Skip to content

Meditación - 2022 marzo 26

26 de marzo de 2022

(Lectura de la Biblia en tres años: Zacarías 10:1–11:3, Apocalipsis 21:1–8)

No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.

Salmo 91:10

 

De esta manera Dios te quita tu ansiedad, hijo de Dios. Y el Dr. Lutero, en su Catecismo Menor, de acuerdo a esta promesa te enseña a creer que Dios te defiende contra todo peligro, te guarda y ampara contra todo mal. ¿Pero cómo es esto? ¿No es cierto que en realidad toda clase de males y plagas nos afligen? ¿No nos enseña esto mil veces nuestra experiencia? ¿No nos enseña esto la misma Escritura? Piensa en la historia de José. Pero, en realidad, ¿qué es lo que esta misma historia de José nos demuestra? Nos muestra que Dios hace todas las cosas que parecen mal, y que nos dan un sabor bastante amargo, ayudar a bien a los que aman a Dios. José mismo finalmente les dijo a sus hermanos que habían hundido su alma en un profundo dolor: "Vosotros pensasteis mal contra mí mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo". (Génesis 50:20)1. De la misma manera trata Dios contigo si eres su hijo. Todo lo que te pasa, por mal que pareciera, tiene que contribuir para tu bien, para el bien eterno de tu alma. Luego no puede ser realmente un mal. Y no puedes considerarlo como una plaga. Mi querido cristiano, esta vida no es nada comparada a la bienaventurada vida que viene después. Allí todo será tan glorioso que no lo podemos comprender por ahora. Tu Padre celestial, que te ama tanto, a veces, es cierto, permite que te pasen cosas difíciles de sobrellevar. Pero en cada ocasión, es solamente una parada bien planeada y preordenada en el camino a la vida eterna a donde él te está conduciendo. Y así en amor y benignidad, te sostiene y templa todo, y en su compasión y amor, te consuela. Confía en la promesa que él te da en el versículo bíblico arriba. Y "encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará" (Salmo 37:5).

Oración: Mi querido Padre celestial, dame, te ruego, una mente sencilla para confiar implícitamente en ti, y creer firmemente que tú me guías en seguridad y me haces bien. Cuando tengo que llorar y sollozar, ayúdame a levantar a ti mis ojos, y a buscar en ti mi consolación y auxilio, porque tú eres mi querido Padre en Cristo Jesús. Amén.


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos