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Meditación - 2022 enero 5

(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 33:1–20, 1 Pedro 5:1–11)

NUEVA LUZ

Pero ahora tú, SEÑOR y Dios nuestro, por un breve momento nos has mostrado tu bondad al permitir que un remanente quede en libertad y se establezca en tu lugar santo. Has permitido que nuestros ojos vean una nueva luz, y nos has concedido un pequeño alivio en medio de nuestra esclavitud.

—Esdras 9:8

Por 70 años el pueblo de Israel había estado exiliado en Babilonia. Ese tiempo fue de mucha tristeza y amargura. Al final de ese tiempo, Esdras, el siervo de Dios que él usó para liderizar el retorno del exilio y las reconstrucción de Jerusalén y del templo, al elevar la oración de gratitud de la meditación de hoy, reconoce que Dios les dio una nueva luz. ¿Qué es esa luz?

A nosotros, los creyentes en Cristo, también nos ha sido revelada y vemos esa nueva luz. Esa nueva luz no es otra que Jesucristo. Sí, Jesucristo es la luz que reveló Dios a Esdras y a los israelitas de ese tiempo y Jesucristo es la luz que nos ha sido revelada ahora por medio del Evangelio ¿Cómo así?

Cuando Jesucristo nació, hubo una profecía que dijo que una gran luz resplandeció sobre aquel territorio. Es más, el apóstol Pablo nos dice que el dios de este siglo ha cegado el entendimiento de los incrédulos para que no vean la luz del Evangelio de Cristo el cual es la imagen de Dios. También nos dice que los creyentes crecemos de gloria en gloria como si estuviéramos al frente del rostro de Dios. Jesucristo es la buena noticia que nos ilumina y nos saca de la oscuridad en la que vivíamos pues gracias a que él obedeció perfectamente la voluntad de Dios en lugar de nosotros y a que ofreció su vida como pago por nuestro pecado en la cruz, es que tenemos acceso a la gloria de Dios, a esa luz resplandeciente que nunca se oscurecerá. Tenemos una nueva luz para toda la eternidad. En gratitud vamos a creer permanecer en la luz y no volver a las tinieblas.

Oración:

Amoroso Dios, gracias te doy por tu hijo Jesucristo, la nueva luz, mi sustituto y mi Salvador, por tu misericordia y tu amor incondicional. Te suplicó que mediante tus medios de gracia la predicación del Evangelio el bautismo y la Santa cena me guardes en la verdadera fe y no me dejes caer en la tentación. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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