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Meditación - 2022 junio 11

Sábado 11 de junio.

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 

San Mateo 6:10

La voluntad de Dios hacia nosotros es una voluntad buena y misericordiosa. Dios quiere que seamos sus queridos hijos y que disfrutemos la vida eterna. Quiere que vivamos en su reino aquí en el tiempo y después en la eternidad, y por tanto que conozcamos a Cristo en verdadera fe. Contra esta voluntad buena y misericordiosa, el consejo malo y la voluntad del diablo, lel mundo y nuestra carne se levanta en rebelión. Este mal consejo y voluntad no quiere que santifiquemos el nombre de Dios. Tampoco quiere que venga el reino de Dios. 

Pero Jesucristo nos enseñó a clamar y orar: "hágase tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra". En el cielo no hay ninguna mala voluntad que se rebele contra la buena voluntad de Dios, por tanto rogamos en esta petición que Dios desbarate y estorbe todo mal propósito y toda mala voluntad que nos impida santificar el nombre de Dios, y que él nos fortalezca y nos mantenga firmes en su palabra y en la fe hasta el fin de nuestros días. Rogamos al Todopoderoso y fiel Padre para que venga en nuestro auxilio y se oponga al diablo, al mundo, y a nuestra carne, para que a pesar de su enemistad, nosotros permanezcamos siendo sus hijos y disfrutemos la eterna salvación ¡Cuan necesaria es esta petición!  Dios seguramente la concederá. Ha prometido fortalecernos y conservarnos firmes en su palabra y en la verdadera fe hasta el fin de nuestros días Nos ha dicho: "Sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar salvación." (1 Pedro 1:5). Y, lo que es más, Él mismo nos ha instruido a orar así. 

Mi querido cristiano, cuando ves correctamente el asunto, puedes reconocer que tu enemigo más peligroso es tu propia carne depravada. Y cuando Dios desbarata y estorba su mal consejo y voluntad, te va a doler, y estarás en tribulación. Pero puedes regocíjarte en esto y ser paciente, sabiendo que Dios está cumpliendo su voluntad buena y misericordiosa en ti, para pedir: "hágase tu voluntad."

Oración: Querido Padre celestial, Dios fiel, te ruego que hagas en mí, tu buena y misericordiosa voluntad, y que desbarates y estorbes la voluntad mala y contraria del diablo, el mundo y mi propia carne. Dame, oh Padre, tu Espíritu Santo, para que en todo tiempo pueda someterme a tu voluntad, para que en toda la eternidad te pueda alabar y glorificarte a ti, oh Padre, por tu gran fidelidad. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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