Skip to content

Meditación - 2022 mayo 30

(Lectura de la Biblia en tres años: Génesis 42:1–16, Mateo 13:31–35)

 

Señor, enséñanos a orar.

San Lucas 11:1

Queremos aprender a orar. Y Dios nos enseñará en su palabra. La oración es una acción de adoración que hacen los hijos de Dios. Cuando los hijos de Dios oran, se acercan a su Padre celestial y hablan con él, llevan sus peticiones delante de él, y le ofrecen alabanzas y acciones de gracias.

La oración se ofrece tanto con nuestros corazones como con nuestros labios. La oración es la palabra de la boca y la meditación del corazón. (Salmo 19:14). Hablar solamente con la boca, al mismo tiempo que uno no presta atención a las palabras habladas, es palabrería, y no una oración. Dios escucha la oración. Oye hasta el más débil suspiro del corazón. "El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído." (Salmo 10:17). ¿Qué es efectivamente lo que Dios dice? Dice: "Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído." (Isaías 65:24). Dios oye y contesta nuestra oración de antemano.

Nunca pienses, mi querido cristiano, que Dios desea que utilices muchas palabras y un lenguaje muy refinado. Dice el Salvador: "Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosa tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis (San Mateo 6:7-8). Nosotros somos los hijos de Dios, y somos como niños pequeños, no importa la edad que tengamos. Hablemos con nuestro Padre en tal forma como lo hacen los niñitos. Entre más sencillo, entre más como niños nos dirijamos a él, mejor le agrada. Cada cristiano puede orar, aunque sea completamente iletrado; y el docto tiene que olvidar su sabiduría cuando ora.

Oración:

Querido Padre celestial, gran Dios, te doy gracias que por medio de Jesucristo soy tu hijo, y puedo orarte a ti, y contarte todo, llevar todas mis quejas y mis peticiones a ti en oración. Y tú misericordiosamente me oirás, porque eres tan bondadoso conmigo como lo es un padre con su hijo. Querido Padre celestial, concédeme tu Espíritu Santo, para que él pueda abrir mis labios y mi corazón, de modo que en todo tiempo pueda venir a ti y orarte a ti, gran fuente de toda gracia. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos