de ellos. Dice que algunas veces sufrimos porque hacemos cosas equivocadas. Si robamos, podemos ir a prisión. Si decimos palabras hirientes, tal vez perdamos a un buen amigo. Cuando hacemos algo malo, sufrimos por lo que hicimos.

Otras veces, sufrimos porque hacemos lo que es debido. Quizás nos alejemos de un amigo o amiga porque hace cosas. Un cristiano no debe engañar ni mentir. Hacemos lo que es apropiado, y sufrimos debido a ello. ¿Qué quiere Dios, que suframos haciendo el mal o el bien? Por supuesto que suframos por hacer el bien.

Por eso sufrió Jesús. Debido a que nos ama, Jesús siguió el plan de Dios para nuestra salvación. Jesús vivió fielmente de acuerdo con lo que Dios quiere que nosotros hagamos en su palabra. Jesús sufrió y murió para pagar por los pecados de toda la gente en el mundo. Después de que Jesús sufrió, resucitó de la muerte y fue a la gloria celestial. Ahora Dios quiere que sigamos a Jesús. Significa sufrir por hacer lo que es apropiado. Más que todo, significa seguir a Jesús al cielo, donde no habrá ningún sufrimiento.

Oración:

Querido Jesús, gracias por sufrir para salvarme. Permite que yo esté dispuesto a seguirte y a sufrir por hacer lo que tú quieres que haga. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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