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Meditación - 2022 febrero 13

(Lectura de la Biblia en tres años: Oseas 1-2, Apocalipsis 3:1-6)

NECESITAMOS EL FAVOR DE DIOS.

Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah

—Salmo 67:1, RV95

En la lectura de la Biblia en tres años hoy corresponde el capítulo cuatro que narra el primer asesinato. Cuesta creerlo pero la Biblia narra muchos actos de violencia. Muchas personas quieren enfatizar esto cerrando los ojos a que la palabra de Dios no solo habla de lo malo sino también de lo bueno. Aunque es sabio poner nuestra atención en lo positivo, es también importante y necesario no ignorar la maldad pues es parte de la realidad.

Caín fue muy malo para con su hermano Abel, y la Biblia no lo esconde ni lo calla. Dios mismo le pide cuentas y nos transmite este relato para advertirnos que el pecado no queda sin castigo. Jesucristo aclara que el asesinato es pecado de odio, pero que la ira y el enojo tienen la misma esencia que el crimen de Caín (Mateo 5:21-26). Esto significa que si uno no cometió el crimen de Caín pero odia y tiene ira contra su prójimo es tan culpable de lo mismo que el primogénito de Adán y es tan merecedor del castigo como lo fue él. Como está escrito: «Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna.» (1 Juan 3:15). Todos nosotros somos culpables de este pecado. Quizá no nos demos cuenta, pero igual somos culpables pues de muchas maneras atentamos contra la vida del prójimo. En el mismo capítulo, el apóstol Juan suministra un ejemplo de falta de amor al prójimo: «Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?». (1 Juan 3.17). A causa de nuestra negligencia en amar al prójimo somos merecedores de toda la ira de Dios. Dios está enojado con nosotros incluso en el caso que hayamos hecho buenas obras a favor del prójimo, pues tales buenas obras son imperfectas y están contaminadas por nuestro viejo Adán (Isaías 64:6)

Por todo eso, necesitamos la misericordia de Dios. La buena noticia es que Cristo amó perfectamente al prójimo en lugar de nosotros (Romanos 5:19) y padeció toda la ira de Dios en lugar nuestro (Romanos 3:25) En gratitud vamos a querer amar a nuestro prójimo y confiar en la misericordia de Dios y en los méritos de Cristo y no confiar en nuestros propios méritos.

Oración:

Misericordioso Jehová, como Caín merezco toda tu ira y la condenación eterna en el juicio final. Pero gracias a los méritos de Jesucristo, el Cordero prometido, he sido perdonado y me has extendido tu misericordia. Concédeme que, en gratitud, mi vida entera esté consagrada a ti, Señor y que, en esa gratitud, te ame a ti y a mi prójimo. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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